La guarida de los terroristas
Los vecinos de la Vega del Taju?a apenas recuerdan a los presuntos terroristas, que llevaban cuatro a?os en la casa y viv¨ªan entre basura y chatarra
La casa donde, seg¨²n la investigaci¨®n policial, se prepararon las bombas del 11-M, es poco m¨¢s que un chamizo en una peque?a parcela de la carretera de Morata de Taju?a a Titulcia, en el t¨¦rmino municipal de Chinch¨®n, al este de Madrid. La direcci¨®n para encontrar a Jamal Zougam y sus c¨®mplices podr¨ªa ser: carretera M313, llamada ruta de la Vega del Taju?a, kil¨®metro 14, a la izquierda por el Camino de la Veredilla, la segunda parcela. El autob¨²s 337 tiene una parada en la entrada del camino. De all¨ª va a Santa Eugenia, camino de Conde de Casal.
Una verja de dos metros de alto con alambre de espino recib¨ªa ayer al cortejo de curiosos, vecinos de la Vega, que durante toda la jornada se acercaron a comprobar en persona que aquella era la casa que hab¨ªan visto en televisi¨®n. La parcela ofrec¨ªa un aspecto de abandono, con chatarra desperdigada por las esquinas, y peque?os montones de sacos de obra, palas y herramientas varias.
La vivienda principal tiene una planta de unos 40 metros cuadrados, con dos porches. Uno de ellos da a una piscina a medio construir, frente a la cual, bajo un toldo nuevo amarillo y blanco, tres sillas forman un corro. La parcela cuenta con tres cobertizos. En uno de ellos unas ramas apartadas permit¨ªan distinguir un agujero en el suelo a modo de zulo. En otro, vagaban dos gallinas. En el tercero, junto a la entrada, se encontraban cuatro bicicletas de monta?a, dos de ellas con la cadena inutilizada, y una moto Kawasaki TwinCam 16 v¨¢lvulas con un casco Yamaha.
El lugar no invita a demasiada relaci¨®n con los vecinos. A lo largo de la ruta de la Vega, se reparten propiedades de fin de semana, entre olivares y peque?os vi?edos. Desde el porche de la casa se ven kil¨®metros de campo fresco de la vega del Taju?a, con el Castillo de Casasola al fondo. Tan s¨®lo un chal¨¦ abandonado linda con la verja de los presuntos terroristas. Las propiedades est¨¢n muy dispersas, y a corta distancia s¨®lo dos casas est¨¢n habitadas todo el a?o en ese mismo camino.
Robert Zvonik, empleado de una cercana gasolinera de Cepsa en direcci¨®n Morata de Taju?a, cree recordar a los terroristas. "Empezaron a venir hace unos dos meses. Ven¨ªan bastante a menudo y se llevaban S¨²per 97 en garrafas", contaba ayer. Cuatro generadores port¨¢tiles desperdigados por la parcela atestiguan la necesidad de gasolina. Zvonik recuerda tambi¨¦n que llegaban en un Volkswagen Golf 4 azul. "Me acuerdo porque era el ¨²ltimo modelo y me llam¨® la atenci¨®n". Tambi¨¦n los vio en otro coche m¨¢s peque?o, rojo, del que no recuerda la marca. Nunca iba uno solo en el coche, pero el interlocutor sol¨ªa ser siempre el mismo: "Un tipo alto y flaco, con aspecto ¨¢rabe, y con un ojo raro, como medio gui?ado". No recuerda la furgoneta Renault Kangoo en la que se traslad¨® el explosivo hasta Alcal¨¢ de Henares.
Otros testimonios de vecinos hablan de ver a "cuatro moros con mono azul" trabajando en la casa o de c¨®mo se o¨ªa "m¨²sica ¨¢rabe" de cuando en cuando. Sin embargo, V¨ªctor, traductor de franc¨¦s e ingl¨¦s, y su mujer Vesma, son de los pocos vecinos cercanos que viven aqu¨ª todo el a?o.
"Llevan aqu¨ª unos cuatro a?os", comentaban ayer. Seg¨²n afirma V¨ªctor, prueba de ello son los cipreses que rodean la parcela, que alcanzan un tama?o superior a dos metros y que "plantaron nada m¨¢s llegar". El torre¨®n que hace las veces de segundo piso, "lo construyeron a finales de febrero". Esta pareja afirma que "hace tres semanas, en s¨¢bado, hubo una gran reuni¨®n en la casa". "Llegaron varios coches, motos, familias enteras con ni?os". Lo recuerdan perfectamente porque les sorprendi¨® ver "un cami¨®n metido en el jard¨ªn de la parcela".
Sobre los veh¨ªculos, s¨®lo recuerdan "un coche negro muy potente conducido por un chico muy joven". Dice Vesma que, al pasar con su hija, aquel hombre vestido elegantemente se le qued¨® mirando de manera amenazadora. "C¨®mo ser¨ªa que hasta mi hija peque?a, cuando pasamos de largo, me pregunt¨® '?por qu¨¦ te mira ese se?or?".
Justo al otro lado de la carretera, est¨¢ la entrada de la finca Casasola del Monte, coto privado de caza al que, seg¨²n coinciden todos los vecinos, acuden altas personalidades a cazar, incluido el Rey. Seg¨²n cuentan V¨ªctor y Vesma, aquel s¨¢bado hace tres semanas cuando vieron la casa llena de gente y un cami¨®n en el jard¨ªn, un cortejo que ellos identifican como el habitual del Rey se encontraba a la entrada del coto de caza, a unos 50 metros de los explosivos del 11-M.
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