WIESLAW y PATRICIA RZACA / Un hombre que dec¨ªa lo que pensaba, y su hija, un beb¨¦ que no lloraba
Wieslaw, de 34 a?os, polaco y trabajador de la construcci¨®n, era un hombre directo, de ¨¦sos que dicen siempre lo que piensan. "No se andaba con cuentos. A lo mejor hablaba de un par de cosas solamente, pero lo que dec¨ªa era lo que pensaba, y punto", recuerda su cu?ada Kati. Lleg¨® a Espa?a hace ocho a?os. En Polonia dej¨® a Yolanda, su novia. Pero al cabo de un a?o vino ella y a los seis meses se casaron aqu¨ª.
A Wieslaw le gustaba comer, sobre todo dulces. De Espa?a le encantaban el jam¨®n y el marisco. Y en los fogones era el que mandaba. "Si ten¨ªa tiempo, cocinaba siempre y lo hac¨ªa muy bien", dice Kati. Tambi¨¦n sol¨ªa ir de compras. Y era capaz de llevarse a casa cualquier tonter¨ªa.
Wieslaw y Yolanda ten¨ªan una hija, Patricia, de siete meses. Viv¨ªan en un piso muy cerca de la estaci¨®n de Entrev¨ªas. A diario, la familia madrugaba para tomar el cercan¨ªas hasta Atocha. El matrimonio dejaba al beb¨¦ en casa de una amiga y despu¨¦s se iba al trabajo. Yolanda, que es asistenta, ha salvado la vida. Est¨¢ ingresada grave en el hospital Cl¨ªnico.
Los Rzaca pensaban volver a Polonia dentro de unos meses. Acababan de pagar, con los ahorros de Espa?a, la hipoteca de una casa muy cerca de Varsovia. "Es antigua, grande y con jard¨ªn. La estaban arreglando", dice Kati.
Wieslaw y Yolanda hab¨ªan intentado durante mucho tiempo tener un hijo. Hace ocho meses naci¨® Patricia. Y a Wieslaw se le ca¨ªa la baba con ella.
Patricia parec¨ªa tener m¨¢s de siete meses, de lo grande que estaba. Era muy espabilada para su edad, rubita y con unos ojos azules inmensos. Era en lo primero en lo que se fijaba la gente, en los ojos. Sus padres le hab¨ªan puesto una pulserita de oro con su nombre escrito en ella. Por las ma?anas la abrigaban con un mono azul y le colocaban un gorrito.
Nunca lloraba, ni siquiera por las noches o cuando la pasaban de brazo en brazo. "Patricia era tan tranquila que nadie habr¨ªa dicho que en esa casa viv¨ªa una ni?a peque?a", recuerda su t¨ªa. "Si hab¨ªa que cambiarle los pa?ales, Wieslaw y Yolanda lo hac¨ªan juntos".
Su madre le daba el pecho, pero hace poco Patricia hab¨ªa empezado a comer yogures y pur¨¦. Se re¨ªa todo el tiempo. Es la v¨ªctima m¨¢s joven del 11-M.-
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