El hilo
"Cuando la madeja est¨¢ hecha un l¨ªo, lo mejor es tirar del hilo y volver a empezar". Ante la desfachatez con que se acepta que el pueblo palestino pague a su ocupante israel¨ª, en tierras y sufrimiento y desesperanza (el precio que Sharon est¨¦ dispuesto a cobrarse, con la bendici¨®n del presidente Bush Jr.), entre la indiferencia de la comunidad mundial, resulta oportuno leer el libro de Teresa Aranguren, reci¨¦n editado por Random House-Mondadori, en su colecci¨®n Caballo de Troya, y titulado precisamente El hilo de la memoria.
La obra de Aranguren no pretende ser distante y as¨¦ptica, porque ambas condiciones, como explica la autora, y no puedo estar m¨¢s de acuerdo con ella, no son condici¨®n de objetividad y verdad. Mirar y comprender y contar no requiere asepsia ni distanciamiento. ?Alguien puede creer que un periodista imparcial hubiera podido narrar esterilizadamente lo que ocurr¨ªa en Auschwitz mientras estaba sucediendo?
Es precisamente el lenguaje as¨¦ptico utilizado por los ocupantes y sus c¨®mplices lo que nos ha conducido hasta aqu¨ª, denuncia la autora. Se empez¨® por conquistar el lenguaje. Para conquistar la tierra y vaciarla. Y as¨ª, el pueblo que ocupaba esa tierra se convirti¨® en un "problema", una "cuesti¨®n". El problema palestino, la cuesti¨®n palestina. La cosificaci¨®n del otro, "excluy¨¦ndolo de la categor¨ªa de un nosotros dotado de derechos, necesidades, sentimientos y aspiraciones".
?ste es un libro de hechos y personas y de lenguaje puesto en su sitio. De un pueblo que fue sacrificado en virtud del proyecto sionista que empez¨® a gestarse en Europa en el siglo XIX; de un pueblo que no es "sino vidas que, tomadas una a una, tienen rostro, carne, sangre y nombres, y proyectos de futuro y recuerdos, y rencillas irresueltas y genealog¨ªas familiares con abuelos y bisabuelos enmarcados en fotograf¨ªas de color sepia en la pared del sal¨®n".
De entonces ac¨¢, Aranguren tira del hilo y encuentra la historia, nos conduce hasta esta Palestina rediezmada y reexpoliada, esta Palestina de la recolonizaci¨®n sin l¨ªmites, y de un Muro execrable de cuya construcci¨®n abomina Amnist¨ªa Internacional.
?Hasta cu¨¢ndo? ?D¨®nde est¨¢ el derecho internacional, d¨®nde se halla la justicia?
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