Del ¨¢rbol ca¨ªdo...
?Para qu¨¦ andarnos por las ramas? Se nos ha muerto el ?rbol, el s¨ªmbolo, ?el roble de Gernika! Al parecer le dio un sofoco el ¨²ltimo verano -s¨¦ lo que hicisteis el ¨²ltimo verano- y no ha levantado cabeza. Es una l¨¢stima, mejor dicho un trauma, porque el ?rbol de Gernika-Gernikako Arbola es uno de esos elementos sagrados por no decir inmemoriales de los vascos y, como todo lo inmemorial (por no decir todo lo vasco), no pod¨ªa tener ni principio ni fin. Pues bien no s¨®lo ten¨ªa fin sino principio, ya que naci¨® en 1858. Pero es que tambi¨¦n nos hemos enterado de que era el tercero de su linaje, vamos que no llevaba milenios aliment¨¢ndonos el imaginario como nos hab¨ªan hecho creer. Por mejor decir, el llamado el Padre o primero, se plant¨® en fecha tan cercana como el s. XIV y fue el m¨¢s pujante. Porque esa es otra, desde que se tom¨® como s¨ªmbolo no ha hecho m¨¢s que degenerar. Si el primero dur¨® 450 a?os, el segundo -llamado parad¨®jicamente el Viejo- s¨®lo vivi¨® 150, hasta llegar al actual, que se ha quedado en los 146 pese a todos los adelantos que la ciencia ha estado poniendo a su disposici¨®n. ?Ser¨¢ que los s¨ªmbolos y las ciencias son incompatibles? ?O habr¨¢ vencido el tiempo de los s¨ªmbolos de su clase?
Hombre, seguro que no falta quien echando mano del calendario y de las teor¨ªas conspirativas achaque el fatal achaque de nuestro s¨ªmbolo m¨¢s principal al 14-M, porque ya se est¨¢n oyendo cosas. Muchos comentaristas saludaron la llegada del PSOE agradeciendo que ya no se podr¨ªa tachar al Gobierno de franquista o neofranquista, pero ha bastado una semana para que desde foros tan distintos como el The Wall Street Journal y ERC se acuse respectivamente a Zapatero y a Bono de franquista y falangista. Puede que no sea m¨¢s que un s¨ªntoma pero ya se ha desatado la guerra de lindezas.
Cuando todos ve¨ªan como un gesto del Gobierno el perd¨®n de los 32 millones del Cupo, ha tenido que salir de su armario la vice Zenarruzabeitia para decir en un lenguaje no s¨¦ si apocal¨ªptico o sical¨ªptico que "el Cupo y la compensaci¨®n en los ajustes por impuestos especiales son flujos diferenciados", vamos, que no conceb¨ªa que el Gobierno hubiera realizado gesto alguno, olvidando interesadamente que el suyo s¨ª que fue uno de a¨²pa, porque meter mano unilateralmente a la caja para compensar lo que consideraban compensable no lo contemplaba el Concierto.
Y en esas seguimos. Azkarraga dice acatar la sentencia del TSJPV que le obliga a colocar la bandera espa?ola en el Parlamento vasco pero someter¨¢ la decisi¨®n final al ¨ªdem, donde a¨²n siguen sin cumplir la sentencia de disoluci¨®n de SA. No importa, el lehendakari ha prometido que acatar¨¢ todas las sentencias en lo que no parece sino una reedici¨®n del pase foral -se acata pero no se cumple-, si hemos de hacer caso a los precedentes mencionados.
Para que no quede ninguna duda al respecto, Ibarretxe ha manifestado su convicci¨®n de que Euskadi no debe subordinarse a nadie, en una curiosa manera de entender que, como parte del todo que se llama Espa?a, algo tendr¨¢ que subordinarse, de no ser que el Plan, su plan, no sea la reforma de un Estatuto, como pretende, sino la soberan¨ªa plena porque s¨®lo entonces, cuando sea un Estado, no deber¨¢ subordinarse a Espa?a. Puede que s¨®lo los nacionalistas m¨¢s obtusos hayan visto en la sentencia del TC un refrendo al plan Ibarretxe, los corrientes han visto que les concede legitimidad para discutirlo, legitimidad que se har¨ªa extensiva al marco donde se discute (y que nadie le negaba) bajo la forma de una sacralidad acrecida. En efecto, lo que ya asom¨® con SA y asomar¨¢ con la bandera, no es sino el convencimiento de que el Parlamento vasco se ha convertido en un lugar intocable e inexpugnable dotado de extraterritorialidad. De la extraterritorialidad e invulnerabilidad que poseen en el coraz¨®n de los ni?os las caba?as infantiles. Caba?as que unas veces se construyen en los ¨¢rboles y otras con las ramas de los ¨¢rboles ca¨ªdos. O muertos. ?Todo sea por un plan!
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