"Lo mejor es volver a verlo en v¨ªdeo"
Los deportivistas no ocultan su euforia, pero rechazan que sean los favoritos para el t¨ªtulo
Riazor tard¨® media hora en quedar vac¨ªo, como si la gente quisiera aferrarse al escenario de la remontada imposible para convencerse de que lo que hab¨ªa contemplado era real. Cuando el estadio ya estaba desierto y silencioso, un estr¨¦pito de bocinas estall¨® por toda la ciudad entre el viejo grito de guerra para los grandes triunfos del Deportivo: "A Coru?a, entera, se va de borrachera". Los ecos casi alcanzaban los vestuarios de Riazor, donde la apariencia flem¨¢tica del entrenador del Deportivo, Javier Irureta, apenas ocultaba la euforia que le bull¨ªa por dentro. "Esto es lo que cualquier entrenador del mundo pod¨ªa so?ar", sentenci¨® Irureta.
"He estado con la selecci¨®n, he jugado un Mundial, he marcado goles importantes... Pero esto es lo m¨¢s grande que me ha ocurrido desde que soy futbolista". Para Albert Luque fue una noche de sensaciones desconocidas. Por su tercer gol, el que daba al Deportivo la clasificaci¨®n, por el resultado final y tambi¨¦n por las escenas que vivi¨® en la caseta durante el descanso. El Depor hab¨ªa logrado lo impensable, voltear la eliminatoria en s¨®lo 45 minutos, y el equipo se mir¨® en el abismo, consciente de que en ese momento no pod¨ªa dejar escapar lo que hab¨ªa logrado de forma tan asombrosa. "Nunca hab¨ªa visto en un vestuario lo que pas¨® en el descanso", relat¨® Luque. "Hab¨ªa una tensi¨®n y nerviosismo enormes. La gente no paraba de gritar y todo el mundo hablaba a la vez".
"Nos infundi¨® fe ver lo que le sucedi¨® el martes al Madrid en M¨®naco", revela Mauro Silva
Luque reconoce que el optimismo que trataron de vender en la v¨ªspera era pura ret¨®rica
En esos momentos, los futbolistas del Deportivo luchaban contra su propia incredulidad. Porque, como admitieron al terminar el choque, el optimismo que trataban de vender en la v¨ªspera era pura ret¨®rica. "Nadie cre¨ªa en esto, ni siquiera nosotros mismos", confes¨® Luque. "Trat¨¢bamos de hacer declaraciones optimistas, pero sab¨ªamos que s¨®lo hab¨ªa una posibilidad entre mil". Todas esas sensaciones se acumularon en el coraz¨®n de Luque cuando, al borde del descanso, Nesta fall¨® un despeje y el extremo deportivista recibi¨® la pelota con el camino franco hacia el ¨¢rea: "Me extra?¨® mucho que el portero no saliese y eso me dio tiempo a pensar. Me di cuenta que ese gol nos daba la clasificaci¨®n [era el tercer gol] y entonces... Creo que los gritos de la gente me ayudaron a marcar. Busqu¨¦ la colocaci¨®n y tir¨¦ con toda la rabia que me sali¨®".
Mauro Silva tambi¨¦n era de los que cre¨ªan muy poco en las posibilidades de dar la vuelta al 4-1 de San Siro. "Nadie daba un duro por nosotros... ni siquiera nosotros mismos", se?al¨® el centrocampista brasile?o. "Pero a m¨ª me infundi¨® fe ver lo sucedido el d¨ªa anterior en M¨®naco. Nadie cre¨ªa en la derrota del Madrid y sin embargo se produjo. Y yo no pude dejar de pensar que tal vez lo nuestro tambi¨¦n era posible".
Ni siquiera el primer gol, con s¨®lo cinco minutos de partido disputados, logr¨® que los deportivistas abandonasen su resignado realismo. Fue el segundo tanto de Valer¨®n, en el minuto 35, el que definitivamente dispar¨® la fe de los blanquiazules. "Ese tanto fue el que cambi¨® el partido", afirm¨® Irureta. "Despu¨¦s del primer gol, el Milan nos meti¨® en apuros. Pero el segundo lo cambi¨® todo an¨ªmicamente. Nosotros cogimos fe y confianza y el Milan se fue a la retaguardia". La misma sensaci¨®n que capt¨® Irureta desde el banquillo la tuvo tambi¨¦n Pandiani sobre el campo. "Despu¨¦s del segundo gol, se notaba que a ellos le pudieron las dudas", asegur¨® el delantero uruguayo, uno de los h¨¦roes de la noche. "Se les ve¨ªa una sensaci¨®n amarga, porque se daban cuenta de que estaban a un gol de la eliminaci¨®n. No sab¨ªan si irse arriba o tratar de defender el resultado. Ah¨ª aprovechamos nosotros para meter el tercero y ya no pudieron levantarse".
Orgullosos por la gesta conseguida, los jugadores blanquiazules se esforzaron, sin embargo, por moderar la euforia. Nadie quiso asumir que, tras haber tumbado de semejante manera al actual campe¨®n, el Depor se ha convertido en el favorito para conquistar la Liga de Campeones. Tras haber ca¨ªdo dos veces en los cuartos de final, y con el Milan, el Madrid y el Arsenal fuera de combate, los blanquiazules se encuentran ante la oportunidad so?ada desde hace cuatro a?os. Pero nadie quiso ir m¨¢s all¨¢ de la pr¨®xima eliminatoria contra el Oporto, una ciudad casi vecina, a la que est¨¢ garantizada una masiva peregrinaci¨®n de aficionados gallegos. "Es una oportunidad muy bonita la que tenemos por delante", relat¨® V¨ªctor; "pero el Depor no es favorito porque no tiene en su haber ninguna Liga de Campeones "y eso es lo que da ese cartel de favoritos".
"Hicimos el partido perfecto. A una victoria as¨ª no se le puede poner ning¨²n pero, y lo mejor que se puede hacer es sentarse en el sal¨®n, volver a ver el partido en v¨ªdeo y disfrutarlo", a?adi¨®.
Quien menos disimulaba su emoci¨®n era el presidente, Augusto C¨¦sar Lendoiro. "Hemos goleado al mejor equipo del mundo... Eso es algo muy dif¨ªcil de explicar con palabras", musitaba entre abrazo y abrazo. Lendoiro fue el ¨²nico que se atrevi¨® a hablar de una posible final: "El pr¨ªncipe Alberto de M¨®naco me debe una. Despu¨¦s de haberle visto hacer la ola el d¨ªa que nos metieron ocho goles en su estadio, espero encontrarme con ¨¦l en la final para saldar esa deuda".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.