'A los que aman', las trampas del amor de Isabel Coixet
EL PA?S ofrece ma?ana por 5,95 euros esta pel¨ªcula ambientada en el siglo XVIII
Isabel Coixet (Barcelona, 1962) era demasiado joven cuando pretendi¨® estudiar cine en el Centro Sperimentale de Roma. Como deb¨ªa esperar unos a?os para optar al ingreso, prefiri¨® matricularse en la Facultad de Historia. No abandon¨®, sin embargo, su pasi¨®n por la imagen cinematogr¨¢fica, cuyos secretos acab¨® aprendiendo a trav¨¦s de la publicidad ("una fant¨¢stica escuela de cine", en su opini¨®n), especialidad en la que destac¨® internacionalmente a trav¨¦s de su propia productora. Animada por tal experiencia, dirigi¨® su primer largo, Demasiado viejo para morir joven (1988), que no entusiasm¨® ni a la cr¨ªtica ni al p¨²blico. Coixet regres¨® a la publicidad y al videoclip. En 1995 se arriesg¨® a una segunda pel¨ªcula, Cosas que nunca te dije, hablada en ingl¨¦s ("una obra fresca, imperfecta, pero llena de interesantes destellos"), con la que obtuvo varios premios en festivales.
"Una historia que ahonda en los vericuetos del amor como experiencia extrema"
Reconocida ya como directora de cine, Isabel Coixet se plante¨®, junto al guionista Juan Potau, una tercera incursi¨®n en el tema del desamor "con referencias que van desde Cumbres borrascosas, de Emily Br?nt¨¦, a La cartuja de Parma, de Stendhal", dice Elsa Fern¨¢ndez-Santos, a quien la directora confes¨® haber "sufrido mucho por amor, much¨ªsimo, y quiz¨¢s por eso tengo una visi¨®n venenosa de las relaciones humanas. A pesar de todo, sigo creyendo en esa fuerza que puede mantenerte vivo, aunque sea por un amor que jam¨¢s se concrete". En esa l¨ªnea, las primeras frases que se oyen en A los que aman dan cuentan de la conflictiva pasi¨®n del personaje principal: "Pas¨¦ mi vida amando a una mujer que amaba a otro, que no la amaba a ella sino a otra de la que nunca supo si le correspond¨ªa...".
A los que aman (1998) "cuenta una historia de amores contrariados", como se?al¨® M. Torreiro, "historia que ahonda en los vericuetos del amor como experiencia extrema, ambientada en alg¨²n lugar de Europa entre los siglos XVIII y XIX. Y lo hace con gran delicadeza y con una trama de hondas referencias stendhalianas en las que la cristalizaci¨®n del amor se lleva hasta sus ¨²ltimas consecuencias". Francisco Marinero coment¨® en El Mundo: "Todos aman, y ninguno a quien le har¨ªa feliz, y ah¨ª est¨¢ la l¨®gica del escenario para esta historia: los personajes viven en un mundo peque?o y cerrado, formalista y sin opciones; no pueden marchar en busca de otros amores y tampoco pueden pensar en otra cosa que en sus propios sentimientos. Como v¨ªa de escape o por necesidad, estos personajes subliman sus sentimientos y Coixet tiene el arrojo de mostrar esa sublimaci¨®n en estado casi puro", y la novelista Espido Freire a?ad¨ªa: "El cuento de Isabel Coixet, como todos los cuentos, desgrana una historia terrible y magn¨ªfica, en el mismo siglo en que las princesas perd¨ªan zapatos y las sirenas lloraban su desconsuelo".
Coixet no quiso concretar "la ubicaci¨®n geogr¨¢fica de la acci¨®n ni su anclaje temporal" para permitirse "hacer la pel¨ªcula m¨¢s abstracta, porque cuanto m¨¢s abstracta sea, m¨¢s pegada estar¨¢ a la expresi¨®n de los sentimientos", como le coment¨® a Carlos F. Heredero: "He utilizado grabados y cuadros de Jean-Baptiste Greuze, Jean Simenon Chardin, Antoine Watteau o Andr¨¦ Bouys, no para reproducir sus composiciones, sino para buscar en ellos escenas cotidianas, objetos de la vida diaria, ropas o juguetes de ni?os, detalles de decoraci¨®n, formas de peinado y cosas parecidas...". En definitiva, recrear una ¨¦poca que, seg¨²n coment¨® la directora a Nuria Cuadrado, "fue en la que cristalizaron las pasiones y donde se definieron las claves que explican nuestro tiempo: una ¨¦poca que me fascina". Torreiro valor¨® "el extremado rigor al construir el espacio que el filme muestra, en el que la portentosa fotograf¨ªa de Paco Femen¨ªa est¨¢ al servicio de una reconstrucci¨®n que tiene como norte el respeto extremo de la luz".
Los actores no eran entonces conocidos (Monica Bellucci se transformar¨ªa poco despu¨¦s en estrella internacional), pero, a juicio de Miguel ?ngel Barroso y Fernando Gil-Delgado en Cine espa?ol en cien pel¨ªculas, "las interpretaciones son perfectas. Olalla Moreno y Monica Bellucci, adem¨¢s de su belleza, despliegan un formidable arsenal de recursos interpretativos, y sus compa?eros masculinos, Christopher Thompson y Patxi Freytez, est¨¢n igualmente inspirados. Isabel Coixet logra dirigir con energ¨ªa y con una maravillosa sensibilidad". Sin embargo, en opini¨®n de Marinero, las emociones de los personajes de A los que aman deben ser cre¨ªbles, "y lo son por parte del Maestro (el contenido Julio N¨²?ez da empaque al hombre maduro que recuerda su amor de juventud o, mejor dicho, sus circunstancias, ya que el amor sigue doliendo), y no tanto por la de Matilde, la joven que lo ignor¨® (Olalla Moreno est¨¢ en un permanente estado de sublimaci¨®n, casi de levitaci¨®n, tr¨¦mula de amor y dolor que, si bien puede explicar su pena, hace muy poco convincente su poder de fascinaci¨®n)".
Hubo unanimidad en cuanto al trabajo fotogr¨¢fico de Paco Femen¨ªa, que, en opini¨®n de Barroso y Gil-Delgado, "captura la esencia del paisaje gallego, las brumas matutinas del verano, las doradas tardes, im¨¢genes po¨¦ticas de figuras oscurecidas contra un cielo transparente... Hasta las nubes parecen contar la historia. En cuanto a la m¨²sica de Alfonso Villalonga, no es un acompa?amiento, es parte de la historia, un protagonista m¨¢s de esta pel¨ªcula. No se puede alabar ninguno de estos aspectos por separado. Todo es una sola cosa en este poema visual que firma Coixet".
Tras A los que aman, Isabel Coixet ha dirigido Mi vida sin m¨ª (2003), con la que ha obtenido diversos premios nacionales e internacionales.
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