TIBOR BUDI / ?Amazza!

Tibor Budi, alba?il rumano de 37 a?os, llevaba desde los 23 casado con Simona, y su fama de marido detallista se la hab¨ªa ganado d¨ªa a d¨ªa. En el ¨²ltimo San Valent¨ªn, Tibi llen¨® toda la cama de rosas rojas formando un gran coraz¨®n, con una rosa blanca en el centro, para que ella se lo encontrara al volver del trabajo.

"Mi hermana no ten¨ªa que hacer nada, porque ten¨ªa un marido que le resolv¨ªa todas las preocupaciones de la vida", cuenta Mihai Filip, su cu?ado. Las dos familias se conocen de toda la vida de Brasov, en el centro de Rumania. Siempre fue alba?il, primero all¨ª y luego en Italia, donde se le peg¨® la exclamaci¨®n ?amazza! (?madre m¨ªa!), que le sal¨ªa cada dos por tres. Tibor trabajaba con su amigo Alois Martinas en una reforma en Legan¨¦s. Murieron juntos en el tren. No pensaba salir de casa el fin de semana de las elecciones. Es m¨¢s, hab¨ªa advertido a Mihai de que tampoco saliera, porque seg¨²n ¨¦l "iba a haber un atentado de ETA".

En el a?o y medio que estuvo en Espa?a, Tibor se compr¨® una televisi¨®n, un v¨ªdeo, un DVD y una videoc¨¢mara. "Le encantaba la electr¨®nica. Llen¨® toda la casa de aparatos. Se estudiaba los manuales hasta que se sab¨ªa todos los botones. Despu¨¦s, siempre hab¨ªa algo que no le gustaba del aparato y lo cambiaba por otro", recuerda divertido Mihai.

Cada mes enviaba a su padre una caja con dulces. Encima pon¨ªa dinero y una cinta de v¨ªdeo con grabaciones caseras. Quer¨ªa volver, porque echaba de menos la nieve de la estaci¨®n invernal de Brasov. Acababa de comprar un piso all¨ª.