Marionetas
Tras leer el domingo el reportaje Ellos las prefieren blancas, no he podido dejar de pensar en la contradicci¨®n que supone el que las europeas quememos nuestra piel para estar siempre bronceadas, y que miles de mujeres en Sur¨¢frica usen cremas abrasivas para alcanzar la palidez que las haga m¨¢s deseables.
Parece un simple caso de ese inconformismo de serie con el que nacemos todos, pero cuando los que prefieren son los mismos de siempre y las que no se conforman contin¨²an sin saber qui¨¦n controla su cuerpo, dejamos de estar ante una moda para recordar un problema social.
Mientras espero ansiosa el reportaje que desvele qu¨¦ es lo que ellas prefieren, me resistir¨¦ a la atracci¨®n del glamouroso mundo del retoque con photoshop. Porque la arruga siempre fue bella y las cartucheras dan personalidad; el ¨¦bano, compa?eras, esta temporada se vuelve a llevar.
El titiritero se lamenta, el negocio se agota. A nadie le conmueven ya sus marionetas. Una ejecutiva de mediana edad se le acerca para preguntar cu¨¢ndo comienza la funci¨®n. El titiritero se sorprende, jam¨¢s podr¨¢ imaginar que el gui?ol se ha convertido en un b¨¢sico para las chicas Cosmos.
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