La propuesta de Javier Arenas
La propuesta de Javier Arenas, ante la junta directiva provincial del PP de Sevilla, en el sentido de establecer cambios en las estructuras regionales del Partido Popular de Andaluc¨ªa (PP-A), puede representar, si esos cambios se afrontan con la rigurosidad y la valent¨ªa que la situaci¨®n exige, el inicio de una nueva etapa que definitivamente abra las puertas a la alternancia pol¨ªtica en nuestra Comunidad.
Los resultados electorales del pasado d¨ªa 14 han venido a demostrar varias cosas. Por una parte, el fracaso org¨¢nico del partido, sustentado sobre una direcci¨®n regional raqu¨ªtica en su autoridad moral y sobre unas direcciones provinciales que en muchos casos carec¨ªan de peso espec¨ªfico, tanto en lo pol¨ªtico como en lo social, y que se han limitado a desarrollar un gui¨®n mal elaborado, sin iniciativa propia y buscando, simplemente, no arriesgar las naves propias en lugar de avanzar a la conquista de las ajenas.
Los recelos, cuando no las luchas intestinas por las migajas del poder, sustentados por la ausencia de un aut¨¦ntico proceso democratizador interno, han provocado la desmotivaci¨®n de las bases y la ausencia, a lo largo de los ¨²ltimos cuatro a?os, de un fruct¨ªfero proceso de implantaci¨®n del partido en el medio rural.
Si a ello unimos la ausencia real de liderazgo, reconocida a lo largo y ancho del PP-A, aunque no declarada como consecuencia de la prematura designaci¨®n de Te¨®fila Mart¨ªnez como candidata a la presidencia de la Junta por parte de un Javier Arenas que pretend¨ªa protegerse de esa posibilidad, por una parte, y mantener su ascendencia, por otra, nos encontramos ante una maquinaria pol¨ªtica y electoral escasamente operativa, como as¨ª se ha demostrado.
Las ¨²ltimas elecciones municipales ya representaron una encuesta fiable del proceso que estaba viviendo el PP-A, con p¨¦rdida de apoyos en el medio rural, lo que se hizo notar en la representaci¨®n en las Diputaciones provinciales.
Junto a ello, el papel jugado por el grupo parlamentario popular andaluz en esta pasada legislatura ha sido no s¨®lo pobre sino, lo que es a¨²n peor, opaco de cara a la opini¨®n p¨²blica y los ciudadanos.
?reas fundamentales como las de Econom¨ªa, Sanidad, Obras P¨²blicas, etc¨¦tera, han carecido de una direcci¨®n que conectase con los problemas reales de la sociedad andaluza y opusiese una estrategia coherente con el grado de dedicaci¨®n pol¨ªtica que exig¨ªan.
Si los socialistas estaban interesados en que el debate parlamentario no trascendiese a la calle, buscando una l¨ªnea plana en la pol¨ªtica andaluza, los populares no solo han colaborado a ello sino que han alimentado ese silencio, no s¨¦ si por indicaci¨®n de la direcci¨®n del grupo o simplemente por la apat¨ªa contagiosa que de la falta de objetivos hubiese podido derivarse.
Lo cierto es que hemos vivido una legislatura tediosa de la que s¨®lo pod¨ªan beneficiarse quienes ostentaban el poder y encontraban escasa oposici¨®n a su tambi¨¦n pobre labor, como as¨ª ha sido.
A partir de ahora, todo lo que no sea aplicar una cirug¨ªa radical al problema, cuando estamos a¨²n lejos de las pr¨®ximas municipales y auton¨®micas y las europeas de junio poco interesan, supondr¨¢ seguir perdiendo minutos preciosos, aunque para algunos represente sostener balones de ox¨ªgeno con los que intentar mantener vivas sus ambiciones.
A la dimisi¨®n de Te¨®fila Mart¨ªnez, l¨®gica por est¨¦tica e higiene democr¨¢tica, debe seguir la del actual secretario regional, Antonio Sanz y del vicesecretario de organizaci¨®n, Jos¨¦ Luis Sanz, responsable este ¨²ltimo de la campa?a electoral, as¨ª como la de presidentes provinciales como los de Huelva, Sevilla, C¨®rdoba o Almer¨ªa, provincias estas en las que m¨¢s evidente se hace el estancamiento o deterioro del partido.
Pero no s¨®lo con ello se resuelve la situaci¨®n. Los cambios deben ser, fundamentalmente, de talante, de convicciones y de valores ¨¦ticos, si se quiere que los mismos lleguen a convencer al electorado andaluz.
A la debilidad que va a ofrecer un grupo parlamentario de clara continuidad, mermado en su composici¨®n y aspiraciones y enfrentado a la demoledora mayor¨ªa absoluta de los socialistas, habr¨¢ que oponer un papel mucho m¨¢s vivo y eficaz del partido en la sociedad, con una inmediata recomposici¨®n de su estructura org¨¢nica, abierto a la participaci¨®n de nuevos l¨ªderes sociales, democr¨¢tico, reivindicativo y sin complejos, de cara a alcanzar el protagonismo social que le brinde la credibilidad que a¨²n no ha llegado a conseguir.
Ello supone aceptar renuncias y afrontar esfuerzos personales, pero, de otro modo, a Manuel Chaves, casi con toda seguridad en su ¨²ltimo mandato como Presidente de la Junta, le suceder¨¢ otro candidato socialista en ese cargo.
Enrique Bellido Mu?oz ha sido senador por C¨®rdoba.
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