El tel¨¦fono ya no es un aparato, es una aplicaci¨®n
LA TELEFON?A POR INTERNET ES una oportunidad para un p¨²blico deseoso de reducir el coste de sus comunicaciones, pero las empresas de telecomunicaci¨®n la ven como una amenaza. Las posiciones de monopolio mantenidas a pesar de las desregulaciones y las tarifas exorbitantes aplicadas a las llamadas, o sea, su propio modelo econ¨®mico, est¨¢n en cuesti¨®n. Queda por ver c¨®mo van a reaccionar.
Primero hay que tener en cuenta que si bien la tecnolog¨ªa (y la voluntad para usarla) ya es accesible, la revoluci¨®n no se dar¨¢ ma?ana. Forrester, la conocida empresa de an¨¢lisis de mercado, indica que apenas el 20% de las empresas tienen (o se preparan para tener) una instalaci¨®n VOIP (voice over Internet protocol) y el 15% dispone de Wi-Fi. El gabinete de estudios In-Stat/MDR considera, por su parte, que el 4% de las empresas utilizan VOIP y calcula que la proporci¨®n se elevar¨¢ al 19% en el a?o 2007.
La revoluci¨®n llegar¨¢. "Es la ola del futuro", dice Samuelson. "El reto para los negocios es convertir el aparente caos en inversiones"
La telefon¨ªa por Internet permite ahorrar el 50% o m¨¢s del presupuesto telef¨®nico de una empresa y recurrir a servicios m¨¢s avanzados, como la videoconferencia
La telefon¨ªa por Internet permite ahorrar el 50% o m¨¢s del presupuesto telef¨®nico de una empresa y permite recurrir a servicios m¨¢s avanzados, como la integraci¨®n del correo electr¨®nico, la mensajer¨ªa instant¨¢nea, el tel¨¦fono y la videoconferencia. NexTel la utiliza en su servicio Push-to-talk, que permite usar sus tel¨¦fonos m¨®viles como si fueran walkie-talkies.
Uno de los sectores m¨¢s prometedores parece ser la convergencia entre VOIP y Wi-Fi, la tecnolog¨ªa de comunicaci¨®n inal¨¢mbrica entre computadoras. Juntas, trastocan el paradigma de comunicaci¨®n en el seno de una empresa, sobre todo si el personal es m¨®vil.
Frente a esta amenaza, las grandes empresas norteamericanas de telefon¨ªa (AT&T, BellSouth, SBC, Verizon, etc¨¦tera) ya utilizan discretamente la VOIP. El 10% de las comunicaciones telef¨®nicas internacionales ya caen en esta categor¨ªa, seg¨²n News.com, mientras que apenas el 1% se inicia en un tel¨¦fono especial.
La revoluci¨®n no es para ma?ana, pero llegar¨¢. "Es la ola del futuro", acaba de escribir el economista Robert Samuelson en The Washington Post, antes de precisar: "El reto para el Gobierno y el mundo de los negocios es convertir este aparente caos en un boom de las inversiones".
La presi¨®n a favor de la innovaci¨®n proviene, como hemos visto en semanas pasadas, de empresas j¨®venes que proponen dos tipos de soluci¨®n. Por una parte, Net2Phone y Vonage usan fundamentalmente la infraestructura existente y cobran por las llamadas. Por otra, Skype propone una soluci¨®n totalmente diferente en la cual las llamadas son gratis y el tr¨¢fico est¨¢ asegurado por las computadoras de los usuarios. Usan los cables instalados, pero ignoran la arquitectura de las empresas telef¨®nicas.
El primer modelo consiste en modificar el sistema gracias a tecnolog¨ªas nuevas; el segundo, en sustituirlo por otro nuevo. Clay Shirky, uno de los analistas m¨¢s respetados de Internet, afirma: "Las empresas instaladas no tienen m¨¢s elecci¨®n que adoptar a VOIP alg¨²n d¨ªa, debido al ahorro que representa y a su mayor flexibilidad. Sin embargo, pueden retrasar ese d¨ªa significativamente con una estrategia de ataque a sus competidores mediante el sistema de regulaci¨®n mientras atrasan la puesta en marcha de su propio uso de la tecnolog¨ªa".
El 24 de marzo, AT & T hizo p¨²blica una estrategia de "aceleraci¨®n" de oferta de servicios VOIP (la empez¨® a utilizar en 1997), pero la limita a las empresas. A la vez, esas empresas cabildean en la Comisi¨®n Federal de Comunicaci¨®n para que imponga impuesto a las comunicaciones de voz por Internet. Una nueva reglamentaci¨®n es indispensable, ya que las disposiciones vigentes que distinguen entre voz y datos no valen cuando todo se digitaliza y circula bajo forma de bits.
Est¨¢ en juego un modelo de telefon¨ªa radicalmente diferente en el que el tel¨¦fono deja de ser un aparato para volverse una aplicaci¨®n de Internet. Nada proh¨ªbe pensar, escribe Samuelson, que "Microsoft o Dell se vuelvan compa?¨ªas telef¨®nicas". Tambi¨¦n lo podr¨ªa ser Skype o, en esta misma l¨®gica, una red de usuarios, o sea: nosotros.
CLAY SHIRKY: www.shirky.com/writings/voip_a_b.html
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