Peligra el Gobierno de Vajpayee

"India brilla" es la consigna con la que el primer ministro Atal Bihari Vajpayee convoc¨® a 675 millones de indios a las urnas. La mayor democracia del mundo atraviesa, seg¨²n los analistas, por un magn¨ªfico periodo econ¨®mico, pero los beneficios no se reparten por igual y todo apunta a que muchos de los que no se han visto afectados por ese brillo han optado por volverle la espalda a la coalici¨®n gobernante. De momento, s¨®lo existen sondeos a pie de urna, porque por motivos de seguridad las elecciones se celebran en distintas fechas en los diferentes Estados, a lo largo de casi un mes, y s¨®lo se contar¨¢n oficialmente los votos el pr¨®ximo 13 de mayo. Pero toda la prensa india coincide en que Vajpayee puede perder el Gobierno. La encuesta de The Economic Times apunta que la coalici¨®n de 22 partidos que lidera el Partido del Pueblo (BJP) se quedar¨¢ en los 260 esca?os, a 12 de la mayor¨ªa parlamentaria.

Hace poco m¨¢s de un mes, el BJP, que dirige Vajpayee, de 79 a?os -quien ha dado muestras en la campa?a electoral de p¨¦rdidas de memoria-, y la coalici¨®n gubernamental, conocida como Alianza Nacional Democr¨¢tica (NDA), estaban convencidos de que las elecciones ser¨ªan un paseo hacia el podio. El monz¨®n del a?o pasado (julio-septiembre) fue benigno y abundante, lo que se tradujo en las mejores cosechas de la ¨²ltima d¨¦cada y, con dos tercios de la poblaci¨®n a¨²n viviendo del campo, optaron por adelantar las elecciones previstas para octubre por si este a?o las lluvias monz¨®nicas no eran tan productivas. A este man¨¢ se hab¨ªa unido el tremendo despegue de la industria del software india y la decisi¨®n de algunas de las mayores empresas del mundo de trasladar a este pa¨ªs del sur de Asia parte de sus servicios tecnol¨®gicos y centros de llamadas. El futuro no pod¨ªa ser m¨¢s brillante.

La primera fase electoral se celebr¨® los d¨ªas 20 y 22. Las urnas quedaron selladas y fuertemente custodiadas, pero las encuestas posteriores a la votaci¨®n, publicadas por la prensa india, comenzaron a estrechar el margen de la victoria de la NDA. La segunda fase se celebr¨® el lunes 29 y la consecuencia inmediata fue un martes negro: las bolsas se desplomaron. La ca¨ªda super¨® el 3,6% -mayor incluso que la producida por los atentados del 11-S en Nueva York y Washington-, y los nervios afloraron tanto en las filas del BJP como en las del Partido del Congreso, principal formaci¨®n opositora, liderada por Sonia Gandhi. Los sondeos del Hindustan Times apuntan que el pr¨®ximo Gobierno puede formarlo el Congreso junto el llamado Frente de Izquierdas, que agrupa a numerosos partidos de los 28 Estados y siete unidades territoriales de India.

El BJP no ha tardado en llamar "sedientos de poder" a los l¨ªderes de los peque?os partidos que han empezado la subasta de sus esca?os y a los miembros del BJP que, al no obtener del partido la candidatura a la circunscripci¨®n que pretend¨ªan, han tirado el carn¨¦ y se presentan como independientes. El Partido del Congreso, por su parte, se ha dedicado a calmar a los empresarios y financieros con promesas de que las reformas continuar¨¢n y recuerdos de que fueron ellos quienes abrieron la econom¨ªa india al exterior, en cumplimiento del programa de Rajiv Gandhi, asesinado en 1991, justo a final de la campa?a electoral y cuando todo apuntaba a que barrer¨ªa en las elecciones.

Mientras tanto, los indios disfrutan del poder que les confiere el voto. "Nunca he dejado de votar desde que cumpl¨ª los 18 a?os", dice Srivari, un peque?o empresario del sure?o Estado de Karn¨¢taka, que confiesa tener 49 a?os y haberse decantado "esta vez por el Janata Dal". "Soy hind¨²", sostiene, "pero no me gusta que nadie me imponga la religi¨®n. No me f¨ªo del BJP y creo que Sonia Gandhi no est¨¢ preparada para ser primera ministra".

Bajo los frondosos ¨¢rboles de las grandes avenidas del centro de Nueva Delhi, un grupo de conductores de rickshaw (moto-taxis) se protege del sofocante calor del verano (abril a junio) de Nueva Delhi. La mayor¨ªa no habla ingl¨¦s, pero entre gritos y se?as un par de ellos se lamentan de lo poco que ganan, de los muchos que son y de lo dif¨ªcil que est¨¢ la vida. La respuesta a la pregunta de la periodista deriva en discusi¨®n, pero es evidente que entre ellos no hay brillo, como tampoco lo hay en los arrabales de las grandes urbes indias, ni en el campo donde se ven m¨¢s bueyes que tractores.