Leve mejor¨ªa de Maradona

Alfredo Cahe, m¨¦dico personal de Diego Maradona, hospitalizado en una cl¨ªnica privada de Buenos Aires, desmenti¨® ayer en la cadena SER la aparici¨®n de coca¨ªna en los an¨¢lisis de orina realizados al ex futbolista. Telam, la agencia oficial de noticias de Argentina, citando a fuentes m¨¦dicas, inform¨® ayer que en los an¨¢lisis de orina realizados al ex jugador aparecieron "entre 850 y 900 microgramos de coca¨ªna". El m¨¦dico de Maradona neg¨® la informaci¨®n y a?adi¨® desconocer de d¨®nde pudo salir esa noticia. "La leve mejor¨ªa de Maradona", a?adi¨® el doctor, "descarta esa sustancia en la orina. De otro modo, su coraz¨®n dif¨ªcilmente hubiera resistido otra m¨¢s".

Seg¨²n el parte m¨¦dico de ayer, el paciente permanece "estable", tiene una "aceptable evoluci¨®n" de su neumon¨ªa y confirma que "se han hallado dos hemocultivos positivos con crecimiento de una bacteria, tipo coco, en cadena, que estar¨¢ tipificada el d¨ªa de hoy (por ayer), con su antibiograma correspondiente. Estos g¨¦rmenes son probablemente secundarios a la infecci¨®n previa al inicio del cuadro que motiv¨® la internaci¨®n, dados los datos de s¨ªndrome febril desde el d¨ªa anterior a su ingreso a esta cl¨ªnica".

El estado general es considerado "grave" y "delicado" a causa de la "neumon¨ªa aspirativa" agregada al cuadro general. Maradona permanece inconsciente, conectado a un respirador artificial, sometido a controles card¨ªacos y recibe suero y medicamentos espec¨ªficos por v¨ªa endovenosa. El doctor Juan Antonio Mazzei, m¨¦dico y profesor del Hospital de Cl¨ªnicas, explica que "la neumon¨ªa espirativa se produce por la entrada anormal de l¨ªquido, part¨ªculas o secreciones del aparato digestivo en el tejido pulmonar". Maradona se ahog¨® en sus propios v¨®mitos porque no le funcionaron los mecanismos de defensa. Seg¨²n Mazzei, estas circunstancias se observan en pacientes que tienen alterado el estado de conciencia "por causas neurol¨®gicas como los accidentes cerebrovasculares, medicamentosas -sedantes, hipn¨®ticos- o t¨®xicas -alcohol, consumo de drogas- que afectan el sistema central". La mortalidad asociada con la neumon¨ªa espirativa oscila entre el 30% y el 50%. "La mayor¨ªa de los pacientes sobrevive los momentos iniciales, pero se deterioran a partir de las 12 a 24 horas", a?ade el doctor Mazzei.

Argentina y Maradona se consumen entre s¨ª, pero aqu¨ª nadie quiere hablar "de eso". El consumo frecuente de drogas, bajo control durante sus prolongadas residencias en Cuba desde que una sobredosis lo dej¨® al borde del abismo card¨ªaco en enero de 2000, parece dispararse en cuanto Diego pisa Buenos Aires. El psiquiatra Roberto Abalos, que lleg¨® a tratar por poco tiempo al ex jugador como miembro de un equipo de especialistas, cree que se deber¨ªa recurrir a una figura jur¨ªdica prevista en la ley para someter a Maradona a un tratamiento, a¨²n contra su voluntad, ante la evidencia de que puede atentar contra su vida y contra la de terceros.

Un altar pagano

"Dios, dale otra mano", se lee en la portada de un peri¨®dico pegado en uno de los muros de la puerta de ingreso a la cl¨ªnica. La edici¨®n es de hace tres a?os. "Dios es eterno y argentino", dice uno de los carteles manuscritos. El lugar se ha convertido en un altar pagano. All¨ª se enciman cartas personales, mensajes, afiches, fotos, oraciones y estampas de todas las religiones, hasta de la "Iglesia maradoniana" fundada en Rosario, 280 kil¨®metros al sudeste de Buenos Aires, que celebra con la navidad con su propio ritual cada 30 de octubre, d¨ªa del cumplea?os de Diego.

Ex jugadores compa?eros suyos, directivos del Boca y hasta estrellas actuales del equipo como el delantero Carlos T¨¦vez, 18 a?os, se acercaron para acompa?ar a la familia. Pero nadie, con excepci¨®n de los autorizados por la ex esposa Claudia Villafa?e, supera la guardia inicial en el cuarto piso. En nombre de "la doce", como se conoce a la temible barra brava del Boca Juniors, un grupo de aficionados se reuni¨® el lunes por la tarde para hacer "el aguante" a Diego y enton¨® desde la calle, mirando al cuarto piso, los estribillos que cada partido le dedica la hinchada. "Ol¨¦, ol¨¦, ol¨¦, oh, Maradona, es un sentimiento, no puedo parar", y el cl¨¢sico: "Diego, Diego, ol¨¦, ol¨¦, ol¨¦, Diego, Diego".