Morir es f¨¢cil en R¨ªo de Janeiro
Brasil sufre 30.000 muertes violentas cada a?o, y la lucha contra la delincuencia enfrenta al Gobierno federal con el regional
En la favela de la Rocinha, la mayor de R¨ªo, la polic¨ªa ha conseguido matar a Luciano Barbosa, alias Lulu, jefe de los narcos que controlaba la venta de drogas en el barrio. ?Est¨¢n felices sus moradores, que han vivido unos d¨ªas de infierno y guerra? No. "Ahora estamos en las manos de Dios", afirman. Temen que las bandas rivales del jefe asesinado emprendan nuevas acciones de terror para lograr el control de la favela. Por eso el entierro del narcotraficante, el jueves en R¨ªo, parec¨ªa un entierro de Estado. La favela ech¨® el cierre completo. Cerraron escuelas y comercios y se alquilaron docenas de autobuses para asistir a un sepelio que acab¨® en tumulto. Era una mezcla de miedo y de agradecimiento al gran jefe mafioso que "ayudaba a los m¨¢s pobres de la favela", seg¨²n dec¨ªan con l¨¢grimas algunos de sus moradores.
No se trata de un hecho aislado. El Instituto Brasile?o de Estad¨ªstica y Geograf¨ªa acaba de publicar los datos sobre la criminalidad en el pa¨ªs durante los ¨²ltimos 20 a?os. Las cifras son demoledoras: 30.000 muertes violentas por a?o. La palma se la lleva R¨ªo de Janeiro, seguida por Pernambuco, Esp¨ªritu Santo, S?o Paulo y Brasilia. En estas dos d¨¦cadas, Brasil ha tenido m¨¢s muertes violentas, unas 600.000, que en toda la guerra de Argelia sumados a todos los soldados norteamericanos fallecidos en Vietnam.
Violencia y pobreza
En R¨ªo, de cada 100.000 habitantes, 200 han sido v¨ªctimas de la violencia por arma de fuego. En el a?o 2002, el n¨²mero de muertes por arma de fuego fue de 91 por 100.000, 13 veces mayor que la media de Estados Unidos, donde es de 5,5. Entre R¨ªo y S?o Paulo, que re¨²nen el 18% de la poblaci¨®n total, se concentra el 40% de la violencia nacional. En R¨ªo de Janeiro, el n¨²mero de asesinatos de personas en edades comprendidas entre los 15 y los 24 a?os es ocho veces mayor que la media del pa¨ªs.
La Fundaci¨®n Getulio Vargas acaba de publicar los ¨²ltimos sondeos sobre la pobreza en Brasil, a la que se culpa del aumento de la violencia, sobre todo juvenil. Los datos son escalofriantes: de cada tres brasile?os, uno vive por debajo del umbral de la pobreza, con 25 euros mensuales por familia. En la favela de la Rocinha, la media salarial por familia es de 110 euros al mes y en los otros barrios de la ciudad de R¨ªo, de 800 euros.
Mientras ha surgido una nueva guerra entre el Gobierno del Estado de R¨ªo, presidido por el matrimonio Garotinho, y el Gobierno federal de Brasilia. El Ejecutivo de Luiz In¨¢cio Lula da Silva hab¨ªa ofrecido el Ej¨¦rcito para combatir la violencia de R¨ªo. El secretario de Seguridad, Anthony Garotinho, a pesar de haber declarado que R¨ªo no necesitaba a las Fuerzas Armadas y que la culpa de la violencia era del Gobierno federal, acept¨® que llegaran a R¨ªo unos 4.000 militares, pero que deber¨ªan estar a sus ¨®rdenes. El Gobierno ha rechazado su petici¨®n alegando que enviar¨ªa el Ej¨¦rcito s¨®lo si las autoridades del Estado reconociesen su impotencia para hacer frente a la violencia.
La familia Garotinho, es decir el secretario de Seguridad y su esposa la gobernadora, deber¨ªan confesar su fracaso. Ahora bien, todo el mundo sabe que Garotinho quiere disputar a Lula en 2006 la presidencia de la Rep¨²blica. Garotinho, de 40 a?os, se ha pasado al PMDB, el partido centrista que apoya al Gobierno. Esta formaci¨®n es la que cuenta con m¨¢s implantaci¨®n nacional y podr¨ªa, si cambian las cosas, querer concurrir en 2006 con candidato propio. No era dif¨ªcil, pues, ver en la pugna R¨ªo-Brasilia una guerra tambi¨¦n pol¨ªtica.
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