Mirando a Barcelona
Se acabaron los viejos tiempos de los recelos arrabaleros entre Madrid y Barcelona. Hoy, los barceloneses aprecian, bajo el tantas veces irritante desastre urban¨ªstico, social y cultural de Madrid, su esp¨ªritu de vitalismo irreductible, y los madrile?os reconocemos, bajo su a veces aburrida correcci¨®n, el car¨¢cter de vanguardia ideol¨®gica de Barcelona. Ese esp¨ªritu y ese car¨¢cter tienden un puente a¨¦reo que beneficia y hermana a ambas ciudades. Madrid y Barcelona deben mirarse. En los ¨²ltimos d¨ªas, desde Madrid muchos tendemos el puente de nuestra mirada agradecida a esa Barcelona que se ha declarado ciudad antitaurina. Ya hab¨ªamos visto su laicismo, su televisi¨®n auton¨®mica, su defensa pionera de los derechos civiles y animales, su conservacionismo, que tanta admiraci¨®n pol¨ªtica nos producen en este mesetario basti¨®n del pensamiento y la obra conservadores. En esta plaza ensangrentada.
Ma?ana s¨¢bado, en la plaza de toros de Las Ventas, ser¨¢n lidiados siete toros o novillos. La tortura y el asesinato de esos animales se har¨¢ en beneficio de las v¨ªctimas del atentado en Madrid del 11-M. Resulta inconcebible, aberrante, que corra sangre animal inocente para recaudar fondos a favor del brutal derramamiento de sangre humana inocente, y as¨ª lo ha manifestado la Asociaci¨®n Nacional Para la Protecci¨®n y el Bienestar de los Animales (ANPBA). Su mensaje de solidaridad y respeto, su sensibilidad para comprender ambos sufrimientos, el humano y el no humano, no s¨®lo ha sido tergiversado por la prensa y la afici¨®n taurinas, sino objeto de desprecio y de insultos inmerecidos: llaman a su presidente, Alfonso Chiller¨®n, "bestia, tonto con certificado". Pero el bestia, el tonto de Chiller¨®n s¨®lo apela a la moral para hacer comprender que "hay muchas otras formas de recaudar dinero: eventos musicales, deportivos, culturales; todo menos recurrir a crueles espect¨¢culos taurinos (...) por el respeto que debemos a las v¨ªctimas y familiares del m¨¢s grande de los cr¨ªmenes". Rog¨® sin ¨¦xito a la presidenta de nuestra herida Comunidad, Esperanza Aguirre, que estar¨¢ preparando la mantilla para asistir a m¨¢s dolor.
Bas¨¢ndose en el reconocimiento de que los animales no humanos son seres sintientes, es decir, que est¨¢n dotados, como los humanos, de sensibilidad f¨ªsica y ps¨ªquica, lo que ha comenzado a entender Barcelona, lo que nos transmite con su declaraci¨®n institucional contra las corridas de toros y a favor de los derechos de los animales es que todo dolor es, con ¨¦l, uno en el mundo. Que el terror es uno, aunque muchas sus formas, y no son excluyentes. Al contrario. En los ¨²ltimos d¨ªas hubo en Madrid nuevos casos de violencia dom¨¦stica, un terrorismo machista que gotea a diario su horror. La conexi¨®n entre la crueldad hacia animales y la violencia dom¨¦stica es expuesta durante el mes de abril por la Fundaci¨®n Altarriba y la c¨¦lebre Humane Society de EE UU en el Congreso Nacional de Criminolog¨ªa, en Salamanca, y en el de Maltrato Psicol¨®gico, de la Asociaci¨®n Espa?ola de Psicolog¨ªa Conductal, en Granada: "En los hogares violentos, los animales son maltratados de manera habitual y ese maltrato puede ser, adem¨¢s, predictor de la violencia en el hogar".
La tauromaquia es la quintaesencia nacional de las violencias, el patriotero retrato de la chuler¨ªa y la inmoralidad, de la groser¨ªa est¨¦tica, del negocio sucio, del machismo sangriento. Homenajear a las v¨ªctimas del 11-M con ese espectacular crimen es, cuando menos, un contrasentido. ?C¨®mo inculcar a los ni?os el valor de la paz y la armon¨ªa, la repulsa a la violencia, si despu¨¦s asistir¨¢n a la agon¨ªa de siete toros en Madrid (o, desconcertados, espantados, al asesinato a palos en Canad¨¢ de 350.000 focas, al despellejamiento en vivo de sus amigos cachorros, de sus iconos de la bondad y la belleza de un mundo finalmente malvado y traidor)? Barcelona la laica, la moderna, que proh¨ªbe a los menores de 14 a?os entrar en las corridas de toros, sabe que el futuro es antitaurino, animalista. Aunque personas de prestigio intelectual y destacado compromiso contra el terrorismo, como Fernando Savater, sorprendan con sarcasmos carniceros: dijo a Andaluc¨ªa que se declarase territorio libre de butifarra catalana, o algo as¨ª. Pues con filosof¨ªa y activismo, quiz¨¢ alg¨²n d¨ªa lo consigamos. Y mirando a Barcelona.
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