TERESA TUDANCA HERN?NDEZ / "No entend¨ªa la maldad"
Teresa Tudanca Hern¨¢ndez, empleada de banca, ten¨ªa 49 a?os y dos Ramones: su hijo de 26 a?os y su marido. Hasta el martes estaba en la lista de los heridos el 11-M. Teresa trabajaba en la Banca Nazionale del Lavoro y tomaba el caf¨¦ solo con hielo. Hace unos d¨ªas, el camarero del restaurante al que iba a comer con sus compa?eras olvid¨® que no le hab¨ªan pedido una ensalada y un filete a la plancha; olvid¨® que Teresa faltaba. "Puso un vaso con cubitos de hielo cuando sirvi¨® los caf¨¦s". Visitaci¨®n -su compa?era, su amiga- se dio cuenta de que ¨¦se era "el vaso de Teresa" y se ech¨® a llorar, otra vez.
Teresa se llamaba "Santa Teresa" en el trabajo. "Era tan buena que muchas veces se aprovechaban de ella". "No pod¨ªa entender que alguien hiciera da?o a otra persona conscientemente". "De puro buena, era inocente". "No entend¨ªa la maldad". Quienes hablan son Visitaci¨®n, C¨¦sar, Miriam, Charo... El nombre da igual porque hablan "en nombre de todos los compa?eros". Por eso, porque a Teresa la quer¨ªan todos sus colegas. Ni uno solo de los 18 d¨ªas que ha estado ingresada han dejado de ir al hospital o de telefonear a sus familiares.
Su hermano Carlos cuenta que han sido d¨ªas muy duros. Ten¨ªan algo de esperanza, aunque los m¨¦dicos lo ¨²nico positivo que dec¨ªan era que su hermana no empeoraba. Pero Teresa no sali¨® del coma y falleci¨® hace dos d¨ªas en el hospital Doce de Octubre. Ella es la v¨ªctima 190. Detr¨¢s de este n¨²mero se quedan las piedras que coleccionaba, los viajes que hac¨ªa, el pat¨¦ y la mermelada que cocinaba, los libros de historia que le¨ªa, las pel¨ªculas de dibujos con las que disfrutaba, las reuniones familiares que organizaba... Y, sobre todo, sus dos Ramones: el marido y el hijo por el que Teresa pas¨® tantas noches en vela pendiente de su respiraci¨®n asm¨¢tica.-
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