El 'nuevo' Gaddafi viaja a Europa
El l¨ªder libio se entrevista en Bruselas con Prodi como parte de su campa?a de regreso a la comunidad internacional
Muammar el Gaddafi, de 61 a?os, vivi¨® la ¨²ltima semana en el desierto en una de sus enormes jaimas, rodeado de camellos y protegido por un equipo de seguridad mayormente femenino. Lo hace con frecuencia. Una de esas tiendas le servir¨¢ para alojarse durante la visita oficial que realizar¨¢ el martes a Bruselas, la primera a la UE, para normalizar relaciones, integrarse en el di¨¢logo euromediterr¨¢neo y transmitir a los europeos que ha llegado el momento de pasar p¨¢gina.
Invitado por B¨¦lgica a instancias del presidente de la Comisi¨®n Europea, Romano Prodi, su gran valedor en un largo camino de encuentros y desencuentros, el coronel llega a la capital comunitaria con una carta de compromiso en la que solicita ingresar en el Proceso de Barcelona y aceptar sin condiciones el acervo de ese foro nacido en 1995 entre la UE y los pa¨ªses ¨¢rabes de la cuenca sur mediterr¨¢nea, adem¨¢s de Israel. Eso comporta, entre otras cosas, el impl¨ªcito reconocimiento del Estado hebreo, el respeto de los derechos humanos y la apuesta por la econom¨ªa de mercado antes de 2010.
Hay que hacer negocios incluso con quien sigue siendo el enemigo: EE UU
Representantes de la Comisi¨®n han estado hasta ayer en Tr¨ªpoli para tener garant¨ªas de que Gaddafi no se reserva ning¨²n golpe teatral cuando se re¨²na el martes a solas con Prodi y luego le ofrezca un almuerzo con tres de sus comisarios. "Nunca podremos estar seguros de que no surja un elemento imprevisible", admite una fuente comunitaria. Hace cuatro a?os dijo que aceptaba ser parte del foro, pero sorprendi¨® en el ¨²ltimo minuto exigiendo la expulsi¨®n de Israel.
No est¨¢ exento el viaje de riesgos diplom¨¢ticos para el propio Prodi, que desde que lleg¨® a la Comisi¨®n en septiembre de 1999 apost¨® por normalizar las relaciones con Gaddafi una vez suspendidas ese a?o las sanciones de la ONU contra Libia. ?stas fueron levantadas en septiembre tras finiquitarse el contencioso del atentado contra un avi¨®n de PanAm en Lockerbie (Escocia), en 1988, con una indemnizaci¨®n del Gobierno libio de cerca de 3.000 millones de d¨®lares a los familiares de los 270 muertos. Igualmente lo ha hecho por la bomba contra un aparato franc¨¦s en N¨ªger (170 millones de d¨®lares como compensaci¨®n a 170 v¨ªctimas).
Libia nunca asumi¨® responsabilidad directa. Tampoco ahora. Pag¨® porque los autores eran ciudadanos libios, subrayan sus autoridades. Pero s¨ª ha dado garant¨ªa absoluta de renunciar a cualquier veleidad de patrocinar el terrorismo y tener armas de destrucci¨®n masiva. EE UU, que el viernes levant¨® las sanciones comerciales impuestas en 1986, a¨²n no ha retirado a Libia de su lista negra de pa¨ªses que financian la violencia. "Jam¨¢s hemos fomentado un solo acto de terrorismo. Siempre lo hemos condenado. Fuimos los primeros en emitir una orden de captura contra Bin Laden", sostiene el director del Gabinete y hombre de confianza del coronel, Saleh Bashir.
No est¨¢n a¨²n solucionados todos los litigios con los europeos; de ah¨ª que algunos medios diplom¨¢ticos de Bruselas consideren "algo precipitado" el viaje. "Prodi cree que ha llegado el momento de dar a la visita una dimensi¨®n europea y aprovechar esta fase conciliadora de Gaddafi. Si no lo hace ¨¦l, lo har¨¢ Chirac", opina un colaborador de Prodi.
Uno de los contenciosos estar¨¢ zanjado a mediados de mayo: la indemnizaci¨®n a Alemania por un atentado contra una discoteca de Berl¨ªn en 1986. Mucho m¨¢s delicado es el caso de un m¨¦dico y cuatro asistentes b¨²lgaros en c¨¢rcel desde 1999 y pendientes de sentencia dentro de unos d¨ªas, acusados de "envenenamiento voluntario" de 400 ni?os infectados de sida en un hospital de Bengasi. Podr¨ªan ser condenados a la pena capital. Bruselas conf¨ªa en que el fallo se traduzca en un delito de negligencia y que el grupo sea extraditado.
Libia se ha puesto en el escaparate. El canciller federal alem¨¢n, Gerhard Schr?der, ha comunicado que espera ansioso poder venir aqu¨ª pronto si es invitado, no mucho m¨¢s tarde de que lo haga el presidente franc¨¦s, Jacques Chirac, y al igual que antes lo hicieron Silvio Berlusconi, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Tony Blair. "Esperamos que no se demore demasiado [Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez] Zapatero", dice Bachir, al referirse al nuevo jefe de Gobierno espa?ol.
Tr¨ªpoli comienza a convertirse en una peregrinaci¨®n de pol¨ªticos y empresarios deseosos de invertir en un pa¨ªs a¨²n rico pese a los da?os del embargo, afectado por los males de un sistema estatalista, pero que anuncia la liberalizaci¨®n de su econom¨ªa, la privatizaci¨®n de la banca, del sector petrol¨ªfero o de buena parte de sus empresas p¨²blicas.
En lo que respecta a las reservas de crudo, el objetivo es triplicar la producci¨®n actual de 1,2 millones de barriles diarios en 15 a?os. El levantamiento del embargo facilita a las petroleras de EE UU recuperar las concesiones de explotaci¨®n que no fueron traspasadas a otras firmas extranjeras. Pero tampoco se han quedado con los brazos cruzados los brit¨¢nicos tras la visita de Blair, al igual que italianos, franceses y espa?oles.
Gaddafi parece como si hubiese decidido sufrir voluntariamente de una amnesia del pasado. Simplemente lo aborrece o se siente demasiado avergonzado por algunas de sus err¨¢ticas posturas. Hay que mirar al futuro, dicen sus m¨¢s estrechos asesores; hacer negocios incluso con quien pol¨ªticamente sigue siendo enemigo: Estados Unidos.
El flechazo de Romano
Fue como un flechazo. Romano Prodi y Muammar el Gaddafi se felicitan por Navidad, Pascua o Ramad¨¢n. De uno y otro lado ha habido misiones m¨¢s o menos secretas con un objetivo: facilitar la integraci¨®n y contribuci¨®n de Libia a la paz y la estabilidad del Mediterr¨¢neo a trav¨¦s de su ingreso en el Proceso de Barcelona.
En enero de 2000, Prodi desat¨® la ira de muchos en la UE cuando empez¨® a planear una visita oficial del l¨ªder libio a Bruselas sin haber consultado con las canciller¨ªas.
"Romano, ?t¨² nunca me pides nada?", le dijo en una ocasi¨®n Gaddafi al presidente de la Comisi¨®n Europea. Prodi contest¨®: "Lo que quiero es contribuir a cerrar ese agujero negro que significa la exclusi¨®n de tu pa¨ªs para la estabilidad del Mediterr¨¢neo".
Entrar en el Proceso de Barcelona le dar¨¢ derecho a recibir pr¨¦stamos del Banco Europeo de Inversiones, iniciar negociaciones para un acuerdo de asociaci¨®n con la UE al igual que han hecho los dem¨¢s socios del foro, encontrar un valedor para un futuro ingreso en la Organizaci¨®n Mundial de Comercio, as¨ª como suscribir un acuerdo pesquero ventajoso para las dos partes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.