Un aparente radical con capacidad negociadora
Es el "ministro canario" que el entonces candidato a La Moncloa, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, prometi¨® a los enfervorizados asistentes a los m¨ªtines de Las Palmas y Tenerife en el ecuador de la campa?a electoral.
Del equipo de los m¨¢s pr¨®ximos a Zapatero, Juan Fernando L¨®pez Aguilar, secretario de Libertades P¨²blicas y Desarrollo Auton¨®mico del PSOE, llega a un ministerio, el de Justicia, que conoce al dedillo por su labor de primer interlocutor del Pacto de Estado por la Justicia con los ministros populares ?ngel Acebes y Jos¨¦ Mar¨ªa Michavila.
Nacido en Las Palmas de Gran Canaria el 10 de junio de 1961, su curr¨ªculo universitario es apabullante, plagado todo ¨¦l de premios extraordinarios de licenciatura en Derecho, de fin de carrera, doctorado por Bolonia o m¨¢ster en Boston hasta su llegada a la c¨¢tedra de Derecho Constitucional de la Universidad de Las Palmas en 1993, o sea, a los 32 a?os.
Pero esa erudici¨®n es al propio tiempo uno de sus mayores problemas, ya que L¨®pez Aguilar habla a borbotones, con una rapidez inusitada y redunda como una ametralladora en toda su exposici¨®n. A los periodistas los desespera, por m¨¢s que los redactores parlamentarios le premiaron en 2002 como "Diputado revelaci¨®n". Al a?o siguiente qued¨® finalista en el de "Castigo a la Prensa". Los informadores califican sus dibujos y caricaturas como de "nivel profesional".
Por contra, da la imagen m¨¢s juvenil y moderna de todos los ministros de Zapatero, la sonrisa del aparato unida a la seriedad argumental y a una indiscutible capacidad negociadora a dos manos, una por cada tel¨¦fono m¨®vil.
La negociaci¨®n del Pacto de Estado por la Justicia se alcanz¨® tras cuatro meses de duro trabajo, 23 reuniones oficiales, cientos de llamadas, mensajes de Internet, viajes en avi¨®n y encuentros en pasillos y aeropuertos. Pero L¨®pez Aguilar y su compa?ero de negociaciones, Javier Barrero, no cedieron hasta conseguir un acuerdo sobre la forma de elecci¨®n del Consejo del Poder Judicial y sobre otros "m¨ªnimos", como la Ley del Jurado, considerados indeclinables por los socialistas.
Aunque en el desarrollo del Pacto se le ha acusado de hacer demasiadas concesiones a los populares, lo cierto es que la pol¨ªtica antiterrorista negociada directamente en los ¨²ltimos a?os entre Michavila y L¨®pez Aguilar ha dado innegables frutos para acabar con la kale borroka y reducir al m¨ªnimo la capacidad operativa de ETA. Incluso los aspectos m¨¢s conflictivos, como el m¨¢ximo de 40 a?os de c¨¢rcel para graves delitos terroristas, aparecen superados por los brutales atentados del 11-M.
La ruptura del Pacto le alej¨® moment¨¢neamente de la primera fila pol¨ªtica, a la que regresa ahora de ministro en el ¨¢rea que mejor conoce, ya que fue asesor de sus predecesores en Justicia, Enrique M¨²jica y Tom¨¢s de la Quadra. Ha trabajado adem¨¢s con Jer¨®nimo Saavedra en Educaci¨®n y Administraciones P¨²blicas.
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