Alcal¨¢ de Henares
Tengo una moneda de los tiempos de Adriano. Es una pieza peque?a de color gris verdoso y con la efigie del emperador romano impresa en el anverso. Me la regal¨® hace a?os un amigo que sal¨ªa los domingos con un detector de metales a rastrear los yacimientos arqueol¨®gicos. Esa pieza la encontr¨® en las faldas del Gurug¨², el monte que se alza junto a Alcal¨¢ de Henares. Era un vestigio de la antigua Complutum, la villa romana que all¨ª floreci¨® hace m¨¢s de 2.000 a?os. Dice mi amigo el depredador que el subsuelo de aquel municipio es como un gran libro que evidencia el enorme valor hist¨®rico que tuvo la ciudad. Es cierto, aunque no hace falta un detector de metales para descubrir los valores hist¨®ricos y art¨ªsticos de Alcal¨¢, basta con ir all¨ª. Lamentablemente, la inmensa mayor¨ªa de los madrile?os no ha pisado la capital del Henares en su vida y muchos de los que han ido fueron por trabajo o negocios, nunca por placer.
Parad¨®jicamente, el madrile?o es un visitante muy apreciado fuera de la regi¨®n por su inter¨¦s por el arte y la cultura. Sondeen en su entorno y podr¨¢n comprobar c¨®mo muchos de sus amigos o familiares han visitado reiteradamente ciudades como ?vila, Segovia o Toledo cuyo atractivo es incuestionable, pero, en cambio, no conocen Alcal¨¢ de Henares, que tienen al lado. Alcal¨¢ fue declarada hace cinco a?os ciudad Patrimonio de la Humanidad, una distinci¨®n que otorga la Unesco de forma muy selectiva a aquellas ciudades que contienen un conjunto de inestimable valor. El hecho de que ese valor no consiga atraer los flujos tur¨ªsticos que le corresponden por su categor¨ªa obliga a pensar que ha habido un tremendo d¨¦ficit de promoci¨®n y una venta desacertada de la imagen del municipio.
Hoy, Alcal¨¢ de Henares dista mucho de responder al concepto de ciudad dormitorio que se impuso a?os atr¨¢s. Es cierto que no todo su t¨¦rmino municipal logr¨® escapar de los efectos nocivos que los a?os del desarrollismo tuvieron sobre el urbanismo; sin embargo, la mayor parte del casco antiguo permanece intacto. Un detenido paseo bajo los soportales de piedra y madera de la Calle Mayor permite apreciar que all¨ª han logrado atrapar el tiempo. Y es s¨®lo el principio, cualquier observador m¨ªnimamente sensible quedar¨¢ pasmado ante la visi¨®n de la fachada del antiguo Colegio Mayor de San Ildefonso, una obra renacentista que acoge en la actualidad la sede del Rectorado de la Universidad. Atravesar sus claustros es una gozada que culmina con el espectacular paraninfo, cuya restauraci¨®n recibi¨® en su d¨ªa el premio Europa Nostra por el trabajo realizado en el artesonado. Aquel espacio evoca la figura del cardenal Cisneros, confesor de Isabel la Cat¨®lica y gran impulsor de la Universidad. El campus universitario marca el pasado y el presente de Alcal¨¢ de Henares, aunque no es ni mucho menos lo ¨²nico de lo que puede presumir esa ciudad. Alcal¨¢ es el lugar que vio nacer a Miguel de Cervantes y, a pesar de las m¨²ltiples transformaciones sufridas por su casa natal, merece la pena pasarse por all¨ª. Otro tanto sucede con el palacio arzobispal que s¨®lo imaginar que fue testigo del nacimiento de Catalina de Arag¨®n, reina de Inglaterra, o de la primera entrevista que mantuvieron la reina Isabel y Crist¨®bal Col¨®n ya provoca cierto estremecimiento. Cualquiera de estas propuestas justificar¨ªa por s¨ª sola el acercarse a Alcal¨¢.
Es una ciudad que goza, adem¨¢s, de una oferta gastron¨®mica con personalidad propia, aunque algo escasa. Semanas atr¨¢s su alcalde, Bartolom¨¦ Gonz¨¢lez, invit¨® a cenar a los ediles de las ciudades espa?olas declaradas Patrimonio de la Humanidad. El lugar elegido fue la Hoster¨ªa del Estudiante perteneciente a Paradores Nacionales situada en el propio edificio del Rectorado. Tanto el marco como las exquisiteces de que dieron cuenta lograron deslumbrar a quienes est¨¢n habituados a espacios maravillosos cargados de historia y al mejor yantar. El alcalde complutense sabe que su ciudad est¨¢ muy lejos del lugar que le corresponde. Alcanzarlo requiere una labor gigantesca de promoci¨®n, un buen plan que ni puede ni debe abordar s¨®lo desde el municipio. Tanto la Direcci¨®n General de Turismo de la Comunidad de Madrid, que me consta que es consciente del problema, como la Secretar¨ªa de Estado para el Turismo han de apoyar al m¨¢ximo esa iniciativa y saldar la deuda con Alcal¨¢ de Henares. Su patrimonio y su historia bien lo merecen.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.