Europa recupera su centro
Cuando cay¨® el muro de Berl¨ªn, en 1989, Eslovenia y Eslovaquia ni siquiera exist¨ªan como Estados independientes y la Rep¨²blica Checa y Hungr¨ªa se preparaban para salir de la larga noche del socialismo real. Ahora, acaban de entrar en la UE con sus democracias y econom¨ªas de mercado consolidadas. La Europa de Franz Kafka y Bela Bartok, de Sandor Marai y Anton¨ªn Dvorak, la Mitteleuropa, vuelve a casa.
"Este pa¨ªs va a volver a la familia a la que siempre ha pertenecido. Tanto Europa como Hungr¨ªa vuelven a la normalidad", se?ala el secretario de Estado h¨²ngaro para la UE, Peter Gottfried, quien insiste en que, en gran medida, Budapest ya estaba en la Uni¨®n porque el 85% de sus intercambios econ¨®micos eran con los 25.
Eslovenia entra en la UE con unas perspectivas econ¨®micas excelentes. Su PIB es uno de los m¨¢s elevados de los nuevos socios
"Debemos ser conscientes de que la Europa de los a?os 30, en la que el pez grande se com¨ªa al peque?o, ya no existe"
Separados de forma pac¨ªfica en dos pa¨ªses, la Rep¨²blica Checa y Eslovaquia han manifestado siempre un profundo europe¨ªsmo
"S¨ª, pero" es lo que responden muchos h¨²ngaros cuando se les pregunta por el ingreso en la UE. Esta falta de entusiasmo refleja no s¨®lo el tradicional pesimismo h¨²ngaro, sino tambi¨¦n un cierto temor ante el futuro. El Gobierno socialista de Peter Medgyessy ha lanzado una ofensiva contra el d¨¦ficit p¨²blico, el principal problema de las cuentas h¨²ngaras, y muchos temen que los recortes, unidos a las subidas de precios previstos tras el ingreso, hagan pasar malos tiempos a los sectores m¨¢s desfavorecidos entre los 10 millones de habitantes.
Separados de forma pac¨ªfica en dos pa¨ªses hace 11 a?os en el llamado "divorcio de terciopelo", la Rep¨²blica Checa y Eslovaquia han manifestado siempre un profundo europe¨ªsmo. Algunos lamentan que aquella separaci¨®n, m¨¢s deseada por las ¨¦lites que por la ciudadan¨ªa, haya impedido que la antigua Checoslovaquia ingrese en la UE como una potencia media de 15 millones de habitantes en lugar de dos peque?os pa¨ªses. Curiosamente, checos (10 millones) y eslovacos (cinco) mantienen hoy excelentes relaciones econ¨®micas, pol¨ªticas y culturales en una zona de clara influencia germana, dominada por Alemania y Austria.
No obstante, se han mantenido las diferencias entre los ricos checos -con una industria pujante, un turismo multitudinario y una efervescencia cultural- y los pobres eslovacos, con el mayor ¨ªndice de paro de los nuevos socios y problemas sociales como la marginaci¨®n de los gitanos.
Nunca se consideraron, ni checos ni eslovacos, parte de Europa oriental, sino ciudadanos de primera en el coraz¨®n de Europa que buscaron siempre la libertad. Con su ingreso en la UE, tanto unos como otros ven cumplido el sue?o de la primavera de Praga de 1968.
Con el PIB por habitante m¨¢s elevado de los ocho nuevos socios del este y centro de Europa (17.700 euros) y una poblaci¨®n de s¨®lo dos millones, Eslovenia entra en la UE con unas perspectivas econ¨®micas excelentes, sobre todo para un pa¨ªs muy fuerte en el sector de las multinacionales. Desde su independencia de Yugoslavia, en 1991, Liubliana comenz¨® a preparar la entrada, con un sentimiento muy fuerte de vuelta a casa, de regreso a Europa. Pero, como ocurre con todos los pa¨ªses peque?os, su principal preocupaci¨®n es la supervivencia de su cultura en una UE de 454 millones de habitantes.
El soci¨®logo Rudi Rizman reflexiona sobre este temor, que comparten todos los pa¨ªses de Mitteleuropa. "Debemos ser conscientes de que la Europa de los a?os treinta, en la que los peces grandes se com¨ªan a los peque?os, ya no existe. Ahora ingresamos en una UE basada en valores universales como el pluralismo, y ah¨ª los Estados peque?os tienen un papel muy importante".
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