El Madrid no sale del agujero
Estrepitoso fracaso madridista en la final de la ULEB, en la que el Hapoel logr¨® la victoria de su vida
Parec¨ªa que recuperaba el buen tono el Madrid esta temporada, y que se sent¨ªa capaz de dejar atr¨¢s la etapa m¨¢s tormentosa de su historia. Porque, sin hacer demasiado ruido, el equipo hab¨ªa alcanzado cierta brillantez. Perd¨ªa con el Bar?a, que eso ocurre a menudo, pero de vez en cuando volv¨ªa a sentirse alguien en esto del baloncesto. Incluso volvi¨®, siete a?os despu¨¦s, a presentarse en una final europea. As¨ª que hasta B¨¦lgica se fueron lo blancos -con Florentino P¨¦rez a la cabeza- para disputar la Copa ULEB al Hapoel de Jerusal¨¦n, con el premio a?adido de que el t¨ªtulo otorgaba plaza para la pr¨®xima Euroliga. Mal d¨ªa eligi¨® el Madrid para volver a presentarse en su peor versi¨®n.
REAL MADRID 72 - HAPOEL JERUSAL?N 83
Real Madrid: Bennett (22), Stojic, Burke (4), Kampala (19), Herrero (12) -cinco inicial- N¨²?ez, Victoriano, Fotsis (10), Bueno y Mumbr¨² (5).
Hapoel: Solomon (15), Sheffer (15), Kozikaro (7), Awojobi (12), McCarty (22) -cinco inicial- Eliyahu, Katz (4), Mizrahi (8) y Muchtari.
?rbitros: Rems (Eslovenia), Tsanidis (Grecia) y Colucci (Italia).
Unos 7.000 espectadores en el pabell¨®n Spiroudome de Charleroi (B¨¦lgica).
Los seis primeros puntos del equipo espa?ol, que fueron los ¨²nicos durante los siete interminables primeros minutos, fueron obra de sus hombres altos, de sus dos p¨ªvots, Kambala y Burke. Pod¨ªa suponerse, y no es mucho suponer, que aprovechar su superioridad bajo la canasta le traer¨ªa r¨¦ditos al conjunto blanco. Aunque s¨®lo sea porque Kozikaro, su marcador en el partido de ayer, no parece capaz de detener a Kambala ni en el mejor de sus sue?os. Jugar para el let¨®n, buscando sus movimientos en una zona en la que no se divisaba a nadie que parara a un tipo con pinta de cami¨®n, se antojaba una soluci¨®n v¨¢lida. Pero no. Al Madrid se le nubl¨® la vista y decidi¨® que bien estaba entrar en esa especie de concurso de triples que le plante¨® durante muchos minutos el Hapoel. Y una l¨¢stima fue que el concurso se lo llevara el Hapoel, con un 47% de acierto en esa faceta por un 19% del Madrid.
"Stojic go, two faults", o sea, "Stojic fuera, dos faltas". El grito de Bennett se oy¨® n¨ªtido en las cercan¨ªas del banquillo. Iba dirigido a su entrenador, a Julio C¨¦sar Lamas, cuando ¨¦ste se dispon¨ªa a hacer un cambio. Stojic hab¨ªa cometido su segunda falta personal y el base estadounidense le recordaba a su t¨¦cnico que su papel era fundamental. Que hab¨ªa que cuidarlo, mimarlo, guardarlo. Porque era Stojic quien se encargaba del marcaje de Solomon, el alma y algo m¨¢s del Hapoel.
Desde el primer inicio puso Solomon en dificultades al Madrid. Se mantuvo ¨¦ste m¨¢s o menos entero porque Stojic aguantaba todos los arreones del estadounidense, un base rapid¨ªsimo de pies y de manos. Nada dijo un primer cuarto puramente de tanteo, que se cerr¨® con empate a 15. Pero s¨ª el segundo. Fue ah¨ª cuando el Hapoel creci¨® de modo sorprendente. Porque lo hizo en los instantes en los que Solomon descansaba en el banco, lastrado por sus tres faltas personales. No mostraba Herreros ni una gota de acierto (uno de seis triples logr¨® en el primer tiempo) y el Madrid, olvidados sus p¨ªvots, sobre todo Kambala, a quien Lamas mantuvo en el banco una eternidad, quiz¨¢ porque lo de defender o puntear los tiros rivales son asuntos que no van con el let¨®n, qued¨® en manos de Bennett. Que lo hace bien, muy bien. Que se enfada, lucha, grita, corre, protesta, asiste y, sobre todo, encesta. Pero que no basta.
El descanso mostr¨® un 33-37 ficticio. Porque era superior el Hapoel. De largo, adem¨¢s. Se hab¨ªa elucubrado con que este equipo lo compon¨ªan Solomon y cuatro amigos. Pues los cuatro amigos fueron ayer una pesadilla para el Madrid. Porque se fue Solomon al banco en el minuto cuatro de la reanudaci¨®n, con 40-48 en el marcador y cuatro personales, y lo que desde all¨ª contempl¨® fue un recital de sus inspirados colegas. Que aplastaron por momentos al Madrid. Un Madrid sin tiro, sin m¨¢s recurso que Bennett y con un agarrotamiento general que contagi¨® al banquillo.
Diecisiete puntos arriba (49-66) se coloc¨® el Hapoel poco antes de iniciarse el ¨²ltimo cuarto, en el que el Madrid logr¨® mitigar su sufrimiento. Baj¨® esa distancia hasta los cinco puntos (70-75) a dos minutos del final, incluso se puso 72-77 a 1m 11s, con Victoriano frenando a Solomon en su regreso y Fotsis hart¨¢ndose de colocar tapones. Pero la precipitaci¨®n y la ansiedad pudieron con el equipo blanco, Bennett incluido, que tard¨® demasiado tiempo en sentirse superior a un rival que sac¨® adelante el partido de su vida. Mientras, el Madrid alarg¨® su agon¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.