El poder blando y la lucha contra el terrorismo
El a?o pasado, en el Foro Econ¨®mico Mundial de Davos, Suiza, George Carey, antiguo arzobispo de Canterbury, pregunt¨® al secretario de Estado Colin Powell la raz¨®n de que Estados Unidos parezca estar centrado exclusivamente en su poder duro en vez de en su poder blando. El secretario Powell contest¨® que Estados Unidos hab¨ªa utilizado el poder duro para ganar la II Guerra Mundial, pero a?adi¨®: "?Qu¨¦ vino despu¨¦s del poder duro? ?Pidi¨® EE UU el dominio sobre una sola naci¨®n europea? No. El poder blando vino en el Plan Marshall. Lo mismo hicimos en Jap¨®n". Despu¨¦s de que acabara la guerra de Irak, habl¨¦ del poder blando (un concepto que yo desarroll¨¦) en un congreso en Washington copatrocinado por el Ej¨¦rcito estadounidense. Uno de los conferenciantes era el secretario de Defensa Donald Rumsfeld. Seg¨²n inform¨® la prensa, "los peces gordos del Ej¨¦rcito escuchaban con actitud comprensiva", pero cuando alguien le pregunt¨® a Rumsfeld su opini¨®n sobre el poder blando contest¨®: "No s¨¦ lo que significa". Una de las reglas de Rumsfeld es que "la debilidad es provocativa". Y hasta cierto punto, tiene raz¨®n. Como observ¨® Osama Bin Laden, a la gente le gustan los caballos fuertes. Pero el poder, definido como la capacidad para influir sobre otros, se presenta de muchas formas, y el poder blando no es debilidad. M¨¢s bien al contrario, es la no utilizaci¨®n eficaz del poder blando lo que debilita a Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo.
El poder blando es la capacidad de conseguir lo que uno quiere atrayendo a otros, en lugar de amenaz¨¢ndoles o pag¨¢ndoles. Est¨¢ basado en la cultura, los ideales pol¨ªticos y las medidas pol¨ªticas. Cuando convences a otros para que quieran lo que t¨² quieres no tienes que gastar tanto en palos y zanahorias para llevarles en tu direcci¨®n. El poder duro, que se basa en la coacci¨®n, se deriva del poder¨ªo econ¨®mico y militar. Sigue siendo esencial en un mundo poblado de Estados amenazadores y organizaciones terroristas. Pero el poder blando adquirir¨¢ cada vez m¨¢s importancia a la hora de impedir que los terroristas recluten nuevos partidarios y de obtener la cooperaci¨®n internacional necesaria para plantar cara al terrorismo. Estados Unidos es m¨¢s poderoso que ning¨²n otro pa¨ªs desde el Imperio Romano, pero, al igual que Roma, no es invencible ni invulnerable. Roma no sucumbi¨® por el surgimiento de otro imperio, sino ante la acometida de oleadas de b¨¢rbaros. Los modernos terroristas de alta tecnolog¨ªa son los nuevos b¨¢rbaros. Estados Unidos no puede perseguir por s¨ª solo a todos los sospechosos de ser l¨ªderes de Al Qaeda, ni declarar una guerra cuando le parece sin malquistarse con otros pa¨ªses.
Las cuatro semanas de la guerra de Irak fueron una demostraci¨®n deslumbrante del poder duro militar de Estados Unidos, que elimin¨® a un perverso tirano. Pero no elimin¨® la vulnerabilidad estadounidense al terrorismo y tambi¨¦n se cobr¨® un alto precio en lo que se refiere a nuestro poder blando para atraer a otros. Al acabar la guerra, las encuestas mostraban un dr¨¢stico descenso de la popularidad de Estados Unidos, incluso en pa¨ªses como Gran Breta?a, Espa?a e Italia, cuyos gobiernos apoyaban la guerra. El prestigio de Estados Unidos cay¨® en picado en los pa¨ªses isl¨¢micos, cuyo respaldo es necesario para seguir la pista al movimiento de terroristas, dinero sucio y armas peligrosas. La guerra contra el terrorismo no es un choque de civilizaciones -el islam contra Occidente-, sino una guerra civil dentro de la civilizaci¨®n isl¨¢mica entre extremistas que utilizan la violencia para imponer su visi¨®n y una mayor¨ªa moderada que quiere cosas como puestos de trabajo, educaci¨®n, atenci¨®n sanitaria y dignidad mientras practica su fe. Estados Unidos no ganar¨¢ a menos que ganen los moderados. El poder blando estadounidense no atraer¨¢ nunca a Osama Bin Laden ni a los extremistas. S¨®lo el poder duro puede tratar con ellos. Pero el poder blando desempe?ar¨¢ un papel crucial para atraer a los moderados y negar nuevos reclutas a los extremistas.
Durante la guerra fr¨ªa, la estrategia occidental de contenci¨®n combinaba el poder duro de la disuasi¨®n militar con el poder blando de atraer a gente del otro lado del tel¨®n de acero. Tras el muro de contenci¨®n militar, Occidente devor¨® la confianza sovi¨¦tica con emisiones de radio y televisi¨®n, intercambios culturales y de estudiantes, y el ¨¦xito de la econom¨ªa capitalista. Como declar¨® m¨¢s tarde un antiguo responsable del KGB: "Los intercambios fueron un caballo de Troya para la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Desempe?aron un papel important¨ªsimo en la erosi¨®n del sistema sovi¨¦tico". Una vez jubilado, el presidente Dwight Eisenhower dijo que debi¨® haber apartado dinero del presupuesto de Defensa para reforzar el Servicio de Informaci¨®n estadounidense. Con el fin de la guerra fr¨ªa, los estadounidenses empezaron a preocuparse m¨¢s por el ahorro en los presupuestos que por invertir en poder blando.
En 2003, un grupo consultivo compuesto por miembros de ambos partidos inform¨® de que Estados Unidos gastaba solamente 150 millones de d¨®lares en diplomacia p¨²blica en los pa¨ªses musulmanes, una cantidad que calific¨® de crasamente inadecuada. Lo cierto es que el coste combinado de los programas de diplomacia p¨²blica del Departamento de Estado y de las emisiones internacionales de radio y televisi¨®n de Estados Unidos es mil millones de d¨®lares, aproximadamente la misma cantidad que gastan Gran Breta?a o Francia, pa¨ªses cuyo tama?o es la quinta parte del de EE UU y cuyos presupuestos militares son solamente un 25% del nuestro. Nadie pretende sugerir que Estados Unidos gaste lo mismo en lanzar ideas que en lanzar bombas, pero la verdad es que parece raro que EE UU gaste 400 veces m¨¢s en poder duro que en poder blando. Si EE UU gastase solamente el 1% del presupuesto militar en poder blando, se cuadriplicar¨ªa su gasto actual en este componente clave de la guerra contra el terrorismo. Si Estados Unidos quiere ganar esta guerra, sus dirigentes tendr¨¢n que combinar mejor el poder duro y el blando para conseguir un "poder inteligente".
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