Condoleezza Rice testifica hoy sobre el 11-S

Toda la atenci¨®n del Washington pol¨ªtico est¨¢ hoy puesta en la comparecencia de Condoleezza Rice, consejera de Seguridad del presidente Bush, ante la comisi¨®n que investiga el grado de preparaci¨®n de EE UU ante las amenazas terroristas previas a los atentados de Nueva York y Washington. La Casa Blanca se neg¨® al principio a que Rice declarara, ampar¨¢ndose en el d¨¦bil argumento de la ausencia de precedentes y la separaci¨®n de poderes. Pero el propio presidente tuvo que rectificar tras la presi¨®n que ha desencadenado Richard Clarke: el responsable de la lucha contra el terrorismo con Clinton -y con Bush hasta hace 13 meses- asegura que sus advertencias sobre el peligro que supon¨ªa Al Qaeda no fueron asumidas con car¨¢cter de urgencia por el Gobierno.

En este marco de expectaci¨®n, Rice declarar¨¢ hoy bajo juramento y responder¨¢ durante dos horas a las preguntas de los 10 miembros de la comisi¨®n independiente. Ya estuvo con ellos cuatro horas hace dos meses, pero a puerta cerrada y sin jurar. Hoy, la responsable de Seguridad tratar¨¢ de contrarrestar la impresi¨®n de que hubo negligencia a la hora de analizar los datos y valorar los riesgos. Seg¨²n algunos testimonios -especialmente los de Clarke, expuestos ante la comisi¨®n y en el libro que acaba de publicar-, hab¨ªa suficientes elementos como para tomar medidas que, quiz¨¢, podr¨ªan haber evitado los atentados.

La cuesti¨®n es tan seria como eso, y los resultados de la comisi¨®n pueden repercutir en la imagen que el presidente Bush trata de construir de cara a las elecciones de noviembre, la de un hombre en el que los norteamericanos pueden confiar cuando se trata de la seguridad del pa¨ªs y de sus propias vidas. Tambi¨¦n Rice se juega el futuro: su destino pol¨ªtico est¨¢ ligado al del presidente, y se le atribuye el deseo de ocupar la cartera de Defensa, en lugar de Donald Rumsfeld, en caso de que Bush consiga ser reelegido.

Por lo pronto, Condi debe superar el trago de hoy. Tiene que explicar anteriores comentarios sobre su desconocimiento de datos de inteligencia que anticipaban la posibilidad del uso de aviones comerciales por parte de terroristas; debe reiterar -o no- sus cr¨ªticas a la CIA; y debe justificar su falta de preparaci¨®n ante los nuevos desaf¨ªos, debido a su formaci¨®n como especialista en la guerra fr¨ªa: el 11 de septiembre de 2001 ten¨ªa preparado un discurso -que nunca lleg¨® a dar- en el que se establec¨ªa como prioridad defensiva los sistemas de misiles. La Casa Blanca se ha negado a entregar el texto del discurso a la comisi¨®n del 11-S.