El peso de la diversidad
Las legislaturas sin mayor¨ªa absoluta son mucho m¨¢s ricas desde un punto de vista democr¨¢tico y pol¨ªtico que las que tienen que contar con gobiernos "superprotegidos". La que se inaugur¨® ayer va a tener, seg¨²n el nuevo presidente del Congreso de los Diputados, Manuel Mar¨ªn, "un Parlamento abierto, plural y de gran anchura pol¨ªtica". Es verdad y es tambi¨¦n cierto que el PSOE lo considera, por lo menos de momento, una gran virtud. No hay que descartar, sin embargo, que termine algo cansado de tanta diversidad. Desde luego la va a notar continuamente.
La VIII legislatura va a ser complicada. No solo por los temas que van a discutirse, especialmente el territorial, sino tambi¨¦n porque estar¨¢ necesitada de muchas negociaciones. Pero una cosa es negociaci¨®n y otra, consenso. Eso no existe, ni es previsible. El principal partido de la oposici¨®n, el PP, con 148 diputados, ha marcado inmediatamente sus aspiraciones: quiere que se le considere "el ¨²nico" partido de oposici¨®n. Es poco probable que lo consiga , pero est¨¢ decidido, afirman sus responsables, a hacer una firme pol¨ªtica de desgaste de los socialistas y desde el primer d¨ªa. Por lo menos, eso s¨ª qued¨® claro ayer: no habr¨¢ periodo de gracia.
El problema para el PP, sin embargo, es que para hacer esa pol¨ªtica tendr¨¢ primero que solucionar el patio interior, todav¨ªa sin arreglar. Ayer en los pasillos del Congreso se o¨ªa mucho la pregunta "?Y t¨², a d¨®nde vas?". Decenas de ex cargos tienen ahora una simple acta de diputado que no ofrece protagonismo ni actividad suficiente. Algunos han pasado f¨ªsicamente de sentarse detr¨¢s del banco azul, donde comentaban casi a diario con los ministros, a ocupar un esca?o en la ¨²ltima fila del hemiciclo y tras una columna.
Repartir los pocos "focos" disponibles ser¨¢ una de las primeras tareas, y de las m¨¢s dif¨ªciles, para el portavoz popular, Eduardo Zaplana. El pol¨ªtico valenciano es uno de los que m¨¢s se juega en esta legislatura: llega al cargo de portavoz sin el respaldo completo de su partido y tendr¨¢ que gan¨¢rselo antes del Congreso de octubre, en el que se ver¨¢ mejor c¨®mo queda el juego y la posible renovaci¨®n. De momento, ayer se vislumbraba un posible perdedor, Javier Arenas, que se va a Andaluc¨ªa y cuya gente de confianza ha abandonado ya casi todas las posiciones clave.
La sesi¨®n de apertura del Congreso, tradicionalmente muy poco brillante, dej¨®, sin embargo, algunas pinceladas dignas de atenci¨®n. Por ejemplo, la constataci¨®n de que ERC y PNV se "vigilan" para dejar bien alto el pend¨®n y que pueden terminar llenando esta legislatura de variadas "ceremonias de gestos", en las que cada uno controle el gui?o de su socio y lo amplifique convenientemente.
Llama la atenci¨®n tambi¨¦n el despliegue con el que se mueve Josep Antoni Duran Lleida, el nuevo portavoz de Convergencia y Uni¨®, un pol¨ªtico que reclamar¨¢ sin duda protagonismo y que luchar¨¢ a brazo partido para evitar que el PP, ni nadie, le oscurezca o ningunee. Duran, que procede de la democracia cristiana, opt¨® ayer, sin embargo, por prometer y no jurar su cargo. En realidad, fueron pocos los que juraron, y casi todos en las filas de PP y del PNV (juramento por "imperativo legal" estos ¨²ltimos, pero juramentos religiosos, al fin y al cabo).
El despliegue policial fue superior incluso al de otras ocasiones, quiz¨¢s porque se supo pronto que hab¨ªan aparecido explosivos en una v¨ªa de tren y porque hubo m¨¢s de un escalofr¨ªo en la espalda. Los polic¨ªas nacionales que vigilaban el Palacio de San Jer¨®nimo se cuadraron ante el pr¨®ximo presidente del Gobierno en cuanto le vieron. Y Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero pas¨® entre los suyos casi sin pararse a comentar, pero dando la impresi¨®n de que, quiz¨¢s, les va a exigir m¨¢s de lo que algunos esperan. En los pasillos, como siempre en estas ocasiones, muchas noticias y rumores sobre nombramientos de segunda fila. El mejor recordaba que el Banco de Espa?a queda disponible en 2005 y que Luis ?ngel Rojo tuvo dos disc¨ªpulos predilectos: el propio Miguel Sebasti¨¢n y Julio Segura.
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