Juan Goytisolo en Oaxaca
Soy amigo de Juan Goytisolo desde hace cuarenta a?os y no puedo, ni quiero, separar los grandes valores -literarios, humanos y pol¨ªticos- que sustentan esa amistad.
Admiro y quiero al escritor que rompi¨® los c¨¢nones estrechos del realismo narrativo espa?ol. Su pregunta a partir de Reivindicaci¨®n del Conde don Juli¨¢n y de Se?as de identidad, es la nuestra:
?Le hace falta la literatura a un mundo externo, extrasubjetivo, que se sobra y basta a s¨ª mismo en su facticidad objetiva?
O dicho de otra manera, ?qu¨¦ le da la literatura al mundo, qu¨¦ a?ade la literatura para hacerse indispensable en el mundo?
Pues nada m¨¢s y nada menos que la realidad que le faltaba al mundo. Porque si el mundo nos hace, tambi¨¦n nosotros hacemos al mundo. Y una manera de hacer al mundo es crear una verbalizaci¨®n del entorno sin la cual la materia misma de la literatura -el lenguaje y la imaginaci¨®n- pueden sernos arrebatadas, deformadas, manipuladas.
Juan Goytisolo va a hablarnos de la madre de toda narraci¨®n, la partera de la imaginaci¨®n y el lenguaje
Quiero decir: siempre existieron los campos de Castilla. Pero el d¨ªa que cabalg¨® por ellos, lanza en ristre, bac¨ªn de barbero en la cabeza, Don Quijote de La Mancha, Espa?a y el mundo ya no pudieron ser concebidos sin la imaginaci¨®n y el lenguaje de Cervantes.
Entre todas las artes, la de la literatura es la m¨¢s desafiante porque su materia es la m¨¢s corriente de todas: el lenguaje, que es de todos o no es de nadie.
Convertir el cobre del lenguaje en el oro de la literatura requiere una comuni¨®n imaginativa. Es la imaginaci¨®n lo que asegura la alquimia del verbo y la imaginaci¨®n no es otra cosa sino la mediaci¨®n entre la sensaci¨®n f¨ªsica y la percepci¨®n mental.
Juan Goytisolo va a hablarnos de la madre de toda narraci¨®n, la partera de la imaginaci¨®n y el lenguaje, Cherezada, la mujer que salva la vida contando un cuento cada noche al mis¨®gino califa para aplazar el destino que, en ausencia del cuento, la condenar¨ªa a morir la siguiente ma?ana.
La escritura o la vida, titula Jorge Sempr¨²n su espl¨¦ndido libro de memorias. Tal es el nombre de toda narrativa de los hijos de Cherezada: dar la vida por la escritura y la escritura a cambio de la vida. Pero con una condici¨®n: que la narraci¨®n no concluya. Tal es el secreto de Cherezada y el de la literatura misma. Jam¨¢s dar por concluida la narraci¨®n. Entregarle al lector la obligaci¨®n y el privilegio de ser el siguiente narrador.
Cherezada. Las mil noches y una noche. La historia no ha terminado. Tal es, aparte de la belleza intr¨ªnseca del gran libro del mestizaje literario -obra indo-ir¨¢nica, ar¨¢bigo-abaside, ar¨¢bigo-egipcia y al cabo ar¨¢bigo-europea- el mensaje contempor¨¢neo de la novela de Cherezada. La historia no ha terminado.
Quienes nos dicen lo contrario -la teor¨ªa torcidamente interesada del fin de la historia- s¨®lo quieren vendernos, nos recuerda la historiadora espa?ola Carmen Iglesias, otra historia. No la nuestra. La suya.
?Y cu¨¢l es la historia que nos quieren vender? La de un maridaje perfecto, puro hasta la castraci¨®n, del capitalismo y la democracia. Es extraordinario pensar que el fin de la historia se manifieste mediante la afirmaci¨®n de un solo poder imperial que act¨²a fuera de toda ley y decide a su antojo aplicar el perverso principio de la guerra preventiva.
Goytisolo ha unido su voz a la de millones de seres humanos que reclaman otro orden de justicia y paz y le niegan a un solo Gobierno -el de Bush- el derecho de desatar guerras ileg¨ªtimas, atropellando todos los principios del derecho internacional.
Con raz¨®n, en la reciente presentaci¨®n del m¨¢s reciente libro de Goytisolo, Tel¨®n de boca, en Madrid, nuestro com¨²n y admirado amigo el fil¨®sofo Emilio Lled¨® asever¨® que ¨¦ste es un libro -podr¨ªa extenderse a toda la obra de Goytisolo- que reivindica la libertad, la igualdad y el amor contra la guerra, contra el olvido, contra la ignorancia, contra la maldad, contra la mutilaci¨®n y la muerte de los inocentes...
A estas palabras de Lled¨® hay que a?adir las del propio Goytisolo en contra de otra teor¨ªa nefanda, el choque de civilizaciones de Huntington. Goytisolo habla por los trabajadores migratorios musulmanes en Europa como nosotros hablamos por los trabajadores migratorios mexicanos en Estados Unidos. No como la amenaza contra la pureza racial y la unidad nacional que insidiosamente sospecha Huntington, sino como sujetos -cito a Goytisolo- de "los mismos derechos de que disfrutan los ciudadanos europeos".
El inmigrante -¨¢rabe en Europa, mexicano en Norteam¨¦rica- no le quita nada a nadie: da m¨¢s de lo que recibe. Da su trabajo. Y da su cultura a la ¨²nica civilizaci¨®n humana posible: la del mestizaje que cre¨® a la Am¨¦rica indo-afro-europea y a la Espa?a celt¨ªbera, fenicia, griega, romana, ¨¢rabe y jud¨ªa.
?ste es hoy el cuento inacabado de Cherezada la fabuladora desvelada: es el cuento del encuentro y enriquecimiento mutuo de las culturas. Es el cuento de la inclusi¨®n y en contra de la exclusi¨®n. Es el cuento del derecho a imaginar contra la prisi¨®n de los dogmas disfrazados de verdades irrefutables y la ocupaci¨®n de un pa¨ªs por una petroguerra disfrazada de liberaci¨®n humanitaria.
?ste es hoy el cuento de Cherezada: la historia no ha terminado. La historia renacer¨¢ cada d¨ªa con sus luces de tareas inacabadas, libertades por conquistar, culturas por preservar y vigorizar. Y nadie, se?oras y se?ores, lo cuenta mejor que el cronista de la propia Cherezada, el gran escritor espa?ol y universal Juan Goytisolo.
Bienvenido Juan, a la C¨¢tedra Julio Cort¨¢zar en la m¨¢s bella ciudad de la Rep¨²blica Mexicana, Oaxaca.
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