500 obras tuvieron que pasar declaraci¨®n de impacto ambiental en la etapa de Gallard¨®n
El actual alcalde considera que su proyecto de la M-30 debe ser eximido de este tr¨¢mite
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, quiere soterrar seis kil¨®metros de la M-30 y remodelar los otros 26. Es su obra estrella. Y para que los tr¨¢mites no se eternicen, quiere que esta actuaci¨®n se libre de declaraci¨®n de impacto ambiental. A mediados de los a?os noventa, Jos¨¦ Caballero meti¨® a sus 400 ovejas en unas naves que hab¨ªa levantado en una finca de su propiedad en Navalcarnero. La Comunidad le cerr¨® las naves porque ¨¦stas carec¨ªan de ese permiso medioambiental. Desde 1995, m¨¢s de 500 actividades, entre las que hay reformas de carreteras, necesitaron superar ese tr¨¢mite.
Desde 1995, la Comunidad de Madrid ha exigido m¨¢s de 500 declaraciones de impacto medioambiental para todo tipo de actividades: granjas escuela, variantes de carreteras, desv¨ªos de v¨ªas, granjas de caballos, campos de tiro al plato, ampliaciones de graveras, duplicaciones de calzadas... y hasta la instalaci¨®n de una carpa para celebraci¨®n de bodas en la finca La Granjilla, situada en El Escorial, propiedad de Esperanza Aguirre, hoy presidenta de la Comunidad, y su familia. As¨ª consta en una respuesta del Gobierno regional a una pregunta formulada por el grupo parlamentario socialista.
Todos estos proyectos han necesitado presentar una documentaci¨®n en la Consejer¨ªa de Medio Ambiente, sufrir inspecciones t¨¦cnicas y resentirse de demoras que atrasaron los planes de los promotores. "En mi caso", recuerda Caballero, "hubo retrasos de m¨¢s de dos a?os, con muchos mareos y paseos de Navalcarnero a Madrid y de Madrid a Navalcarnero para ponerlo todo en orden".
Estas demoras y retrasos son los que quiere evitar el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, del PP, para acometer la obra estrella de esta legislatura: la reforma de la M-30 y el soterramiento de seis kil¨®metros de esta v¨ªa, en el tramo pr¨®ximo al Manzanares. A fin de evitarse con la M-30 los retrasos que inevitablemente acompa?an a una declaraci¨®n de impacto medioambiental, el alcalde ha pedido a Aguirre que le exima de este tr¨¢mite.
La Ley 2/2002, de Evaluaci¨®n Ambiental, de la Comunidad dicta que entre los "proyectos y actividades de obligado sometimiento a evaluaci¨®n de impacto ambiental" figura, entre otros, "la modificaci¨®n de trazado, el acondicionamiento o el ensanche de cualquier tipo de carretera existente cuando afecten a tramos con una longitud acumulada, igual o superior a 5 kil¨®metros".
Tr¨¢mite
Entre los m¨¢s de 500 proyectos y obras que han necesitado solventar este tr¨¢mite, el PSOE recuerda dos ejemplos que, en su opini¨®n, son equiparables a la reforma que el Ayuntamiento quiere acometer en la M-30: la construcci¨®n de un tercer carril en la carretera M-607, que une esta v¨ªa con la M-40, y la remodelaci¨®n de las carreteras M-607, M-615 y M-623, las tres a su paso por la localidad de Moralzarzal. Las dos obras se llevaron a cabo en el a?o 2000, despu¨¦s de que la Consejer¨ªa de Medio Ambiente emitiera una declaraci¨®n medioambiental positiva y de sufrir los correspondientes retrasos a la espera del permiso.
La reforma de la M-30 prev¨¦ el soterramiento parcial de la v¨ªa, adem¨¢s de varios nuevos enlaces y t¨²neles en determinados puntos del anillo encaminados a aumentar la fluidez del tr¨¢fico y a que disminuyan los accidentes de tr¨¢fico. Sin duda, el soterramiento es el aspecto m¨¢s atractivo de esta megaobra. La intenci¨®n del alcalde es que esta zona de la ciudad, que actualmente se compone, en l¨ªneas generales, de una autopista llena de coches y un r¨ªo infrautilizado se convierta, cuando todo est¨¦ terminado, en una alfombra verde al lado del Manzanares. La intenci¨®n del alcalde, seg¨²n ha confesado varias veces, es que la ciudad recupere su r¨ªo, al que en la actualidad le da la espalda.
Para la oposici¨®n municipal (PSOE e IU) est¨¢ claro que una reforma de tal envergadura est¨¢ afectada por el art¨ªculo antes citado de la Ley de Evaluaci¨®n Ambiental y que, por lo tanto, el Ayuntamiento debe someterse a una declaraci¨®n de impacto antes de acometer la obra. No opinan as¨ª los responsables municipales, que han recurrido a un matiz legal para pedir al Gobierno regional que le libere de este tr¨¢mite: en puridad, sostiene el equipo del alcalde, la M-30 ya no puede considerarse una carretera de la regi¨®n, sino una calle m¨¢s de la ciudad, y por lo tanto, susceptible de librarse del engorroso deber de someterse a la declaraci¨®n de impacto.
Traspaso a Fomento
Los responsables del Ayuntamiento recuerdan que el Ministerio de Fomento traspas¨®, el pasado 20 de febrero, esta v¨ªa al municipio y, adem¨¢s, se comprometi¨® a darle 53 millones de euros para su conservaci¨®n. Despu¨¦s de eso, el equipo de Gallard¨®n considera que la M-30 ha pasado a ser una calle m¨¢s de la capital, perdiendo su car¨¢cter de carretera.
La Comunidad ha decidido enviar al Consejo de Estado la documentaci¨®n pertinente a fin de que sea este organismo el que dictamine si la M-30 es una calle o una carretera, y as¨ª especificar si su reforma debe o no someterse a una declaraci¨®n de impacto ambiental.
Las obras, seg¨²n un informe municipal, generar¨¢n un movimiento de tierras de 3,7 millones de metros c¨²bicos, resultado de excavar un t¨²nel de casi seis kil¨®metros entre la avenida del Marqu¨¦s de Monistrol, en el l¨ªmite de la Casa de Campo, y el nudo sur: una gigantesca monta?a de escombros cuyo fin y dep¨®sito a¨²n no est¨¢ decidido. Los trabajos tambi¨¦n generar¨¢n mucho ruido. Y cuando la reforma est¨¦ terminada, este mismo informe advierte de que "la zona exterior de la actuaci¨®n" soportar¨¢ m¨¢s estruendo por el aumento del n¨²mero de coches.
Modesto Nolla, diputado del PSOE, ha criticado que Ruiz-Gallard¨®n, a pesar de esto, "intente, una y otra vez, librarse de hacer la declaraci¨®n de impacto ambiental".
Dos preguntas sin respuesta
La disputa sobre la reforma de la M-30, el proyecto estrella
del alcalde Alberto Ruiz-Gallard¨®n no ha dejado de figurar en la Asamblea de Madrid. La Mesa de este organismo, gobernado por el PP, ha desestimado en dos ocasiones una pregunta del PSOE relativa a esta pol¨¦mica.
El 16 de marzo, el diputado socialista Modesto Nolla present¨® a la Mesa la siguiente cuesti¨®n: "?Qu¨¦ decisi¨®n va a adoptar el Gobierno en relaci¨®n con la solicitud del Ayuntamiento de Madrid de que se exima de declaraci¨®n de impacto ambiental a las obras de la M-30?". La respuesta negativa lleg¨® el 22 de marzo. La presidenta de la Asamblea, Concepci¨®n Dancausa, esgrimi¨® que no se admit¨ªa la pregunta porque a su juicio era igual a la realizada el 12 de febrero en el Parlamento regional por el l¨ªder de IU, Fausto Fern¨¢ndez.
La cuesti¨®n de Fausto Fern¨¢ndez dec¨ªa exactamente as¨ª: "?Qu¨¦ criterios est¨¢ barajando el Gobierno regional para eximir de informe de impacto ambiental el proyecto del Ayuntamiento de Madrid que afecta a la M-30?". El consejero de Medio Ambiente, Mariano Zab¨ªa, le respondi¨® enumerando las exigencias medioambientales que iban a reclamar a la reforma.
Nolla, descontento con el argumento de la Mesa, volvi¨® a la carga el 25 de marzo y present¨® otra vez la pregunta. En su opini¨®n, lo ¨²nico que tienen en com¨²n su interpelaci¨®n y la de Fern¨¢ndez es que ambas "versan sobre el mismo objeto: la declaraci¨®n de impacto ambiental de las obras previstas en la M-30". Y especifica que lo que quiere conocer "no son los criterios que est¨¢ barajando el Gobierno regional, sino la decisi¨®n que finalmente se va a adoptar, tras considerar esos criterios sobre los que ya se inform¨®".
La Mesa de la C¨¢mara decidi¨® finalmente el 5 de abril ratificar su anterior acuerdo y rechazar, "por ser reiterativa", la cuesti¨®n de Nolla, que el jueves, en el Pleno, se qued¨® sin preguntar.
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