Voz po¨¦tica de la realidad
Es sabido, y esta antolog¨ªa viene a demostrarlo, que Antonio Mart¨ªnez Sarri¨®n (Albacete, 1939) es uno de los referentes no ya elementales, sino imprescindibles de la poes¨ªa espa?ola del ¨²ltimo tercio del siglo XX, independientemente de denominaciones generacionales (poetas "nov¨ªsimos", culturalistas, sesentayochistas, poetas del lenguaje) y m¨¢s all¨¢ de juicios a veces simplistas y esquem¨¢ticos. Muchos de los rasgos generales esgrimidos para definir el periodo po¨¦tico del que forma parte han ocultado, bajo el peso de su significaci¨®n hist¨®rica, las estrategias necesarias para el conocimiento expl¨ªcito de una voz po¨¦tica marcada por el peso de la realidad y de la propia biograf¨ªa. ?ltima fe. Antolog¨ªa po¨¦tica, 1965-1999 es un trabajo espl¨¦ndido y ejemplar de ?ngel L. Prieto de Paula, que adem¨¢s de agudo lector de poes¨ªa, es un fil¨®logo atento a las ideas y al genio de la pasi¨®n m¨¢s que al dato circunstancial y exhibicionista. Esta antolog¨ªa, y el estudio que la acompa?a, es una muestra certera y un an¨¢lisis de los rasgos esenciales de la obra po¨¦tica de Mart¨ªnez Sarri¨®n.
?LTIMA FE.
Antolog¨ªa po¨¦tica, 1965-1999
Antonio Mart¨ªnez Sarri¨®n
Edici¨®n de ?. L. Prieto de Paula
C¨¢tedra. Madrid, 2003
361 p¨¢ginas, 9,90 euros
Partiendo de los hilos de una trama tejida desde el "modelo de representaci¨®n" y "la complicidad generacional" de sus primeros libros, y luego la "inflexi¨®n hac¨ªa lo ¨ªntimo", el desenga?o existencial y "el conocimiento del mundo" que han determinado el centro de su labor po¨¦tica, se llega hasta las ¨²ltimas estaciones de un camino que ha ido manifest¨¢ndose en sus versos de la mano de la creciente y s¨®lida madurez patente en sus m¨¢s cercanos poemarios, nacidos de una ret¨®rica m¨¢s intimista y menos ardorosa, pero igualmente tan ir¨®nica y sarc¨¢stica como decididamente expresiva. Ahora podemos proceder, gracias a una lectura compendiosa que re¨²ne todas las virtudes y todos los desgarros de la progresi¨®n creativa de Mart¨ªnez Sarri¨®n, a ponderar en su conjunto el valor intr¨ªnseco de una obra expuesta sin los ropajes que han escondido su verdadera raz¨®n de ser: se impone la evidencia tajante de su escritura po¨¦tica, su nexo entre la realidad y el lenguaje, las alternativas de una est¨¦tica pactada entre una tradici¨®n y una modernidad nunca excluyentes y siempre determinantes en su intensidad expresiva.
La sustancia metapo¨¦tica de sus poemas, algo que a veces oscurece en vez de alumbrar, es sin embargo reveladora de la actitud creadora de Mart¨ªnez Sarri¨®n, pues la poes¨ªa no es sujeto sino objeto del decir. As¨ª, el poema busca desde la reflexi¨®n, algo predominante en toda su escritura, ordenar y relacionar sus materiales, hilar sus tramas, sus insistencias y regresiones ante las pausas del pensamiento ensimismado, las sinuosidades y las elipsis de la existencia. Esta condici¨®n se establece sobre el cuerpo del poema: "La poes¨ªa es f¨¢brica de castigados muros / con alto tragaluz que s¨®lo al azar filtra / la m¨¢s perecedera luz del sue?o". Sobre los maquillajes expresionistas, la tensi¨®n del estilo y la riqueza verbal, la emoci¨®n contenida adquiere una radical capacidad significativa, desgranada tanto por la iron¨ªa como por el sarcasmo cr¨ªtico y la parodia, cuyo fondo nace de la claridad del conocimiento, de ese resto que queda: "Lo dem¨¢s es penumbra, griter¨ªo, / la deformante grieta del espejo, / los a?os desecando tanto aljibe / para, al cabo, encontrar monedas de lat¨®n". La importancia de esta poes¨ªa no est¨¢ s¨®lo es su af¨¢n ling¨¹¨ªstico, sino tambi¨¦n sentimental, sobre todo si la experiencia y la vida sobreviven metamorfoseadas en las palabras distantes del poema: "ese peque?o y abrigado puerto / donde arribo sediento, pero en paz".
Tras ser refugio del desenga?o, sin renuncias o arrepentimientos, la escritura po¨¦tica constata sus propios l¨ªmites desde la rada sin vientos de su horizonte. Una especie de actitud admonitoria frente a las trampas ilusorias y mundanas, que le hab¨ªan permitido llevar a cabo un ejercicio de exorcizaci¨®n frente "al repulsivo monstruo de u?as negras", lleva al poeta a erigir en sus versos una suerte de estricto y pagano memento mori, a levantar un clarificador arqueo vital para "aceptar los trazados del destino / con sereno talante, / con mano distendida y generosa / sin que importen sus rostros". Como afirma Prieto de Paula, dando significado al t¨ªtulo de esta antolog¨ªa, "la poes¨ªa aparece como ¨²ltima fe a la que un apego at¨¢vico impide arrinconar o destruir pese a su inutilidad pr¨¢ctica". Esta antolog¨ªa es un compendio atento a la tensi¨®n significativa e intelectual de una obra que es, adem¨¢s, un listado de pasiones, una cr¨®nica sentimental y un recuento moral a la altura del pulso est¨¦tico que estos poemas recogen, y que han crecido acordes a un sistema enunciativo coherente tanto en lo existencial como en lo po¨¦tico. De este libro nos queda pues, la buena fe de su escritura.
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