Diego Santom¨¦ lleva su propuesta de fundaci¨®n art¨ªstica al Artium
El creador gallego ofrece un museo en miniatura con obras actuales
La Fundaci¨®n Diego Santom¨¦ (FSD) se ha instalado hasta el pr¨®ximo 4 de julio en el Artium en Vitoria. Como en el juego de las mu?ecas rusas, esta iniciativa realizada por el artista gallego del mismo nombre es una reproducci¨®n de un museo de arte contempor¨¢neo no exenta de cierta retranca gallega que se presenta dentro de otro museo. La muestra de Diego Santom¨¦ (Vigo, 1966) en la pinacoteca vitoriana se completa con el cortometraje Proyecto n? 15 y la instalaci¨®n titulada Pasen y vean.
La exposici¨®n, ubicada en la sala Este Alta, se abre con esta instalaci¨®n interactiva, que juega con algunas de las aportaciones tecnol¨®gicas m¨¢s populares, como los mensajes a trav¨¦s de tel¨¦fono m¨®vil y las videoconsolas. La propuesta de Santom¨¦ es rotunda: para qu¨¦ ir a un museo o hacer colas para ver una exposici¨®n. Eso era antes de que naciera este invento, parece sugerir la pantalla que ofrece la posibilidad de ver tres v¨ªdeos, previo env¨ªo de un mensaje por tel¨¦fono m¨®vil con el t¨ªtulo correspondiente.
La iron¨ªa del autor se encuentra en el resto de su creaci¨®n y, por supuesto, en la obra principal de la muestra, la FSD, que incluye todos los ¨¢mbitos de un museo, hasta el merchandising. El visitante puede disfrutar de los planos del centro de arte, de las ampliaciones que se han realizado expresamente para la exposici¨®n en el Artium, o de los paisajes virtuales que rodean a esta fundaci¨®n tambi¨¦n virtual. Incluso la instalaci¨®n dedicada a reproducir las salas de exposiciones presenta obras de arte reales, pero del tama?o necesario para tener cabida en el minimuseo de la FSD. Entre la selecci¨®n hay cortos, pinturas, fotograf¨ªas y esculturas de artista reconocidos como Ana Laura Alaez, Carles Congost, El Perro o Francisco Queir¨®s.
La exposici¨®n se cierra con el corto Proyecto n? 15, una pel¨ªcula asfixiante en la que, durante quince minutos, un individuo pugna por salir de una sala blanca cerrada herm¨¦ticamente y a la que ha llegado sin saber c¨®mo.
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