A prop¨®sito del islam en el espacio laico
A veces sentimos que la cercan¨ªa nos aleja. Hay quien insiste en calificar al islam como una religi¨®n violenta y expansiva con el fin de evitar la propagaci¨®n del fundamentalismo. Nosotros defendemos una visi¨®n no violenta del islam con el mismo objeto. As¨ª pues, ?cu¨¢l es la disputa? M¨¢s que discutir sobre cuestiones espirituales, ser¨¢ mejor que colaboremos en la tarea de denunciar la difusi¨®n de las interpretaciones violentas del islam. ?ste es el ¨²nico medio de aislar a los terroristas, negando toda legitimidad a sus interpretaciones.
Al afirmar que el yihad es s¨®lo defensivo (en base al Cor¨¢n, a la Sunna y a una tradici¨®n jur¨ªdica de siglos), no estamos cerrando filas ni escurriendo el bulto, sino descalificando a aquellos que pretenden ampararse en el islam para cometer actos abominables como los de Atocha, que repugnan a lo m¨¢s profundo del ser humano. Con esto, pretendemos deslegitimar la instrumentalizaci¨®n pol¨ªtica del yihad, que tanto da?o est¨¢ haciendo, y que choca con las convicciones de la inmensa mayor¨ªa de los musulmanes.
Aunque no se den cuenta de ello, los que insisten en calificar al islam como una religi¨®n violenta est¨¢n legitimando las reivindicaciones de los terroristas. Los argumentos de la islamofobia y del terrorismo se confunden, como en un espejo. Exactamente la misma visi¨®n maniquea que caracteriza al fundamentalismo alimenta los discursos de aquellos que pretenden demonizar al islam en su conjunto. En uno y otro caso se trata de hacernos creer que el islam y la modernidad son incompatibles, se nos quiere hacer ver que el islam defiende la segregaci¨®n de la mujer y otras abominaciones. Si esto fuera as¨ª, ?puede alguien explicar por qu¨¦ el islam crece en Occidente? Y no s¨®lo a causa de la inmigraci¨®n, sino por el fen¨®meno de los conversos, la mayor¨ªa de ellos gente con estudios y profesiones liberales.
Desde los diferentes soportes comunicativos de Junta Isl¨¢mica (la revista Verde Islam y la p¨¢gina digital webislam.com) hemos tratado de defender una visi¨®n del islam de acuerdo con los valores democr¨¢ticos. Hemos escrito sobre islam y laicismo, islam y derechos humanos, nos hemos posicionado contra los malos tratos, la lapidaci¨®n, la discriminaci¨®n de la mujer. Hemos denunciado la condena de la apostas¨ªa como contraria a la libertad de conciencia prescrita por Al-l?h. Hemos defendido el laicismo como el ¨²nico modelo que garantiza la pluralidad religiosa, recogida asimismo en el Cor¨¢n como un valor ineludible. Hemos denunciado los casos de discriminaci¨®n contra no musulmanes en pa¨ªses de mayor¨ªa musulmana, por ser contrarios al Cor¨¢n y a la Sunna.
En estos y otros temas, nuestros posicionamientos han sido tajantes. Tras la publicaci¨®n del libro del imam de Fuengirola, condenamos los malos tratos a la mujer como contrarios al islam, y denunciamos el contenido de este libro. La condena del imam de Fuengirola por apolog¨ªa a los malos tratos se produjo gracias a la intervenci¨®n ante el juez de algunos miembros o colaboradores de Junta Isl¨¢mica. Tal y como recoge la sentencia, nadie puede ampararse en sus principios religiosos para defender pr¨¢cticas contrarias a la legalidad vigente.
Denunciamos los casos de mujeres amenazadas por la lapidaci¨®n en Nigeria, y enviamos una carta al juez del tribunal isl¨¢mico de Zamfara para tratar de parar esa barbarie. Enviamos una carta p¨²blica a la Embajada de Arabia Saud¨ª pidiendo la abolici¨®n de la lapidaci¨®n en ese pa¨ªs, una pr¨¢ctica contraria al Cor¨¢n, tal y como hemos demostrado en un riguroso estudio.
Durante todos estos a?os de trabajo y de estudio del islam en sus fuentes, hemos sufrido amenazas de grupos fundamentalistas, hemos sido atacados por otros musulmanes que pretenden erigirse en "ortodoxia" dentro de una v¨ªa espiritual que no la admite. Nuestra independencia y deseo de recorrer el camino del islam en libertad y al margen de las injerencias extranjeras nos ha reportado la enemistad de aquellos que se erigen en "guardianes de la tradici¨®n", pero que en verdad reciben su sueldo de pa¨ªses donde la libertad de conciencia es desconocida. A causa de nuestra independencia hemos sido calificados como herejes e hip¨®critas.
Es nuestra vivencia del islam la que nos lleva a considerar que los fundamentalistas no son musulmanes. Muhammad dijo que el peor enemigo del islam es el extremismo. Sin moderaci¨®n y equilibrio no hay islam. La pr¨¢ctica del islam pacifica al ser humano. ?sta es la tradici¨®n que nosotros tratamos de seguir, la que siguen la mayor¨ªa de los musulmanes. El islam no est¨¢ en las proclamas de los radicales, sino en la intimidad de los hogares: hospitalidad, sencillez, generosidad, belleza. Como dice el hadiz, Dios es bello y ama la belleza.
En vez de discutir, lo que pedimos es que se apoye al islam compatible con los m¨¢s preciosos valores de la modernidad (derechos humanos, libertad de conciencia, democracia) frente a todos aquellos que tratan de convencernos -desde dentro y desde fuera- de que el islam es una religi¨®n b¨¢rbara y retr¨®grada.
Lo que necesitamos no es a ning¨²n catedr¨¢tico que nos diga lo que es el islam. Lo que necesitamos es que el islam genuino que defendemos sea apoyado por las instituciones democr¨¢ticas. Necesitamos que el Estado se comprometa en el desarrollo de la libertad religiosa, tras ocho a?os de nacionalcatolicismo. Necesitamos una pol¨ªtica de integraci¨®n seria, que lleguen a Espa?a las campa?as contra la islamofobia emprendidas por la Uni¨®n Europea. Necesitamos esto para lograr el objetivo de la plena integraci¨®n de los musulmanes, y lograr esa Espa?a plural que constituye un anhelo para la mayor¨ªa de los ciudadanos.
La colaboraci¨®n de toda la sociedad contra la islamofobia es imprescindible. Porque la islamofobia es en la actualidad el peor enemigo de democracia, el argumento que hace crecer a la extrema derecha en toda Europa. La lucha contra el terrorismo y el fundamentalismo es la lucha contra el avance del fascismo. Si queremos que la Europa plural triunfe frente a todo fundamentalismo, no olvidemos esto.
Mansur Escudero es presidente de la Junta Isl¨¢mica y secretario general de la Comisi¨®n Isl¨¢mica de Espa?a. Abdennur Prado es secretario de organizaci¨®n de la Junta Isl¨¢mica y director de Webislam.
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