Cruzada episcopal

La Religi¨®n como acto o actitud docente, no puede ser asignatura evaluable en expedientes acad¨¦micos. Por ser la Religi¨®n vital actitud libre, exige clima de plena libertad personal que implica: informaci¨®n, testimonio y respeto adecuados a la posibilidad de libre elecci¨®n. Extremos que, donde cobran contenido es en la familia, los ambientes y la comunidad en las que se vivencia la fe de los individuos. La instituci¨®n p¨²blica de ense?anza no es el ¨¢mbito apropiado para esos factores implicados por sus exigencias de obligatoriedad did¨¢ctica y de la pluralidad de opciones religiosas. Sobre todo con relaci¨®n a las conciencias infantiles y adolescentes, se debe extremar el respeto a la potenciaci¨®n de una opci¨®n personal completamente libre.

Si acudimos al Evangelio, encontraremos a Jes¨²s, tratando con amorosa delicadeza a los ni?os, pero en ning¨²n momento consider¨¢ndolos como objeto directo de adoctrinamiento. Toda su estrategia apost¨®lica iba dirigida a los adultos cuyo testimonio repercutir¨ªa, por testimonio y mimetismo, en atractivo social: Aquel "?Miradlos como se aman!". En el aspecto cultural e hist¨®rico, s¨ª es necesario no silenciar la repercusi¨®n del hecho religioso en el proceso de las relaciones humanas. Pero para ello est¨¢n otras asignaturas como la Filosof¨ªa y la Historia. Por ello, deber¨ªan ser los obispos quienes m¨¢s se opusieran a que la Religi¨®n fuera considerada e impuesta como una asignatura evaluable.