El feo maquillaje de las 'maquilas'
El sector textil espa?ol debate sobre la explotaci¨®n de las obreras en sus empresas proveedoras en el Tercer Mundo
La ropa de moda se vende para quita y pon, pero tapa el sufrimiento de las mujeres que la fabrican en talleres subcontratados de un pa¨ªs pobre. El sector textil espa?ol afronta una situaci¨®n que no beneficia a la imagen de las marcas l¨ªderes. "Hay que debatir la implicaci¨®n en Responsabilidad Social Corporativa (RSC)", dice Javier Carbonell, director de RSC de Mango, cuyas proveedores est¨¢n en Marruecos y China. "Si ya logramos que los productos no sean da?inos, tambi¨¦n tendr¨ªamos que garantizar que no se basan en la explotaci¨®n", se?ala Ignacio Sierra, portavoz de RSC de Cortefiel, que produce en Marruecos y Hungr¨ªa.
Ambos grupos participaron ayer en el seminario Moda y trabajo: la responsabilidad social corporativa en la confecci¨®n textil, organizado por Interm¨®n Oxfam, cuyo reciente informe Moda que aprieta llama a las grandes firmas a comprometerse contra los abusos a las trabajadoras que proveen a las multinacionales espa?olas.
"La responsabilidad social corporativa debe formar parte de la pol¨ªtica empresarial"
En el seminario faltaron algunos pesos pesados. "Induyco-Corte Ingl¨¦s a¨²n no ha hecho p¨²blica su pol¨ªtica de RSC, pero la pr¨®xima semana se va a reunir con nosotros", dice Paloma Escudero, responsable de la campa?a www.comercioconjusticia.com de Interm¨®n Oxfam. E Intidex-Zara ha excusado su presencia, pero es el que m¨¢s ha avanzado en RSC. Y las perspectivas son buenas, porque todos los partidos incluyeron la RSC en su programa". "El modelo de negocio que exige a los proveedores entregas cada vez m¨¢s r¨¢pidas y baratas choca con las buenas intenciones de los c¨®digos empresariales de conducta", dice Isabel Tamarit, del departamento de Estudios de Interm¨®n Oxfam. La llamada Mesa Cuadrada re¨²ne al sector con sindicatos y ONG; la preside Inditex. La mayor¨ªa de empresas han firmado el Pacto Mundial impulsado por la ONU para el sector; Corte Ingl¨¦s es signatario, no Induyco.
Dos hondure?as testimoniaron una realidad com¨²n a pa¨ªses que fabrican para Espa?a. "All¨¢ tenemos buenas leyes, pero no se cumplen en las maquilas
[talleres proveedores de multinacionales], expone Gladys Noem¨ª Dub¨®n, de la Colectiva de Mujeres de Honduras y ex trabajadora de maquilas. "Los ritmos son agobiantes y las mujeres no pueden ni ir al ba?o; sufren acoso sexual en la empresa y al salir de noche del trabajo se arriesgan a ser violadas. Si intentan crear un grupo sindical, las despiden. Y las inspecciones suelen ser un simulacro: las empresas saben la fecha y ese d¨ªa exhiben el c¨®digo de conducta, dan mascarillas, hay papel higi¨¦nico, extintores. Al d¨ªa siguiente, la realidad".
"La auditor¨ªa no se aboca a las empleadas, la empresa todo lo oculta y las mujeres temen contar", dice Oneyda Lizeth H¨¦rcules, de 21 a?os, despedida de una maquila y presidenta de la Asociaci¨®n de Trabajadoras Textiles de Choloma Cort¨¦s. "Yo misma tuve que falsear mi edad a los 14 a?os para poder trabajar, pero entrar en una maquila no conlleva a una ni?a a superarse, porque ya no puede estudiar". Oneyda lo tiene claro: "Pienso para qu¨¦ m¨¢s leyes: que se cumplan las que hay, y que se aprueben otras como la que ahora apoyamos y que dice: 'Si cierran, que nos paguen', porque cuando las maquilas se van del pa¨ªs la gente queda a pelear en los portones".
Las auditor¨ªas son clave. "El mercado empieza a valorar la RSC, y las empresas deben ser las primeras interesadas en que se verifique su proceso de producci¨®n, incluso con inspecciones por sorpresa sobre sus proveedores", dice Juli¨¢n Mart¨ªn, socio-director de la auditora KPMG. "Las empresas espa?olas van aceptando esa pr¨¢ctica, porque beneficia a su reputaci¨®n y a su marca, y se har¨¢ habitual que publiquen memorias de sostenibilidad sobre su RSC".
Los sindicatos son instrumento crucial. "La cuesti¨®n es la libertad de asociaci¨®n y de afiliaci¨®n de los trabajadores, y una empresa que se dota voluntariamente de un c¨®digo de conducta acepta as¨ª la obligatoriedad de respetar los derechos humanos", dice Blanca Su¨¢rez, responsable de Cooperaci¨®n Sindical de Textil y Qu¨ªmica de CC OO. "La RSC debe formar parte de toda la pol¨ªtica industrial de la empresa".
Juli¨¢n L¨¢zaro, del Consejo Intertextil Espa?ol, resalta las dificultades econ¨®micas del sector y aboga por acuerdos estrat¨¦gicos con empresas del Sur: "Nos interesa que esos pueblos salgan del hoyo, que puedan comprar nuestros productos".
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