Conmoci¨®n en Vallecas por el drama de una familia muy apreciada
La tristeza embargaba ayer a los vecinos de la calle del Pico Javal¨®n, en el distrito de Puente de Vallecas. Nadie pod¨ªa comprender por qu¨¦ la mala suerte se hab¨ªa aliado en contra de esta familia de colombianos, que ya hab¨ªan conseguido la nacionalidad espa?ola. La difunta Mar¨ªa Islemy G. R y su esposo, Jos¨¦ Jes¨²s, estabandedicados a su trabajo y su familia, seg¨²n cuentan sus vecinos, entre los que eran muy apreciados.
Un fallo en la combusti¨®n de la caldera del agua y una mala instalaci¨®n provocaron la tragedia en la puerta segunda del primer piso del n¨²mero 21 de esta calle de la capital. Peter, de 16 a?os, y sus hermanas Joana, de 13, y Tatiana, de 4, ya no pasar¨¢n sus ratos libres en la calle. Su madre tampoco saldr¨¢ a pasear con su esposo, que ahora ha perdido a toda su familia y que ayer estaba sumido en una crisis de ansiedad.
"Peter era amigo m¨ªo desde que lleg¨® al barrio", recuerda Carlos Rodr¨ªguez, un chico de la zona que compart¨ªa con el menor fallecido muchos ratos de juego. "Me acuerdo que nos encantaba jugar y cambiar tazos [cromos redondos de pl¨¢stico]. Tambi¨¦n nos pas¨¢bamos el d¨ªa con los Pok¨¦mon, que estaban de moda", enumera Carlos, todav¨ªa incapaz de asimilar la noticia y que confiesa que no ha podido probar bocado desde que se enter¨® de lo que le hab¨ªa sucedido a su compa?ero de juegos.
Esta familia estaba muy unida, seg¨²n el testimonio de una vecina del bloque, que ayer destacaba sobre todo la "sencillez" y "educaci¨®n". "Las ni?as sol¨ªan salirse a jugar al llano de ah¨ª detr¨¢s. La peque?a era muy graciosa, muy mona, y Joana, la mayor, siempre estaba pendiente de ella", recuerda.
Aficionado a los coches
Peter y sus hermanas eran muy conocidos en la zona. Por las ma?anas iban al colegio Vallecas Majerit, al que acuden muchos de los chicos del barrio. Por la tarde, como cualquier ni?o, aprovechaban despu¨¦s de estudiar para salir a la calle con los dem¨¢s chicos.
Los amigos recuerdan la pasi¨®n de Peter: los coches. "Pasaba mucho tiempo limpiando el coche de su padre, un Seat 127. Yo le preguntaba: '?Pero qu¨¦ haces limpiando el coche otra vez?'. Y ¨¦l me contestaba que nada, que limpi¨¢ndolo un ratillo, que lo hac¨ªa porque le gustaba", rememora Carlos. El veh¨ªculo familiar, ese Seat 127 amarillo, estaba ayer aparcado en la parte de atr¨¢s del edificio. El padre de Peter, Joana y Tatiana, y esposo de Mar¨ªa, lo dej¨® all¨ª antes de toparse con la desgracia. Peter ya no podr¨¢ nunca m¨¢s limpiarlo y dej¨¢rselo a su progenitor como si fuese nuevo.
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