CiU pide a Zapatero un trato preferente para negociar acuerdos

Josep Antoni Duran Lleida reclam¨® ayer a Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero un trato preferente hacia Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU) a la hora de buscar acuerdos parlamentarios, pese a que se abstendr¨¢ en la investidura, y le ofreci¨®, como contrapartida, el apoyo de los nacionalistas catalanes a la gobernabilidad del Estado. Ambos dirigentes, que mantuvieron ayer en el Congreso un debate de guante blanco plagado de elogios mutuos, acordaron poner el "contador a cero " de las relaciones entre el PSOE y CiU e iniciar una legislatura basada en el di¨¢logo y en la negociaci¨®n.

El Grupo Catal¨¢n no aceptar¨¢ un "simple maquillaje" del actual Estatuto

Duran se estren¨® ayer, en el debate de investidura, como portavoz del Grupo Catal¨¢n de CiU en el Congreso. Abandon¨® el tradicional discurso victimista de los nacionalistas y apost¨® por otro mucho m¨¢s dialogante, buscando los puntos de encuentro con su opositor, pero marcadamente reivindicativo en las cuestiones de autogobierno. El cambio de estilo quiz¨¢ era obligado, pues el papel pol¨ªtico de CiU ha quedado debilitado tras este periodo electoral: en Catalu?a ha sido desplazada a la oposici¨®n y en el Congreso ya no es determinante para la conformaci¨®n de mayor¨ªas.

Los iniciales reproches que el dirigente de CiU le lanz¨® al candidato socialista se fueron diluyendo conforme avanzaba el debate, hasta el punto de que Duran y Zapatero terminaron sus intervenciones suscribiendo un pacto entre caballeros de borr¨®n y cuenta nueva o, en palabras de ambos pol¨ªticos, "poner el contador a cero" y dejar a un lado el pasado. Tal fue la confluencia de sus discursos, que Duran exclam¨®: "?Me siento abrumado por tanta coincidencia!".

En la pr¨¢ctica, CiU olvidar¨¢ y no volver¨¢ a mencionar las ¨¦pocas de mayor¨ªa absoluta del PSOE -"en las que se enterr¨® a Montesquieu", dijo- y los socialistas no tendr¨¢n en cuenta la intensa colaboraci¨®n de los nacionalistas catalanes con el PP en las dos ¨²ltimas legislaturas, tanto en el Parlamento catal¨¢n como el espa?ol.

Duran Lleida bas¨® su discurso en una sola demanda: "Esperamos de su actitud que el di¨¢logo y la humildad que ha mostrado estas primeras semanas sea la divisa de esta nueva etapa de Gobierno socialista". O sea, que los acuerdos alcanzados para la constituci¨®n de las mesas del Congreso y del Senado sean el "camino" a seguir el resto de la legislatura. CiU est¨¢ dispuesta a colaborar en la estabilidad del Gobierno y dar al PSOE un voto de confianza. Esta oferta est¨¢ avalada, se?al¨®, por la trayectoria parlamentaria de CiU desde el restablecimiento de la democracia, con los Ejecutivos de UCD, del PSOE o del PP, con o sin mayor¨ªas absolutas.

Pero esta experiencia tambi¨¦n ha provocado en CiU, manifest¨® Duran, "desconfianza" hacia el partido gobernante. Un desenga?o forjado en la ¨²ltima legislatura del PP: "Pasamos del encuentro al desencuentro y de la esperanza a la frustraci¨®n". Y lanz¨® a los populares una contundente advertencia: "El PP ha destrozado, y para mucho tiempo, nuestra confianza en la derecha espa?ola".

Por estos motivos, el l¨ªder democristiano pidi¨® a Zapatero recorrer el camino inverso al del PP de 2000: "Nuestra libertad de acci¨®n se percibir¨¢ mejor si nos abstenemos (...) En estos momentos lo que nos importa es que usted gane nuestra confianza, no al inicio sino al final, cuando el balance de su Gobierno nos demuestre que ha actuado con acierto". Zapatero se mostr¨® convencido de que "habr¨¢ espacios razonables de encuentro", no s¨®lo en el estilo sino en los temas y que el resultado podr¨¢ verse al final de la legislatura.

Las coincidencias en materia econ¨®mica y, sobre todo, en pol¨ªtica exterior, se truncaron a la hora de debatir las demandas de autogobierno. Duran dijo sentirse "esc¨¦ptico" por la intervenci¨®n del candidato socialista y le exhort¨®, de nuevo, a comprometerse a aprobar el Estatuto que salga del Parlamento catal¨¢n, tanto si obliga o no a reformar la Constituci¨®n. Al tiempo, le advirti¨® de que CiU no aceptar¨¢ un "simple maquillaje" del actual Estatuto y una conferencia de presidentes y una reforma del Senado que suponga el caf¨¦ para todos y no reconozca la singularidad de las nacionalidades hist¨®ricas como Catalu?a.

Zapatero volvi¨® a repetir que la aprobaci¨®n del nuevo Estatuto s¨®lo tiene dos limitaciones: el respeto a la Constituci¨®n y la garant¨ªa del principio de igualdad de los derechos de ciudadan¨ªa y sociales en todas las comunidades aut¨®nomas. El candidato a la presidencia del Gobierno acept¨® las "diferencias notables y hechos singulares" entre autonom¨ªas pero a?adi¨®: "Tiendo a relativizar los conceptos que tienen una alta carga simb¨®lica, como naci¨®n o soberan¨ªa". Duran tuvo menos ¨¦xito a la hora de que Zapatero opinara, a favor o en contra, de que Catalu?a tuviera selecciones deportivas propias.

El presidente del Grupo Catal¨¢n reclam¨® una reforma en profundidad del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo que no "fustigue" a los partidos nacionalistas y abierto a la mayor parte de partidos pol¨ªticos con representaci¨®n parlamentaria.