El Compos recibe la extremaunci¨®n
Una huelga de futbolistas provoca un nuevo descenso del club y preludia su desaparici¨®n
Un jugador hasta se ha puesto a vender colonias. Entre los que son de la tierra hay algunos que han vuelto al pueblo, a la casa paterna, y se desplazan a diario para entrenarse. Otros subsisten por los ingresos de sus mujeres o con lo que les presta la familia. El preparador f¨ªsico ha dejado el club por un puesto de socorrista en una piscina. Desde hace casi dos a?os, los jugadores y empleados del Compostela viven aplastados por deudas, n¨²meros rojos e impagos, hartos de recibir promesas incumplidas. Sus reservas de paciencia llegaron al l¨ªmite y ayer, tras la preceptiva convocatoria legal de huelga, no acudieron a jugar contra el Conquense. La medida de fuerza ha sido el tiro de gracia para un club que hace seis a?os lleg¨® a ser subcampe¨®n de invierno en Primera y que parece abocado a desaparecer.
La incomparecencia en el partido de Cuenca certific¨® matem¨¢ticamente el descenso del Compos a Tercera. Adem¨¢s de perder el choque, al club se le descuentan tres puntos por sanci¨®n, lo que disipa la ¨²ltima esperanza de salvarse. Tal y como est¨¢n las cosas, parece casi seguro que el club ni siquiera acabe la competici¨®n. Los jugadores mantienen la convocatoria de huelga para la pr¨®xima jornada si no se les paga al menos una parte de las cuatro mensualidades que les adeudan. Una segunda incomparecencia provocar¨ªa su exclusi¨®n definitiva. A Chema, el capit¨¢n de la plantilla, le dol¨ªan ayer algunos comentarios o¨ªdos por la calle o le¨ªdos en los foros de internet. "Nos pueden culpar del descenso por lo mal que hemos jugado, pero no por la huelga", protestaba el futbolista, el de mayor experiencia profesional de la plantilla y tambi¨¦n el que m¨¢s cobra, unos 2.400 euros al mes, seg¨²n admite ¨¦l mismo. "Llega un momento en que ya no puedes creer en las promesas. El a?o pasado, en Segunda, nos aseguraron que cobrar¨ªamos si logr¨¢bamos mantenernos. Acabamos octavos y descendimos por impago. A los profesionales nos deben cuatro meses, pero los empleados y los compa?eros del filial no cobran desde hace 16. Muchos tienen sueldos de menos de 600 euros".
Chema habla con respeto del presidente, Juan Silva, "un hombre agobiado y enfermo que hace lo que puede", aunque deplora las presiones del club para reventar la huelga. "Estaban dispuestos a ir hasta con siete jugadores, lo m¨ªnimo que permite el reglamento para disputar el partido. Lo intentaron con los jugadores del filial, pero no se ha rajado nadie". Triste final para un equipo que todav¨ªa tiene en el banquillo a un testigo de su gloria reciente. Gabriel Leis, retornado como recurso de urgencia, dirigi¨® al equipo en su ¨²ltima temporada en Primera tras haber ejercido como asistente de Fernando V¨¢zquez en aquella ¨¦poca en la que el Compostela tumbaba al Barcelona, goleaba al Deportivo y sal¨ªa airoso del Bernab¨¦u. Leis vive ahora estos amargos momentos completamente solo, sin ayudante ni preparador f¨ªsico.
Como recuerdo de los d¨ªas luminosos, tambi¨¦n permanece el m¨¢ximo accionista del club, el volc¨¢nico ex presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Caneda. Su sombra se hizo patente en la ¨²ltima asamblea, en la que impidi¨® que otros socios, entre ellos el Ayuntamiento de Santiago, forzasen la disoluci¨®n del club. Pero con una deuda de unos ocho millones de euros y un severo embargo judicial, ni siquiera la tozudez de Caneda parece capaz de salvar al Compos.
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