Vitaminas para gur¨²s
El debut no fue tan duro como se esperaba para Sergio Garc¨ªa y Jos¨¦ Mar¨ªa Olaz¨¢bal
Dec¨ªan las malas lenguas que, despu¨¦s de su ruptura con Butch Harmon, su maestro, a Tiger Woods le interesaba m¨¢s estar con su novia -una modelo que fue ni?era sueca de los hijos de Jasper Parnevik- que en el golf; que llegado a ocho grandes y a los 28 a?os se hab¨ªa dado cuenta de que le faltaba la vida, y para darles la raz¨®n, el jugador n¨²mero uno del mundo inmutable desde hace 214 semanas comenz¨® su asalto a la cuarta chaqueta verde con bogey en el hoyo uno. Y lo sigui¨®, poco despu¨¦s, con fuga a la izquierda en el temible cinco y...doble bogey. Y bogey en el ocho tambi¨¦n. Cuando la aparatosa tormenta el¨¦ctrica oblig¨® a detener el juego, Woods acababa de terminar el hoyo nueve. Pas¨® la primera mitad de la primera jornada con +4, exactamente el mismo resultado que marc¨® en 1997, cuando despu¨¦s empez¨® a empalmar birdie tras birdie para acabar ganando el torneo y batiendo todos los r¨¦cords.
En cambio, el jovencito Justin Rose, aquel ingl¨¦s que cuando a¨²n no hab¨ªa cumplido los 18 fue capaz de terminar cuarto en el Open Brit¨¢nico, decidi¨® que ya era hora de sentar la cabeza y de pensar m¨¢s en el golf, se apunt¨® en la academia que en Florida tiene -financiado por la gran IMG- el gur¨² David Leadbetter, et voil¨¤: ayer, 67 golpes como quien no quiere la cosa: birdies en el hoyo uno y en el dos, y birdies en el 17 y en el 18, preciosa ronda sim¨¦trica.
Rose, que despu¨¦s de su arrollador Open del 98 fracas¨® en su intento de sacarse la tarjeta del circuito europeo y anduvo a?os dando tumbos por esos circuitos de Dios, es testigo de ello: a¨²n no tiene 24 a?os y se siente de nuevo capaz de mover el mundo con su driver.
Sergio Garc¨ªa, que no tiene gur¨², que para eso est¨¢n su padre y su madre, y la jovencita oficialmente hija de unos amigos de Arizona, que no quita los ojos de encima del joven castellonense, y sufre cuando no la da, y se emociona cuando acierta, y luego es capaz de lograr evitar todo contacto f¨ªsico con ¨¦l cuando est¨¢n en p¨²blico, somatiz¨® con sus altos y bajos el estado inestable del tiempo ayer, y el del campo tambi¨¦n. Un eagle, tres birdies, tres bogeys y un doble bogey le dejaron al final en el par del campo, una exhibici¨®n de putt y de mal humor.
A la prensa, ante la que pas¨® a toda velocidad, se quej¨® de que alguien, sin especificar qui¨¦n, le hab¨ªa dado el d¨ªa, tambi¨¦n dijo que estaba harto de aguantar y que s¨®lo ten¨ªa ganas de irse a casa y ver la tele sentado en un sill¨®n. Severiano Ballesteros ya diagnostic¨® hace meses que Garc¨ªa padece "granditis", ansiedad por ganar un grande, enfermedad que s¨®lo se cura con paciencia y realismo. Cuando la tormenta, Olaz¨¢bal llegaba a la calle del 11 y marchaba con +1.
Clasificaci¨®n: 1. J. Rose (Ing.), 67 golpes (-5). 2. Ch. DiMarco (EE UU) y J. Haas (EE UU), 69. 4. D. Clarke (Irl. N.), 70, Ph. Price (Gales), -2 en el hoyo 14, E. Els (Sur.), -2 en el 10. 7. C. Montgomerie (Esc.), 71, B. Langer (Ale.), 71. Ch. Riley (EE UU), -1 en el 17, B. Faxon (EE UU), -1 en el 16, N. Price (Zim.), -1 en el 12. 12. Ph. Mickelson (EE UU), 72, S. Garc¨ªa, 72, S. Micheel (EE UU), 72, Jack Nicklaus (EE UU), par en el 11...20. J. M. Olaz¨¢bal, +1 en el 10...59. T. Woods (EE UU), +4 en el 9.
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