Las amistades perniciosas
Fernando S¨¢nchez Drag¨®, Eduardo Zaplana y Marlene Morreau podr¨ªan apoyar la candidatura de Ana Botella al premio Nobel de Literatura por su divertida descripci¨®n de ocho a?os de sufrimiento en Moncloa
?Va o no va?
Resulta enigm¨¢tica la escueta conducta pol¨ªtica de Francisco Camps, m¨¢ximo representante institucional de todos los valencianos. Lo mismo asegura que los compromisos del Gobierno anterior deben cumplirse, no se sabe bien en nombre de qu¨¦ principio malogrado, que reitera su disposici¨®n al di¨¢logo. Pero ?con qu¨¦ objeto? Est¨¢ en su derecho de defender a Luis Fernando Cartagena, condenado en firme por apropiarse de los ahorrillos de unas monjitas en nombre de una irrefrenable vocaci¨®n de servicio a su partido, aunque se dir¨ªa exagerada la intenci¨®n de reivindicar un honor perdido que el ciudadano no desea que arruine tambi¨¦n y para siempre a su President. Lo mismo respecto de las trepidantes aventuras m¨ªticas de Zaplana o de las m¨¢s oscuras anteojeras de Carlos Fabra. Este es el momento en que se ignora con qu¨¦ comulga exactamente este presidente compungido. Y por qu¨¦.
La dispersi¨®n terror¨ªfica
La verdad es que ahora se trata de otra cosa, salta a la vista a la luz de los ¨²ltimos acontecimientos, y si el mejor terrorista es el terrorista muerto, la lucha contra ellos habr¨¢ de reorientarse cuando ellos no temen lo bastante a la muerte como para no abrazarla en nombre de sus objetivos, que son a medias de este mundo y a medias de otro mundo, que sabemos que no existe pero que muchos creen alcanzarlo a la vuelta de la esquina envueltos en una canana de goma dos como vol¨¢til equipaje hacia la eternidad. Ya no se trata de que los reclutados juren entregar hasta su ¨²ltima gota de sangre en defensa de cualquier bandera, sino de lo que hacen sin que se produzcan deserciones masivas, aunque s¨ª numerosas bajas entre la poblaci¨®n civil. Lo peor del terrorismo en red no es ya que asesine a centenares de currantes temporales, sino que todo debe cambiar cuando esa disposici¨®n difusa se instala en uno de los corazones de Europa. Es una droga mejor que otras, porque van directos al cielo mientras dejan atr¨¢s este terrible infierno.
Paridad de g¨¦nero
Hasta ahora, Rodr¨ªguez Zapatero parece coherente no s¨®lo con sus afirmaciones en campa?a electoral sino tambi¨¦n, lo que es m¨¢s importante, con sus convicciones. Y as¨ª como el enunciado de que la consideraci¨®n de la sociedad en clases carece de sentido delata a un enunciador de derecha, tomar por irrelevante la paridad de g¨¦nero en los ¨®rganos de gobierno o en cualquier otra actividad denuncia una actitud machista m¨¢s o menos enmascarada. Si los puestos de responsabilidad deben asignarse por criterios de eficacia y no de sexo, a ver qui¨¦n se atreve a elaborar un modelo neutral de propuestas de selecci¨®n. Tampoco se trata de dar por cierto que cualquier mujer habr¨ªa sido m¨¢s sensata que Aznar al frente de las tareas de gobierno, ya que ah¨ª est¨¢ el recio ejemplo en contrario de una Pilar del Castillo, siempre resuelta a ir m¨¢s lejos de lo que su reconversi¨®n le exig¨ªa. Y Ana Botella firmando libros sobre su amarga victoria, como un Pedro Jota cualquiera.
Ciclismo de ¨¦lite
Se dir¨ªa que el presidente de una comunidad aut¨®noma tiene cosas m¨¢s importantes que hacer, con la que est¨¢ cayendo, que reunirse con los responsables del Tour de Francia para defender al equipo que patrocina de las sospechas de dopaje a ra¨ªz de las declaraciones, tan veros¨ªmiles, de uno de sus ciclistas. Hace algunos a?os, en una etapa de la Vuelta a Espa?a con final en Valencia, pude entrever, en la barraqueta del control, a un ciclista pedaleando todav¨ªa como un loco sin reparar en que ya no estaba asentado sobre el sill¨ªn de su bicicleta sino encima de una silla plegable. Eso aparte de que completar la subida en bici de las 21 curvas del Alpe d'Huez a 32 kil¨®metros de media horaria sin haber ingerido al menos un par de carajillos parece una haza?a bastante improbable.
Es beso y es oraci¨®n
En uno de esos terribles anuncios televisivos de la filmograf¨ªa completa de Antonio Molina, repletos de im¨¢genes m¨¢s empalagosas que impagables, suena al final la canci¨®n del emigrante mientras el barco sale de puerto con destino americano, con una estrofa de despedida a Espa?a que -seg¨²n el venturoso y prol¨ªfico padre de tanto artista- "es beso y es oraci¨®n". Nada define mejor en qu¨¦ han venido a quedar los proleg¨®menos de la Pascua Florida que esa insensata mezcla entre pasi¨®n y genuflexi¨®n que se paseaba con ¨¦xito por las pantallas espa?olas de cine all¨¢ por los a?os cincuenta del siglo pasado. Ante la categor¨ªa de s¨ªntesis semejante palidecen incluso las an¨¦cdotas de un Federico Trillo, tanto cuando se le escapa una exclamaci¨®n genital como cuando a los postres de una cena lamenta no haber tomado personalmente el islote Perejil.
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