?Calle p¨²blica o privada?
El pasaje de la Concepci¨®, en el Eixample de Barcelona, es privado desde 1880 y los vecinos discrepan sobre si dar la propiedad al municipio
Baches, remiendos, charcos, mal olor. El pasaje de la Concepci¨® es una v¨ªa privada en pleno centro de Barcelona cada vez m¨¢s codiciada por los comerciantes, pero se encuentra en un lamentable estado de deterioro. El Ayuntamiento ha instado a los vecinos a arreglar el pasaje -situado entre el paseo de Gr¨¤cia y la Rambla de Catalunya-, que es privado desde hace 124 a?os. Los vecinos est¨¢n divididos. Algunos se han agrupado para acometer las obras y negocian con el Ayuntamiento. Otros apoyan ceder la propiedad al municipio para que se encargue de los arreglos.
El Ayuntamiento afirma que est¨¢ dispuesto a afrontar las obras en solitario si los vecinos le traspasan la propiedad del pasaje. "Si no hay traspaso, lo que les hemos dicho es que lo arreglen cuanto antes. Si, adem¨¢s, quieren limitar el tr¨¢fico, el Ayuntamiento les apoyar¨¢", puntualiza una portavoz del distrito del Eixample.
Pero los propietarios est¨¢n divididos. La presidenta de la asociaci¨®n de propietarios, Laura Gran¨¦s, defiende traspasar la propiedad al Ayuntamiento para que se encargue de las reformas. Gran¨¦s dice que las reformas tendr¨ªan un coste elevado. Hay que cambiar las cloacas, el firme y las aceras.
Otros vecinos consultados no quieren perder la propiedad y est¨¢n dispuestos a pagar a escote. As¨ª lo han hecho desde que en 1880 recibieron permiso del Ayuntamiento de la antigua vila de Gr¨¤cia para que el pasaje fuera privado. Y as¨ª continuaron haci¨¦ndolo a partir de 1897, cuando Gr¨¤cia se uni¨® a Barcelona.
Varios vecinos ya se han puesto manos a la obra y han aprobado crear una entidad para que se encargue de las reformas. "Hemos presentado los estatutos al Ayuntamiento y estamos pendientes de que nos los aprueben para nombrar una junta y poder empezar las obras", dice Ildefonso Falcones, abogado de uno de los propietarios del pasaje, el hotelero Jordi Clos.
Otros propietarios e inquilinos consultados tambi¨¦n quieren empezar las reformas cuanto antes. "Lo peor es el mal olor. Las cloacas son muy antiguas. Hay que arreglarlas cuanto antes. Parece mentira que esto pase en una calle tan c¨¦ntrica de Barcelona", dice la hermana Pilar, directora de la residencia universitaria Nuestra Se?ora de la Consolaci¨®n, ubicada en pleno pasaje.
La propietaria del restaurante El Tragaluz, Rosa Maria Esteva, tambi¨¦n aboga por hacer obras urgentemente. "Estamos dispuestos a hacerlo cuanto antes y a pagarlo nosotros mismos, sin esperar subvenciones municipales. No podemos seguir con los charcos y los malos olores. Las cloacas son de hace un siglo", afirma Esteva, que desembarc¨® en el pasaje hace tres lustros con un restaurante y ahora tiene dos en la calle.
A Esteva la apoya Luis Sans, gerente de la vecina sastrer¨ªa Santa Eul¨¤lia, que ocupa la esquina del pasaje con el paseo de Gr¨¤cia. "Aqu¨ª ha habido dos posiciones: la de los que no quer¨ªan abordar una obra en profundidad y prefer¨ªan ir tirando con peque?as reformas, y la de los que queremos una reforma a fondo porque la calle est¨¢ que da pena", recalca Sans.
El hotelero Jordi Clos, que est¨¢ construyendo un edificio en el pasaje, afirma: "La situaci¨®n de la calle es bastante lamentable. Tenemos que arreglarla porque es una de las v¨ªa m¨¢s emblem¨¢ticas del Eixample. Si estuviera en una ciudad como Mil¨¢n o Par¨ªs, esto no estar¨ªa as¨ª".
Gran¨¦s discrepa. "El pasaje debe pasar a ser propiedad del Ayuntamiento. Ya pagamos los impuestos y, adem¨¢s, el mantenimiento", insiste la presidenta de la comunidad de propietarios. "En el fondo ¨¦sta es una calle m¨¢s de la ciudad y nadie sabe si es privada o p¨²blica", recalca Gran¨¦s, que afirma que no ha sido invitada a la constituci¨®n de la entidad creada para realizar las obras.
Otro asunto pendiente es la posible limitaci¨®n del tr¨¢fico en la calle. La v¨ªa est¨¢ ahora abierta a la circulaci¨®n y algunos conductores la utilizan como atajo entre el paseo de Gr¨¤cia y la Rambla de Catalunya.
Lorenzo Quinn llega a la v¨ªa
El pasaje tendr¨¢ un nuevo inquilino dentro de unos meses. El escultor norteamericano Lorenzo Quinn, afincado en Gav¨¤ (Baix Llobregat) desde hace unos a?os, abrir¨¢ en ¨¦l un restaurante que ocupar¨¢ dos plantas m¨¢s s¨®tano y tendr¨¢ anexa una sala donde se exhibir¨¢n sus obras.
El negocio de Lorenzo Quinn, hijo del c¨¦lebre actor Anthony Quinn, se instalar¨¢ en un edificio que est¨¢ construyendo en el pasaje el hotelero Jordi Clos, que es propietario del grupo Derby.
El hotelero ya ha llegado a un acuerdo con el escultor y reservar¨¢ dos plantas y el s¨®tano del inmueble para el restaurante. Los restantes pisos se destinar¨¢n a oficinas. Al auge comercial de la calle se ha unido el de los servicios de restauraci¨®n que han abierto sus puertas en ella en los ¨²ltimos a?os. El primero fue El Tragaluz. Le sigui¨® El Japon¨¦s, propiedad del mismo grupo, hace seis a?os.
El de Quinn ser¨¢ el tercer local de este tipo que se abre en el pasaje. Dos vecinos de la calle que piden mantener el anonimato coinciden en que quiz¨¢ son demasiados restaurantes en tan poco espacio. "Pero ya veremos lo que pasa", afirma uno de ellos.
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