El efecto espa?ol

Cambia Espa?a, cambia Europa. Ha bastado que saltara el tap¨®n Aznar para que cambiaran los ¨¢nimos en la UE. El Consejo Europeo de primavera que se cerr¨® ayer en Bruselas ha abierto la posibilidad de que antes del 1 de julio se concluya la Constituci¨®n europea, que qued¨® paralizada en noviembre ante la intransigencia de Aznar, entre otros. El cambio pone de manifiesto que cuando Espa?a est¨¢ implicada en el proyecto europeo contribuye a que avance, y cuando no, se atasca.

El nuevo ¨¢nimo es m¨¢s que oportuno. Hubiera resultado penoso que el pr¨®ximo 1 de mayo la UE hubiera procedido en tono depresivo a una hist¨®rica ampliaci¨®n a 10 nuevos miembros, que marca un paso decisivo en la unificaci¨®n continental. La ampliaci¨®n y la Constituci¨®n est¨¢n ¨ªntimamente relacionadas: m¨¢s all¨¢ de las mejoras institucionales que supone, el nuevo texto puede servir para tejer esa identidad colectiva en una Uni¨®n m¨¢s diversa, sin la que no hay Europa posible.

La UE afronta enormes problemas y retos, como demuestran, entre otras cosas, los propios atentados del 11-M en Madrid, que constituyen un golpe contra toda Europa y contra socios tan destacados como EE UU, Turqu¨ªa o Marruecos. La red terrorista que actu¨® en Madrid es tambi¨¦n una organizaci¨®n criminal europea que parece extenderse desde Alemania a Casablanca y que requiere eficacia y coordinaci¨®n europeas. El 11-M ha precipitado la puesta en marcha de una cooperaci¨®n antiterrorista europea, con el nombramiento de un coordinador para esta lucha - el holand¨¦s Gijs de Vries, que actuar¨¢ bajo el Alto Representante, Javier Solana-, pero tambi¨¦n han quedado patentes algunos l¨ªmites en esta colaboraci¨®n, que se hubieran tenido que superar ya tras el 11-S. Al menos la UE no ha perdido por el momento la cabeza y pretende librar esta lucha desde la democracia y el respeto a la libertades e ir a las ra¨ªces de los problemas.

Tambi¨¦n la agenda de Lisboa ha estado presente en Bruselas. En aquella cumbre portuguesa se estableci¨® un programa para hacer de la UE para 2010 la zona m¨¢s competitiva y de mayor empleo del mundo, algo que ha avanzado muy poco y constituye otra decepci¨®n para Aznar, que tanto apost¨® por este proceso. El presidente espa?ol, aislado y criticado en la UE por su gesti¨®n de la informaci¨®n tras el atentado, se despidi¨® ayer de sus colegas europeos con extra?os modos, al manifestar que de todos los dirigentes de esta Europa s¨®lo Blair vale la pena. Pero Blair, convencido de que se ha recuperado el "sentido de la unidad", ya ha girado hacia Zapatero, el dirigente que emerge en la nueva situaci¨®n. La exigencia del Consejo Europeo de que la ONU asuma un papel mucho m¨¢s central en Irak va en esta direcci¨®n y puede servir para recomponer el consenso roto en lo que hay que considerar ya como una UE de 25 socios.