No hay atajos

La impugnaci¨®n ante el Tribunal Constitucional del llamado plan Ibarretxe por el anterior Gobierno signific¨® ante todo un intento de cortar de ra¨ªz su tramitaci¨®n en el Parlamento de Vitoria. El argumento era que hab¨ªa que ir poniendo todos los obst¨¢culos legales posibles a su recorrido a fin de evitar un choque frontal cuando el proceso estuviera muy avanzado. Ese prop¨®sito descarril¨® con iniciativas tan disparatadas -y dudosamente respetuosas con los procedimientos- como la de la reforma ad hominem del C¨®digo Penal contra quien convocase un refer¨¦ndum como el propuesto por Ibarretxe. No hay atajos.

La impugnaci¨®n presentada en noviembre pasado contra la aprobaci¨®n por el Gobierno vasco de la propuesta del lehendakari formaba parte de esa estrategia de frenado progresivo, pero carec¨ªa de sustento jur¨ªdico solvente, seg¨²n ha considerado la mayor¨ªa (siete votos frente a cinco) del Constitucional. Fue precipitada y planteada en un momento procesal inadecuado, como advirtieron al Gobierno del PP los partidos de la oposici¨®n, incluyendo los que compart¨ªan el inter¨¦s en frenar el plan, y numerosos juristas. La v¨ªa de la impugnaci¨®n establecida en el art¨ªculo 161.2 de la Constituci¨®n est¨¢ prevista para disposiciones en vigor o actos ejecutivos de las comunidades aut¨®nomas. La propuesta de "Estatuto pol¨ªtico de la Comunidad de Euskadi" podr¨¢ ser impugnada cuando se convierta en norma, pero mientras sea un texto sin entidad jur¨ªdica y susceptible de ser modificado, su mera remisi¨®n al Parlamento para debate es un acto no impugnable por el contenido del proyecto legislativo.

Pero la inadmisi¨®n a tramite en modo alguno supone un aval de cualquier tipo al plan.

Aunque a¨²n no se conocen los fundamentos de derecho, el Constitucional ya ha adelantado que su decisi¨®n "se refiere exclusivamente a la viabilidad del tr¨¢mite parlamentario de la propuesta, sin entrar en el examen de su contenido". No excluye, por tanto, la posibilidad de recurrir en su momento los rasgos anticonstitucionales que la mayor¨ªa de los juristas han se?alado en la propuesta, empezando por el hecho de que bajo formato de reforma del Estatuto vasco se plantee en la pr¨¢ctica la derogaci¨®n para Euskadi de gran parte de la Constituci¨®n.

Pol¨ªticamente, el proyecto prescinde de una dimensi¨®n esencial del Estatuto de Gernika que se propone sustituir: su condici¨®n de pacto entre vascos nacionalistas y no nacionalistas. Pese a ello, algunos portavoces nacionalistas se apresuraron ayer a interpretar la resoluci¨®n del Constitucional como una invitaci¨®n a que los partidos no nacionalistas se sumen al debate presentando sus propias alternativas; como si no lo fuera la defensa del Estatuto y de la Constituci¨®n vigentes. En el debate de investidura Zapatero marc¨® el criterio esencial respecto a las reformas estatutarias: son dignas de apoyo aquellas que se propongan "aumentar la cohesi¨®n social, y no las que supongan un elemento de fractura o enfrentamiento en el seno de la propia comunidad".