Bush supo cinco semanas antes del 11-S que Al Qaeda pod¨ªa atacar en EE UU
El presidente estadounidense dice que "habr¨ªa movido monta?as" para impedir los atentados
George W. Bush pudo leer en su rancho de Crawford (Tejas) el 6 de agosto de 2001 un documento titulado Bin Laden, decidido a atentar en EE UU. En ese folio y medio se dec¨ªa que "miembros de Al Qaeda han residido en EE UU durante a?os" y que se hab¨ªan detectado "actividades sospechosas coherentes con preparativos de secuestros y otro tipo de atentados". El presidente mantuvo ayer que en el informe "no hab¨ªa nada sobre un atentado contra Am¨¦rica" y que, en caso de haber detectado algo que hubiera alertado sobre los ataques del 11-S, "habr¨ªa movido monta?as" para evitarlos.
No se sab¨ªa cu¨¢ndo ni d¨®nde, pero se ten¨ªan datos sobre qui¨¦n y c¨®mo
La Casa Blanca sostiene que en el informe no hay ning¨²n dato que hubiera podido evitar los atentados que, 36 d¨ªas despu¨¦s, el 11 de septiembre de 2001, sacudieron Nueva York y Washington y cambiaron el mundo. Es cierto que no hab¨ªa un calendario de actividades de Al Qaeda y que ahora los errores aparecen como obvios: el propio Richard Clarke, que acusa a la Casa Blanca de considerar "importante, pero no urgente, la amenaza", reconoce que "a toro pasado, es muy f¨¢cil decir 'yo hubiera hecho esto o lo otro". Pero tambi¨¦n es cierto que el documento no tiene nada de "hist¨®rico", como asegur¨® el jueves la consejera de Seguridad, Condoleezza Rice, ante la comisi¨®n del 11-S.
Aunque hay referencias a las actividades y declaraciones del millonario terrorista saud¨ª Osama Bin Laden y de su grupo, Al Qaeda, entre 1993 y 1999, lo m¨¢s llamativo -incluso para un presidente de vacaciones poco ducho en la concentraci¨®n intelectual- es que la mejor maquinaria de seguridad y espionaje del mundo estaba diciendo:
- que Al Qaeda estaba dentro de EE UU;
- que manten¨ªa "actividades sospechosas", entre ellas posibles secuestros y atentados con explosivos;
- que su l¨ªder hab¨ªa actuado ya contra intereses estadounidenses y prometido lanzar "represalias contra Washington",
- y que el FBI investigaba 70 casos "relacionados con Bin Laden" dentro de Estados Unidos.
De la desclasificaci¨®n a rega?adientes por parte de la Casa Blanca del informe de espionaje que cada d¨ªa recibe el presidente -una decisi¨®n sin precedentes lograda por la comisi¨®n del 11-S- se desprende que Rice se pas¨® al asegurar en su testimonio que "no sab¨ªamos cu¨¢ndo, d¨®nde, qui¨¦n ni c¨®mo".
Admitiendo que en el informe no se dice nada de lugares o fechas y aceptando tambi¨¦n que la referencia a los secuestros no implica el uso de aviones civiles como armas, no es exagerado afirmar que hab¨ªa suficientes alarmas como para haber hecho algo que rompiera la incomunicaci¨®n entre el FBI y la CIA. No se sab¨ªa cu¨¢ndo ni d¨®nde, pero se ten¨ªan datos sobre qui¨¦n y c¨®mo.
?Ten¨ªa la Casa Blanca algo que ocultar? En plena batalla electoral, as¨ª se interpreta por los cr¨ªticos del presidente George W. Bush. La Casa Blanca, en cambio, insiste en que no hubo advertencias concretas sobre los atentados. "Ya se sab¨ªa p¨²blicamente desde hac¨ªa mucho que Al Qaeda quer¨ªa atentar en Estados Unidos". El dem¨®crata Richard Ben-Veniste, que acogot¨® a Condoleezza Rice el jueves, dijo ayer a la Fox que con esa informaci¨®n y otros datos en manos del FBI o de la CIA "se podr¨ªa haber descubierto la trama, quiz¨¢, si se hubiera utilizado eficazmente".
En la misma cadena, el ex senador republicano Slade Gorton, tambi¨¦n de la comisi¨®n, se extra?¨® de que Clinton hubiera admitido "su frustraci¨®n por la imposibilidad de dar ¨®rdenes directas al FBI". Para Gorton, "el FBI tiene que responder m¨¢s preguntas que Rice".
Algunas se plantear¨¢n el martes, cuando hable el ex director del FBI Louis Freeh, y el mi¨¦rcoles, en las declaraciones de los directores de la CIA y del FBI, George Tenet y Robert Mueller. Por ejemplo, el coordinador antiterrorista de la Casa Blanca hasta hace 13 meses, Richard Clarke, ha escrito que nunca nadie le dijo que dos de los pilotos suicidas del 11-S, Khalid al Midhar y Nawaq Alhazmi, hab¨ªan asistido a una reuni¨®n preparatoria de los atentados celebrada en Malaisia en enero del 2000; aunque la CIA lo sab¨ªa, hasta agosto del 2001 no avis¨® al FBI de que les hab¨ªa incluido en su lista de los m¨¢s buscados.
A esas alturas, los dos estaban viviendo en San Diego (California) y uno de ellos figuraba incluso en la gu¨ªa de tel¨¦fonos. Tampoco le lleg¨® a Mueller, asegura ¨¦l, hasta despu¨¦s del 11 de septiembre, la informaci¨®n de que el FBI en Arizona hab¨ªa detectado la presencia de j¨®venes extranjeros ¨¢rabes matriculados en escuelas de vuelo, y que el FBI de Minneapolis hab¨ªa detenido a un tal Moussaoui, franc¨¦s de origen marroqu¨ª, que hab¨ªa llamado la atenci¨®n porque quer¨ªa aprender s¨®lo a gobernar un avi¨®n, no a aterrizar ni despegar.
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