La paciencia de los chi¨ªes se agota

Dos dudas surgen ante los incidentes de ayer en Nayaf. La primera, por qu¨¦ la manifestaci¨®n de los radicales chi¨ªes se torn¨® violenta cuando hasta ahora hab¨ªan dado ejemplo de disciplina y contenci¨®n. La segunda, por qu¨¦ EE UU ha permitido que se responsabilice a las tropas espa?olas de una detenci¨®n que sus portavoces aseguran no haber realizado. Si en el primer caso cabe lo indeliberado, el segundo resulta tanto m¨¢s inquietante cuanto que anoche el portavoz del administrador estadounidense para Irak segu¨ªa sin dar detalles sobre la detenci¨®n de Mustaf¨¢ al Yaqubi, aunque reconoc¨ªa que est¨¢ "bajo custodia de las fuerzas de la coalici¨®n".

?Qui¨¦n est¨¢ forzando a qui¨¦n? La explicaci¨®n inmediata: los chi¨ªes, hartos de esperar a recibir su trozo de pastel pol¨ªtico, se han echado a la calle para exigir lo que creen que les pertenece. Ayer, las manifestaciones fueron simult¨¢neas en Bagdad, Basora, Nasiriya, Amara y Nayaf. "Una demostraci¨®n de fuerza para probar el peso de su movimiento en la comunidad", seg¨²n reconoci¨® al concluir la marcha de los 15.000 milicianos del Ej¨¦rcito del Mahdi en Ciudad S¨¢der, Qais al Jazaali, uno de los responsables de la oficina de M¨²qtada al S¨¢der en esa barriada chi¨ª del este de Bagdad.

Sin embargo, el alborotador M¨²qtada, como se refieren al cl¨¦rigo radical los dirigentes pol¨ªticos convencionales, se ha cuidado muy mucho de llamar a la violencia directa y ha mantenido a sus seguidores bajo control. Sabe, desde el pasado verano, cuando recibi¨® las primeras advertencias de los americanos, que sus peroratas contra la ocupaci¨®n se vigilan de muy cerca. Adem¨¢s, tiene que guardar un delicado equilibrio para no desautorizar directamente al gran l¨ªder espiritual chi¨ª, el gran ayatol¨¢ Al¨ª Sistani, que, como el resto de los mary¨¢ie (fuentes de emulaci¨®n) de Nayaf, se opone a la confrontaci¨®n directa.

?Y si son los estadounidenses los que quieren deshinchar el bal¨®n chi¨ª antes de la transferencia de poder del 30 de junio? La detenci¨®n de Mustaf¨¢ al Yaqubi, mano derecha y portavoz de M¨²qtada en Nayaf, ser¨ªa el segundo paso tras el cierre hace ocho d¨ªas de su ¨®rgano de propaganda, el semanario Al Hawza al Natiqa (El Portavoz de la Hawza). La orden de clausura aduc¨ªa "incitaci¨®n a la violencia", pero s¨®lo dos de los art¨ªculos a los que hac¨ªa referencia eran recientes (del 26 de febrero). El resto se remontaban a agosto pasado. Desde su cierre, decenas de miles de personas han pedido a diario en Bagdad su reapertura.

Radicalizaci¨®n

A preguntas de esta enviada, un portavoz de la coalici¨®n calific¨® de "insignificante" el momento elegido para el cierre. Y eso a pesar de que se produce en una coyuntura de tensi¨®n con los chi¨ªes tras aprobarse una ley b¨¢sica que no les satisface y despu¨¦s de los graves atentados que sufrieron durante la Achura. Si a su frustraci¨®n pol¨ªtica se suma el deterioro de sus condiciones de vida, se tienen todos los elementos para una radicalizaci¨®n de la que M¨²qtada, heredero de una dinast¨ªa de destacados cl¨¦rigos, pero demasiado joven para ser respetado entre los ulemas, ha sabido aprovechar con m¨¢s olfato pol¨ªtico que religioso.

S¨®lo un plan de cerco a los radicales chi¨ªes justificar¨ªa que Estados Unidos siga silenciando que fueron sus fuerzas especiales las que detuvieron a Al Yaqubi en la madrugada del s¨¢bado. Tal eventualidad se apoya adem¨¢s en el hecho de que la medida fue decidida "al m¨¢s alto nivel en Bagdad". Fuentes militares y diplom¨¢ticas espa?olas en Irak remiten al comunicado de Defensa, que se limita a decir que el cl¨¦rigo se encuentra "bajo custodia de fuerzas de la coalici¨®n". Sin embargo, bajo la prudencia de sus palabras, se percibe el malestar por lo que algunos observadores ven como un castigo por el anuncio de la retirada de las tropas espa?olas. Si no es as¨ª, carece de sentido que 24 horas despu¨¦s de la detenci¨®n, la oficina del portavoz de Bremer siga sin dar detalles al respecto.