La importancia de los naturales
Lo que son las cosas. El quinto toro, sin trap¨ªo, anovillado e inv¨¢lido de salida, fue muy protestado por el p¨²blico. Tanto es as¨ª, que cuando Tejela se fue a brindar al respetable se escucharon muchos pitos para hacerle desistir de su intenci¨®n. Pero brind¨®, y cit¨® en un pase cambiado por la espalda que acab¨® con el toro en el suelo. Cuando se adivinaba lo peor, el animal comenz¨® a galopar y se aficion¨® a la muleta hasta olvidarse de su manifiesta invalidez. Tard¨® el torero en encontrar el pit¨®n bueno, el izquierdo, y entonces se fragu¨® la secuencia m¨¢s emocionante de la corrida.
Dos naturales largos, con la muleta arrastrando el albero, y un pase de pecho a c¨¢mara lenta levantaron una tarde dominada por una elegante frialdad. Otra tanda m¨¢s de naturales ligados y bell¨ªsimos, y otra, muy ce?idos, de toreo aut¨¦ntico, salpicaron los tendidos de verdadera emoci¨®n. Unos garbosos ayudados por bajo con la pierna flexionada pusieron el colof¨®n a unos instantes de calidad art¨ªstica insuperable.
Torrestrella / D¨¢vila, Tejela, Manzanares
Toros de Torrestrella, desiguales de presentaci¨®n, muy blandos, nobles, cumplieron en general en los caballos y llegaron agotados al tercio final; el 5?, anovillado, blando, muy noble y con recorrido en la muleta. D¨¢vila Miura: media estocada (ovaci¨®n); casi entera (palmas). Mat¨ªas Tejela: dos pinchazos, media estocada, dos descabellos -aviso- y dos descabellos (silencio); estocada ca¨ªda (oreja). Jos¨¦ Mar¨ªa Manzanares: estocada (ovaci¨®n); estocada (palmas). Plaza de la Maestranza, 27 de abril. 13? corrida de feria. Casi lleno.
Los mismos que hab¨ªan protestado el toro lo aplaudieron en el arrastre. Y todo porque hab¨ªa permitido que el natural hiciera acto de presencia como el toreo m¨¢s dif¨ªcil, m¨¢s importante y m¨¢s bello.
Algo parecido, aunque de menos consistencia, hab¨ªa ocurrido en el cuarto, cuando D¨¢vila consigui¨® una tanda de naturales ante un toro inv¨¢lido que se hab¨ªa derrumbado tres veces durante la faena, lo que permiti¨® que el animal recibiera unas palmas en el arrastre que no merec¨ªa.
La verdad es que la corrida de Torrestrella sali¨® con muchas ¨ªnfulas y cant¨® la gallina despu¨¦s de un par de paseos por el ruedo. Inexplicable, pero cierto. Y llegaron sin aliento, agotados, sin vida, a la muleta.
D¨¢vila, muy ortodoxo, dej¨® detalles de su clase y mantuvo alto su pabell¨®n. Con dos inv¨¢lidos, Manzanares apunt¨® la calidad de su escuela paterna, pero tiende a aliviarse con el pico de la muleta, lo que no est¨¢ nada bien. Mat¨ªas Tejela tore¨®, triunf¨® y se justific¨® con elegancia ante su blando primero.
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