Las bombas del 11-M fueron montadas la tarde anterior
Los terroristas probaron los detonadores en la casa de Chinch¨®n, antes de limpiarla y salir a matar
Los radicales isl¨¢micos que perpetraron el 11-M montaron y activaron las bombas la tarde antes del ataque en una construcci¨®n ilegal sita entre las localidades madrile?as de Morata de Taju?a y Chinch¨®n. La polic¨ªa ha hallado pruebas materiales que demuestran que el comando activ¨® desde all¨ª las tarjetas de los tel¨¦fonos m¨®viles usados como temporizadores. Pero cometieron un error: olvidaron hacer la primera llamada desde uno de los terminales (el de la bomba que fue desactivada). De no haber tenido ese fallo, los investigadores admiten que estar¨ªan perdidos. La pista de los m¨®viles ha sido la clave para que la polic¨ªa hallase la casa, registrada el viernes. Dentro hab¨ªa detonadores, restos de Goma 2, huellas y documentaci¨®n. Los investigadores casi han reconstruido el ataque.
La localizaci¨®n de la casa ha sido posible gracias a una labor de trigonometr¨ªa policial y trabajo de campo. La clave ha sido el tel¨¦fono Triumph, de Telef¨®nica-Movistar, pero desbloqueado y puesto en marcha con una tarjeta Amena-Auna con el n¨²mero 652 282 963. Este m¨®vil fue sacado intacto (incluso con su cargador el¨¦ctrico) de la mochila bomba recogida en la estaci¨®n del Pozo del T¨ªo Raimundo, llevada al improvisado tanatorio de Ifema, devuelta a la comisar¨ªa de Puente de Vallecas y desactivada all¨ª la madrugada del d¨ªa 12.
Esta tarjeta pertenec¨ªa a una partida de 100 comprada 15 d¨ªas antes de los atentados en un comercio de Alcorc¨®n, propiedad de dos ciudadanos indios. ?stos, tras ser interrogados, confesaron el s¨¢bado por la ma?ana, d¨ªa 13, que se las hab¨ªan vendido al marroqu¨ª Jamal Zougam, principal encartado hasta ahora en la masacre. En ese momento se dej¨® de dudar de la autor¨ªa de la matanza y se apunt¨® definitivamente hacia Al Qaeda.
La polic¨ªa comenz¨® a rastrear las llamadas efectuadas por tel¨¦fono m¨®vil a trav¨¦s de esas tarjetas y, gracias a una investigaci¨®n tecnol¨®gica -los investigadores han rogado que no se revele la t¨¦cnica-, comprob¨® que 14 de ellas fueron activadas en un punto situado entre las localidades madrile?as de Chinch¨®n, Morata de Taju?a y Titulcia. Tuvieron constancia tambi¨¦n de que los terroristas las activaron e hicieron la primera llamada (imprescindible para que funcione la tarjeta prepago) durante la tarde anterior a los atentados. Pero activaron todas menos una: la que no estall¨® y fue desactivada.
Detonadores quemados
Con estos datos, los agentes se echaron al campo hasta localizar una parcela con una burda construcci¨®n, un chamizo, una piscina y un pozo. Tardaron una semana en encontrarla y han estado vigil¨¢ndola durante otra semana, a la espera de que alguien acudiera. El viernes por la noche, hartos de esperar, irrumpieron en la casa. Estaba vac¨ªa, pero los agentes encontraron documentaci¨®n que est¨¢ siendo analizada, restos de Goma 2 ECO (usada en la masacre) y detonadores reventados o quemados. Los primeros fueron usados para probar su eficacia, mientras que los quemados lo fueron para eliminar rastros, seg¨²n fuentes policiales. Tambi¨¦n han hallado cientos de huellas dactilares, cuyo cotejo no hab¨ªa arrojado datos concretos, al menos hasta anoche.
?stos y otros datos han permitido a la polic¨ªa calificar esta casa como el taller donde se montaron las bombas, establecer relaciones entre ella y algunos de los encarcelados y reconstruir la ¨²ltima fase del ataque. Los terroristas -"una banda de fan¨¢ticos sin escr¨²pulos, que los puede haber entre radicales de cualquier color", apunta un experto- transportaron hasta Madrid en un coche robado, durante la ¨²ltima semana de febrero, los explosivos que supuestamente les facilit¨® en Asturias el ex minero Jos¨¦ Emilio Su¨¢rez Trashorras.
La Goma 2 fue llevada a la casa de Chinch¨®n, dividida en paquetes e metida en bolsas de pl¨¢stico azul. A ella adhirieron largos clavos de carpintero (algunos oxidados tras estar enterrados y otros nuevos) y colocaron los detonadores. Los tel¨¦fonos fueron llevados ya manipulados, supuestamente en el locutorio Nuevo Siglo, en el barrio de Lavapi¨¦s, donde los perforaron para introducir por el lateral dos cables unifilares (rojo y azul), que fueron unidos por sendas mordazas a los detonadores. La tarde anterior a los atentados, a pesar de que un decena de terroristas llevaba d¨ªas durmiendo en la vivienda, acabaron los artefactos y activaron los tel¨¦fonos con la primera llamada. Luego introdujeron las bombas en bolsas de loneta, algunas con las siglas "EFS MG". Pernoctaron en la casucha hasta que amaneci¨® el 11-M. Montaron en una furgoneta Renault Kangoo robada y se dirigieron por la carretera M-300 hacia Alcal¨¢ de Henares, distante 30 kil¨®metros. En la estaci¨®n de dicha ciudad subieron en los trenes y dejaron las mochilas. Entre las 7.34 y las 7.37 estall¨® la mayor tragedia desde la Guerra Civil.
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