Zapatero propondr¨¢ a Mohamed VI un plan conjunto contra el terrorismo

Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero viaja hoy a Casablanca para cumplir el rito de que el primer viaje al extranjero de todo presidente democr¨¢tico del Gobierno espa?ol tenga como destino Marruecos. Y lo har¨¢ con m¨¢s motivo que nunca, ya que se trata de subrayar que el cambio pol¨ªtico en Espa?a tendr¨¢ un efecto beneficioso sobre unas relaciones bilaterales que, durante el ¨²ltimo mandato de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, atravesaron una crisis sin precedentes en tiempos de paz. Rodr¨ªguez Zapatero viaja con la intenci¨®n de que la lucha antiterrorista sea el eje central de la cooperaci¨®n futura entre los dos pa¨ªses.

El rey Mohamed VI y el presidente del Gobierno inaugurar¨¢n esta ma?ana en la Plaza de la Wilaya, sede de la Delegaci¨®n del Gobierno, una placa conmemorativa de las v¨ªctimas del brutal atentado del 16 de mayo de 2003, que caus¨® 43 muertos, cuatro de ellos espa?oles. La solidaridad espa?ola en aquellas circunstancias fue uno de los elementos que contribuy¨® a moderar el estado cr¨ªtico de las relaciones entre los dos pa¨ªses, como antes lo hab¨ªa sido la solidaridad de Marruecos en la cat¨¢strofe del Prestige, abriendo sus caladeros a los pescadores gallegos.

El momento actual es, sin embargo, otro, y as¨ª lo ha querido subrayar el Gobierno espa?ol con el cese fulminante, anunciado el pasado mi¨¦rcoles, del embajador Fernando Arias-Salgado, un militante del PP, adem¨¢s de diplom¨¢tico, que tuvo un protagonismo destacado en el anuncio de una falsa entrevista del ex presidente Felipe Gonz¨¢lez con el entonces primer ministro Abderram¨¢n Yussufi. Aquel incidente, registrado en 2001, contribuy¨® a agudizar los problemas bilaterales. Para sustituir a Arias, el Gobierno enviar¨¢ un embajador pol¨ªtico, Luis Planas, que todav¨ªa no est¨¢ en su puesto.

En casa del rey

Tambi¨¦n la parte marroqu¨ª ha querido destacar la excepcionalidad del momento actual con el detalle ins¨®lito de que el presidente espa?ol sea recibido, no en el palacio real, sino en lo que se conoce como "la maison royal", la casa privada que Mohamed VI tiene en Amfa, el barrio elegante de Casablanca.

La gran novedad en los problemas que afectan a las relaciones bilaterales es un terrorismo de cu?o islamista y ra¨ªces marroqu¨ªes que amenaza por igual a los dos pa¨ªses. El Gobierno de Aznar tendi¨® a explicar oficiosamente los atentados de Casablanca por problemas internos de Marruecos, pero la pertenencia al Grupo Islamista Combatiente Marroqu¨ª (GICM) de los responsables de los atentados del 11 de marzo deja pocas dudas de que los objetivos de ese grupo terrorista son mucho m¨¢s amplios.

Zapatero pondr¨¢ de relieve, seg¨²n fuentes gubernamentales, que esa amenaza abre un campo com¨²n de preocupaciones en el que los dos pa¨ªses pueden desarrollar una cooperaci¨®n estrecha, que hasta aqu¨ª ha funcionado, pero con el lastre de las asimetr¨ªas entre los sistemas policiales y judiciales de los dos pa¨ªses. El presidente espa?ol pretende reafirmar, as¨ª, en el plano de lo concreto que la retirada de las tropas espa?olas de Irak no implica merma del compromiso de su Gobierno frente al terrorismo. Obviamente, los problemas de la inmigraci¨®n ilegal, el narcotr¨¢fico y la cooperaci¨®n espa?ola, que este Gobierno se ha comprometido a potenciar considerablemente, estar¨¢n sobre la mesa y ser¨¢n tambi¨¦n objeto de atenci¨®n en el comunicado conjunto que se prepara.

El presidente no tiene, en cambio, intenci¨®n de introducir temas pol¨ªticos como el del S¨¢hara ni mucho menos el contencioso sobre Ceuta y Melilla, que no existe en la agenda espa?ola.

Zapatero ir¨¢ acompa?ado por los ministros de Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos, e Interior, Jos¨¦ Antonio Alonso.