Dos cad¨¢veres fueron confundidos durante 6 d¨ªas
La familia de Beatriz D¨ªaz guard¨® en su casa unas cenizas que correspond¨ªan a otra v¨ªctima
La polic¨ªa cient¨ªfica confundi¨® la identidad de dos cad¨¢veres de v¨ªctimas de los atentados de Madrid y hubieron de transcurrir casi siete d¨ªas hasta que se descubri¨® el error. La equivocaci¨®n se produjo a pesar de que la madre de una de esas v¨ªctima advirti¨® desde el primer momento que aqu¨¦l cuerpo no era el de su hija. Pero nadie la crey¨®. Una semana despu¨¦s, volvi¨® al tanatorio para velar de nuevo a su hija e incinerarla. Esta vez convencida de que era ella. Un portavoz de la direcci¨®n general de la polic¨ªa reconoci¨® anoche el error y explic¨® a EL PA?S que se produjo al comparar las huellas de ambos cad¨¢veres como consecuencia de "la falta de luz" que hab¨ªa en el Ifema, donde fueron trasladadas las v¨ªctimas mortales.
La polic¨ªa explica que la falta de luz en Ifema indujo al error en las huellas dactilares
Una madre neg¨® desde el principio que aquel cuerpo fuese el de su hija, pero no la creyeron
Carmen Hern¨¢ndez Rangel, de 51 a?os, tard¨® casi 24 horas en saber algo de su hija, que viajaba en el tren que estall¨® poco antes de llegar a la estaci¨®n de Atocha. Sobre las 6 horas del 12 de marzo, acudi¨® al recinto del Ifema y all¨ª le mostraron un cad¨¢ver. La polic¨ªa le asegur¨® que se trataba de su hija, Beatriz D¨ªaz Hern¨¢ndez, de 30 a?os, pero la madre no se lo crey¨®. "Aquella no era mi ni?a, ni por la nariz, ni por los p¨®mulos", explic¨® a EL PA?S. "Ped¨ª que me ense?aran un tatuaje y un pearcing que ten¨ªa, pero no quisieron. Me dijeron que el cuerpo hab¨ªa quedado desfigurado por la bomba y que lo hab¨ªan reconstruido para ense?¨¢rmelo", prosigue la madre al recordar aqu¨¦l momento.
Al final, acab¨® resign¨¢ndose a que el cad¨¢ver era el de su hija ante la insistencia de quienes la atendieron y que le explicaron que la identificaci¨®n se hab¨ªa realizado por las huellas dactilares. La mujer tambi¨¦n admiti¨® en ese momento que los ojos del cad¨¢ver que ten¨ªa enfrente "eran muy parecidos" a los de su hija. El forense Fernando Bandr¨¦s, que colabor¨® en el dispositivo de aquellos d¨ªas, explica que "en situaciones dram¨¢ticas como ¨¦sta la capacidad de percepci¨®n de la realidad es muy reducida y se acaban asumiendo ciertos hechos que en condiciones normales ser¨ªan inaceptables". La misma madre, lo reconoce: "Al final nos lo acabamos creyendo, velamos el cuerpo y lo incineramos".
Las cenizas acabaron en una urna y se las llev¨® a su domicilio, en el barro de Vallecas. Pero la tarde del pasado d¨ªa 17 recibi¨® una llamada inesperada. "Ser¨ªan sobre las siete o las siete y media de la noche cuando llam¨® la polic¨ªa. Me dijeron que hab¨ªa habido una confusi¨®n con los cad¨¢veres y que fuese enseguida. En el Instituto Anat¨®mico Forense de Madrid me volvieron a ense?ar otro cad¨¢ver. "?Aquella s¨ª era mi hija! La reconoc¨ª enseguida", relata. Antes, la polic¨ªa hab¨ªa acudido a su domicilio para llevarse la urna con unas cenizas que en realidad correspond¨ªan a otra persona: T. B. S., de 40 a?os y cuya familia ha pedido expresamente que no se revele su identidad. La v¨ªctima ten¨ªa dos hijos y viajaba en el tren que estall¨® en El Pozo.
Tras identificar el nuevo cad¨¢ver, la madre se neg¨® a que la embalsamaran y traslad¨® el cuerpo al tanatorio de la M-30 para realizar un nuevo velatorio. Finalmente, Beatriz D¨ªaz Hern¨¢ndez fue incinerada la ma?ana del pasado d¨ªa 18. Ten¨ªa un hijo de nueve a?os y trabajaba de gobernanta en un hotel del centro de Madrid. Antes de entrar en el crematorio, los responsables de pompas f¨²nebres le entregaron a la madre la llave del ata¨²d. "?T¨®mala! Para que sepas que nadie va a abrir ese f¨¦retro", le dijeron, en un gesto ins¨®lito en casos as¨ª.
D¨ªas despu¨¦s de pasar por ese trago, la mujer censura "la precipitaci¨®n" con la que han actuado los poderes p¨²blicos con las familias de las v¨ªctimas. "Estaban deseando quitarse los muertos de encima y correr mucho porque ven¨ªan las elecciones", explica.
El error se descubri¨® tras un segundo cotejo minucioso de las huellas dactilares de ambas v¨ªctimas. Un portavoz policial explic¨® anoche que se trataba de "huellas muy parecidas" y record¨® que "en Ifema las condiciones de luz no eran las m¨¢s id¨®neas para que la polic¨ªa pudiera trabajar". D¨ªas despu¨¦s, esas mismas huellas fueron analizadas con m¨¢s detalle en la Comisar¨ªa General de Polic¨ªa Cient¨ªfica, a trav¨¦s del llamado Sistema Anat¨®mico de Identificaci¨®n Dactilar, que ofrece una gran precisi¨®n, explica el mismo portavoz, quien resalt¨® tambi¨¦n que se trata de "un caso aislado" y que no se han producido m¨¢s errores. Adem¨¢s, la familia de T. pudo ver las fotos que le hicieron al cad¨¢ver antes de entreg¨¢rselo a los otros familiares y reconocieron a la fallecida.
Aclarado el error, la urna con las cenizas de T. fue entregada a su familia la ma?ana del d¨ªa 19. Una de las personas que presenci¨® ese momento asegura que estaban muy tranquilos. Poco antes, en el Instituto Anat¨®mico Forense fue desprendida de esa urna la placa que ten¨ªa grabada la identidad de Beatriz D¨ªaz Hern¨¢ndez y que fue entregada a sus padres.
Carmen Balad¨ªa, directora del Instituto Anat¨®mico Forense, declin¨® cualquier responsabilidad en lo ocurrido. "Los m¨¦dicos forenses no hemos cometido ning¨²n error hasta el momento. Pregunte usted a la polic¨ªa cient¨ªfica", respondi¨® al ser preguntada sobre lo ocurrido. La madre recuerda tambi¨¦n que la familia sufri¨® otro equ¨ªvoco cuando el d¨ªa 14 acudi¨® al Ifema a recoger los enseres personales de la v¨ªctima. El n¨²mero de la bolsa correspond¨ªa al que le asignaron al cad¨¢ver de Beatriz, pero la propietaria de su contenido era otra persona.
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