Perseverar y adaptarse
La V¨ªa Apia fue la primera calzada construida por los romanos (312-244 a.C.). Lo hicieron para unir su territorio costero del Tirreno con los aliados latinos de la Campania. Y, a trav¨¦s de Brundisium (Brindisi), con el Adri¨¢tico. Sesenta y ocho a?os de esfuerzos para realizar una construcci¨®n s¨®lida y bien marcada por mojones. Una construcci¨®n estrat¨¦gica, por tierras de monta?a y pantanos, que logr¨® convertir a Roma en la primera potencia mar¨ªtima del momento. La V¨ªa Apia fue, por lo dem¨¢s, homenaje a los muertos (enterrados en sus orillas), seg¨²n las creencias de Roma. Todav¨ªa se usaba en el s. XIX, hasta que en 1887, Napole¨®n III lo convirti¨® en Paseo Arqueol¨®gico. La persistencia en una causa razonable y sopesada, genera sus frutos. Los estados deben tener causas compartidas en las que perseverar. Si, adem¨¢s, son ¨¦ticas, resultan esenciales. Aqu¨ª habr¨ªa mucho de lo que hablar. Pero, en primera instancia, es obvio que la lucha contra el terror debiera ser en el nuestro una de ellas. Digo "debiera", y no necesito explicarme.
Es curioso. El presidente del EBB, Josu Jon Imaz, exig¨ªa al PSOE que se desligara del Pacto Antiterrorista como condici¨®n para contar con su colaboraci¨®n: "Deseamos lo mejor a los nuevos tiempos, pero el PSOE tiene todo por demostrar". ?El PSOE todo por demostrar? El presidente de un partido que ha tonteado desde siempre con ETA hasta llegar a Lizarra; que s¨®lo sali¨® de ese abismo meti¨¦ndonos a todos en el avispero del plan Ibarretxe, que estuvo con ETA mucho antes que Carod y siempre que quiso, no tiene autoridad moral para exigir nada a nadie. Es el PNV quien "tiene todo por demostrar". Esperemos que lo vaya haciendo, despacio pero sin pausa. A muchos se les agot¨® hace tiempo la paciencia.
Claro que el negro necesita del blanco para resultar di¨¢fano (o viceversa). ?ngel Acebes, extra?o ministro de Interior, monaguillo en las peores horas de Aznar, y, ahora, secretario general en ciernes del PP, tiene un desparpajo similar (?ser¨¢ propio de la generaci¨®n gris y encorbatada?). Exige al PSOE que cumpla con "el esp¨ªritu, la letra y el tenor literal" del acuerdo antiterrorista "para toda la legislatura". Intransigencia y quietismo. El PP necesit¨® de la ant¨ªpoda del PNV para gobernar (y de cierto "terrorismo" que pon¨ªa en peligro la "unidad de Espa?a"). No menos de lo que el PNV necesit¨® de los excesos del PP de Mayor Oreja para ir ganando elecci¨®n tras elecci¨®n.
El 11-M ha cambiado las reglas de juego. Al parecer, ni el PNV ni el PP se han percatado; ni los unos ni los otros..., a pesar de sus pretendidos relevos. Es una l¨¢stima.
Este tiempo ha convertido en horroroso el horror. ?Absurdo? Tal vez. Pero en una sociedad medi¨¢tica, los fen¨®menos ocurren en cascada. Ya no habr¨¢ -siempre quedan lo c¨ªnicos- quien distinga entre una masacre de Al Qaeda del de ETA o del IRA. El horror resulta repugnante al ciudadano como algo total, sin resquicios de explicaci¨®n -como antes suced¨ªa, no nos enga?emos-. Hoy no hay partidos que se nieguen a un acuerdo antiterrorista (quiz¨¢ Aralar, pero tambi¨¦n a ellos les est¨¢ tocando recorrer su propio sendero hasta el G¨®lgota). Es el tiempo de consenso general antiterrorista.
Sin embargo, no puede desviarse el trazado alegremente. Las bases eficaces (lo dice quien lo critic¨® en sus efectos malsanos) se firmaron entre el PSOE y el PP (a pesar del PP, por cierto) con el Pacto Antiterrorista. Y, aunque debe actualizarse (especialmente en sus referencias al nacionalismo; abrir el abanico; Estella es ya historia; etc¨¦tera), el fuste principal est¨¢ trazado.
Creo, finalmente, que cuando, contra la opini¨®n de muchos de nosotros, los nombres de textos legales b¨¢sicos est¨¢n adquiriendo el car¨¢cter de s¨ªmbolos de discordia (con responsabilidades compartidas), deben evitarse nominalismos. Deben ser la defensa de la constituci¨®n (sin may¨²scula) y del estado de derecho los ejes que articulen un consenso contra el terror nuevo y viejo. Creo que es posible si el PSOE sabe aprovechar este momento dulce por el que pasa. Sin ceder en lo fundamental y empleando una diplomacia sutil.
La V¨ªa Apia debi¨® pasar por lugares pantanosos y por las dificultades de los Montes Albanos. Sin embargo, perseverar adapt¨¢ndose da sus frutos. Especialmente si se hace con solidez y marcando bien las pautas. Hag¨¢moslo como homenaje a nuestros muertos.
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