ZP en alm¨ªbar
El mal humor est¨¢ sobrevalorado.
Ni reyes ni presidentes se retratan con cara de risa. La gente importante prefiere posar con cara de dolor de muelas, no vaya a pensar nadie que por re¨ªrse son gilipollas, y por eso es chocante ver caras de abierta felicidad en el Gobierno. La pol¨ªtica es gran sacrificio, y por eso los pol¨ªticos desbordan alegr¨ªa cuando llegan al cargo y abandonan el sill¨®n con miradas esquinadas.
-Buenos d¨ªas, ¨¢ngeles -dice ZP al entrar en la sala del Consejo de Ministros.
-Buenos d¨ªas, Zapi -contestan todos y todas, poni¨¦ndose en pie.
De entre los zetapenses, el m¨¢s feliz es Moratinos. Y locuaz. Lo cuenta todo: conversaciones , mediaciones, advertencias...
Tanta bondad y tanto bien infinito da un poco de grima. ZP en alm¨ªbar. As¨ª debi¨® ser la vida de Caperucita hasta que su mam¨¢ la envi¨® al bosque y apareci¨® el lobo. Por eso nunca ha relatado nadie ese per¨ªodo insulso. ?A qui¨¦n le importa que los Roja fueran felices y vivieran en armon¨ªa?
De entre los zetapenses, el m¨¢s feliz es Moratinos. Y locuaz. Lo cuenta todo: conversaciones con tal, mediaciones con cual, advertencias al otro... Se lo pasa chupi. Podr¨ªa escribir un libro: Mi primera semana como ministro. "Un Gobierno arrogante, dividido y que incumple sus promesas". Eso dice el PP en su "balance de la primera semana de Gobierno". Qu¨¦ duro es estar en la oposici¨®n.
De la vicepresidenta primera, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, se cuenta que en la distancia corta cambia mucho, mensaje que predispone a creer que en la distancia larga es un sargento. El ministro de Interior, Jos¨¦ Antonio Alonso, est¨¢ muy serio. Se ve que es capaz de decir turur¨² pajarito sin re¨ªrse. Jes¨²s Caldera es el mejor. Nadie sonr¨ªe m¨¢s, y cada cinco minutos tiene una convicci¨®n profunda: ahora, extender la paga de 100 euros a todas las madres. Sostiene Caldera que pagar s¨®lo a las madres que trabajan es profundamente discriminatorio. M¨¢s discriminatorio es que no se d¨¦ paga a padres, t¨ªos y abuelos. Hace unos meses, la paga era profundamente demag¨®gica, porque lo que demandaba la sociedad era aut¨¦ntica pol¨ªtica profundamente social y no paternalismo, pero ya se sabe que no es lo mismo una profunda convicci¨®n que una convicci¨®n profunda, ni criticar al Gobierno es lo mismo que quitarle a una madre 100 euros. ?Qui¨¦n le quita 100 euros a una madre de Espa?a, y menos en un d¨ªa como hoy?
Conste que es ZP quien habla de convicciones profundas. Son latiguillos que nos impregnan a todos, y acabaremos comprando profundamente el pan, y criticando profundamente al vecino profundamente cerdo. En un peri¨®dico local ha dicho un socialista: "Tengo la convicci¨®n profunda de que no voy a ser el ¨²ltimo presidente de la Diputaci¨®n". Ya son ganas de despilfarrar una convicci¨®n profunda en cosa de poco meollo. Despu¨¦s llega la medianoche, oyes un ruido extra?o, piensas en la muerte, te planteas la existencia de Dios y resulta que gastaste la convicci¨®n profunda en la Diputaci¨®n. Adem¨¢s, por darte importancia, te mueres con cara de mala leche. Y si mueres con cara de risa, en el funeral todos piensan: siempre fue un gilipollas. Preocuparse de la opini¨®n ajena estresa mucho. Que se lo pregunten a ?nsar. Lo poco que r¨ªe este se?or. Debe considerarse a¨²n muy importante.
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