La 't¨¢ctica Daucik'

Las cosas no van bien en Italia. La econom¨ªa se estanca, los precios aumentan, hay bronca por Irak, el terrorismo da miedo y el f¨²tbol va a la ruina.

La clase pol¨ªtica dedica la jornada laboral a tirarse los trastos a la cabeza. La cosa es tan seria que el presidente del Gobierno, Silvio Berlusconi, ha tenido que efectuar esta semana una declaraci¨®n tranquilizadora: "Yo nunca he dejado de estar de acuerdo conmigo mismo". ?Ufff, menos mal!

Pero no basta. Hacen falta soluciones profundas. E Italia, pa¨ªs imaginativo y f¨¦rtil, parece dispuesta a recurrir a una f¨®rmula revolucionaria y procedente de los anales balomp¨¦dicos: la llamada t¨¢ctica Daucik.

No muchos recordar¨¢n a Fernando Daucik, un t¨¦cnico checo que lleg¨® al f¨²tbol espa?ol a principios de los a?os 50 y que, a lo largo de dos decenios, entren¨® a much¨ªsimos clubes. El hombre conoc¨ªa su oficio y gan¨® t¨ªtulos. Pas¨® a la historia, sin embargo, por sus innovaciones de pizarra, ocasionalmente exc¨¦ntricas.

Con el Barcelona decidi¨® inventar la t¨¢ctica del fuera de juego en un partido contra el Espanyol, el 15 de abril de 1951: los azulgrana perdieron por 6-0. Con el Madrid coloc¨® a un defensa, Etura, como delantero centro nada menos que en Old Trafford: los blancos perdieron por 3-0.

En una final europea, el 2 de julio de 1952, los jugadores barcelonistas optaron por borrar la pizarra de Daucik: ganaron, claro.

Hoy en d¨ªa, se conoce como t¨¢ctica Daucik el rasgo de genialidad t¨¦cnica por el que todos los futbolistas intercambian sus funciones sobre el campo y... a ver qu¨¦ pasa.

En eso est¨¢ Italia. Los entrenadores han empezado a encargarse de la pol¨ªtica. ?igase, por ejemplo, a Fabio Capello, el del Roma: "Creo que hay una lucha intestina en cierto partido en el que falta el jefe y todos se mueven para ganar espacio; Roma les proporciona una gran visibilidad".

Capello habla de la Liga Norte, el partido federalista, pero no se le entiende nada: puro clasicismo pol¨ªtico.

Al entrenador del Lazio, Roberto Manzini, le va m¨¢s el lenguaje regeneracionista: "Hay demasiada demagogia en los juicios, un moralismo excesivo y fuera de lugar".

A divertirse todos

?Y qu¨¦ hacen los pol¨ªticos? Ocuparse del calcio, por supuesto.

Massimo d'Alema, el presidente de los Dem¨®cratas de Izquierda (ex comunistas), segundo partido del pa¨ªs, opina: "Son intolerables las manifestaciones de hostilidad por parte de miembros del Gobierno contra los equipos romanos".

En esto, como en otras cosas, tiene ventaja Berlusconi, que lleva a?os inspir¨¢ndose en Daucik y lo mismo hace las alineaciones del Milan (dice) que preside el Gobierno. Il Cavaliere llega a la s¨ªntesis total: "El Milan sigue venciendo y divirtiendo; yo, ahora, tengo intenci¨®n de hacer que mi Gobierno venza y os divierta a todos".

Mamma mia!