Osasuna baja de la nube

De ganar al l¨ªder a domicilio a perder en casa contra el antepen¨²ltimo clasificado y con los mismos once jugadores de inicio. ?sta es la carta de presentaci¨®n de Osasuna, un conjunto que sufre para imponerse a los d¨¦biles y se crece en los partidos imposibles. Durante toda la temporada, los navarros han pagado su falta de decisi¨®n en los momentos claves y siguen colgados en la ¨²ltima posici¨®n que da acceso a la UEFA, cuando pod¨ªan disfrutar de una plaza notablemente superior en la tabla.

Los de Luis Fern¨¢ndez se adelantaron al filo del descanso, despu¨¦s de una primera mitad sopor¨ªfera en la que De la Pe?a aprovech¨® los pocos balones de los que dispuso su equipo para reivindicar su calidad. De sus botas surgieron la jugada del primer tanto espanyolista, culminada por Tamudo, y dos grandes oportunidades de Maxi Rodr¨ªguez, que no pudo rematar los centros milim¨¦tricos del Pelat. Con ambos equipos ausentes y desatinados, el descanso se convirti¨® en una bendici¨®n para olvidar toda una parte de imposturas y mentirijillas. Con tal caos generalizado, hasta Javier Aguirre, muy poco dado a innovaciones, oblig¨® a sus extremos Valdo y Moha a cambiar sus posiciones en el campo, sin otro resultado que aumentar el desconcierto de un equipo que juega de cabeza y para el que cualquier peque?a variaci¨®n se convierte en una ecuaci¨®n irresoluble. El uruguayo Pablo Garc¨ªa, desesperado, tom¨® la iniciativa y la pelota para tratar de reencontrar el f¨²tbol perdido. Cuarenta segundos despu¨¦s de la reanudaci¨®n, el centrocampista ya hab¨ªa conseguido empatar el partido con un potente disparo que se col¨® bajo el cuerpo del guardameta Lemmens. El charr¨²a tambi¨¦n se encarg¨® de las faltas y estrell¨® el bal¨®n en el larguero en dos ocasiones, casi las ¨²nicas buenas oportunidades navarras hasta el minuto 60.

Las carencias de Osasuna se igualaban a las del Espanyol, que tampoco ten¨ªa muy claro por qu¨¦ hab¨ªa conseguido un gol con un despliegue tan paup¨¦rrimo. El partido segu¨ªa con su ritmillo ausente, disfrazado de tensi¨®n, que reflejaba las dudas de dos equipos conformes con el empate. Pero en el tran-tran, apareci¨® un viejo conocido osasunista, ?lex Fern¨¢ndez, quien decidi¨® probar a su ex compa?ero Sanzol con un tiro pueril, lejano y reflejo del esp¨ªritu del encuentro. La t¨ªmida intentona de reacci¨®n y ataque de Osasuna fue desbaratada por el tercer gol visitante. Una p¨¦rdida en el medio campo, contraataque dirigido por Tamudo y un pase de la muerte a Maxi Rodr¨ªguez para inflar las esperanzas de salvaci¨®n de los catalanes.