Once editoriales premian la primera novela en espa?ol de Jorge Sempr¨²n
'Veinte a?os y un d¨ªa' gana el Fundaci¨®n Lara, y el autor sugiere que volver¨¢ al castellano
Once editores reconocieron ayer Veinte a?os y un d¨ªa, la primera novela que Jorge Sempr¨²n ha escrito en castellano, como el mejor libro de ficci¨®n publicado en 2003. La novela editada por Tusquets obtuvo el III Premio Fundaci¨®n Jos¨¦ Manuel Lara Hern¨¢ndez, que dedica 150.000 euros a promocionar el libro ganador. Sempr¨²n se impuso a cuatro finalistas: Las trece rosas, de Jes¨²s Ferrero (Siruela); Jardines de Kensington, de Rodrigo Fres¨¢n (Mondadori); Los amigos del crimen perfecto, de Andr¨¦s Trapiello (Destino), y El tiempo de las mujeres, de Ignacio Mart¨ªnez de Pis¨®n (Anagrama).
Sempr¨²n (Madrid, 1923) recibi¨® la noticia en Par¨ªs, y en una breve rueda de prensa telef¨®nica con los periodistas que asistieron en la Casa de Am¨¦rica al anuncio del fallo expres¨® su alegr¨ªa y emoci¨®n porque su primera novela escrita en espa?ol haya logrado este reconocimiento. El ganador, que record¨® que sigue viviendo en la esquizofrenia de sus tres lenguas (franc¨¦s, espa?ol y alem¨¢n), consider¨® "presuntuoso" prever si a su edad, 80 a?os, le quedan a¨²n muchos libros por escribir, pero sugiri¨® que se animar¨¢ a escribir otra novela en espa?ol si detecta una "buena acogida de los lectores".
A eso ayudar¨¢ seguro este galard¨®n que reconoce la mejor novela escrita en espa?ol y que dedica los 150.000 euros de dotaci¨®n a promocionar el libro ganador. El fallo ten¨ªa que haberse producido el pasado 11 de marzo durante una fiesta nocturna, pero al ser aplazado hasta ayer por los atentados terroristas que sacudieron aquel d¨ªa Madrid, coincidi¨® con el discurso de investidura de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Sempr¨²n, que consider¨® la coincidencia "muy agradable", aprovech¨® para decir que ahora se abre un periodo diferente para Espa?a. Adem¨¢s, pronostic¨® que "este Gobierno no har¨¢ sectarismo cultural" ni acometer¨¢, como el anterior, "una liquidaci¨®n del pasado hist¨®rico, lo cual es muy bueno".
Para Sempr¨²n, es "simb¨®licamente importante" el hecho de que vaya a haber de nuevo un ministerio dedicado exclusivamente a la cultura. "Ese ministerio es una creaci¨®n de la democracia espa?ola inspirada por la francesa que ha sido muy importante. En el franquismo s¨®lo hab¨ªa una subsecretar¨ªa llamada de Cultura y Propaganda y con eso est¨¢ dicho todo. Creo que logramos con este ministerio cosas muy importantes, como la transferencia de las competencias centralizadas en Madrid a las comunidades aut¨®nomas", dijo el ex ministro de Cultura socialista.
Como Federico S¨¢nchez
Sempr¨²n se felicit¨® sobre todo por el hecho de que se haya premiado su primera novela escrita totalmente en lengua castellana: "Para m¨ª lo m¨¢s importante del libro era volver a escribir en castellano. Ya escrib¨ª en espa?ol los dos libros que ten¨ªan a Federico S¨¢nchez como protagonista, pero en aqu¨¦llos lo predominante no era lo literario, sino la memoria pol¨ªtica, la pr¨¢ctica de una experiencia, la pol¨¦mica".
Beatriz de Moura, responsable de Tusquets, editora de Veinte a?os y un d¨ªa, coincidi¨® con ¨¦l en que "lo m¨¢s importante del libro es que Sempr¨²n vuelve a su idioma materno", y que lo hace "a una edad extra?a, los 80 a?os, y por la puerta grande, porque en este pa¨ªs no se considera a Sempr¨²n escritor en castellano, ya que sus novelas han sido escritas en franc¨¦s".
El autor justific¨® el cambio de idioma explicando que la an¨¦cdota central de la novela (un extra?o ritual que conmemor¨® durante muchos a?os de la posguerra el estallido de la Guerra Civil en una finca toledana) se la cont¨® el torero Domingo Domingu¨ªn: "El sonido, los colores y los olores de esa historia s¨®lo se pod¨ªan contar en espa?ol", dijo el autor.
No olvid¨® Sempr¨²n hacer referencia a otro de los puntos sentimentales y pol¨ªticos a la vez de su novela: su homenaje a los militantes comunistas que se jugaron la vida durante el franquismo, y la cr¨ªtica a sus dirigentes. "Es una reivindicaci¨®n de aquellos militantes de a pie, clandestinos, que pusieron todo el coraje, el valor y la esperanza en un periodo muy dif¨ªcil de la historia. La cr¨ªtica a sus dirigentes no exime el reconocimiento que merecen".
El jurado que fall¨® el galard¨®n estuvo formado por un representante de cada una de las editoriales convocantes. Jorge Herralde represent¨® a Anagrama; Joaqu¨ªn Palau, a Destino; Pilar Cort¨¦s, a Espasa; Jos¨¦ Huerta, a Lengua de Trapo; Claudio L¨®pez Lamadrid, a Mondadori; Carlos Pujol, a Planeta; ?ngel Luc¨ªa, a Plaza y Jan¨¦s; Manuel Borr¨¢s, a Pre-Textos; Pere Gimferrer, a Seix Barral; Ofelia Grandes, a Siruela, y Beatriz de Moura, a Tusquets. Como secretario sin voto ejerci¨® Jos¨¦ Creuheras, vicepresidente de la Fundaci¨®n Jos¨¦ Manuel Lara.
El quisquilloso de Quismondo
Jorge Sempr¨²n explic¨® ayer que su libro est¨¢ inspirado en unos hechos que le cont¨® Domingo Domingu¨ªn, el gran jefe rojo de una larga estirpe de toreros que ten¨ªa una finca en Quismondo (Toledo). Lo hizo para restar importancia al hecho de que el alcalde de esa localidad, donde se desarrolla la novela, se haya quejado de que la obra no refleja fielmente los hechos que sucedieron en el pueblo al comienzo de la Guerra Civil. Seg¨²n sigui¨® explicando el autor de Veinte a?os y un d¨ªa, su libro se desarrolla en una finca imaginaria, denominada La Maestranza, que no existe en absoluto, y los hechos que narra no dejan mal a Quismondo y, en cualquier caso, son ficticios. "El alcalde de Quismondo deber¨ªa aprender a leer novelas", dijo Sempr¨²n. "Acusarme de dejar mal al pueblo es como si uno sit¨²a una novela de terror en Madrid y le acusan de meterse con la ciudad. La literatura cuenta, inventa, reinventa sobre las historias reales, y aunque en esta novela se nombra a Quismondo, que por cierto es un nombre precioso, no se hace para polemizar sobre el pueblo. Me parece que el alcalde no se ha le¨ªdo bien el libro. Los personajes del pueblo son totalmente positivos, humanos, gente con la cual uno se pasar¨ªa mucho tiempo hablando. Adem¨¢s hay que saber que Domingo Domingu¨ªn era un hombre muy imaginativo y fantasioso; cada vez que contaba la historia que da pie a la novela la situaba en un lugar diferente, ni siquiera siempre en Toledo porque a veces incluso la llevaba a Extremadura. Adem¨¢s, la acci¨®n fundamental transcurre en una finca inventada. As¨ª que ?un peque?o curso de leer novelas para el alcalde!".
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