Europa y la investigaci¨®n b¨¢sica
Entre los d¨ªas 25 y 28 de abril ha tenido lugar en la ciudad de Lieja (B¨¦lgica) la reuni¨®n La Europa del Conocimiento 2020. Una visi¨®n para una investigaci¨®n e innovaci¨®n basada en la universidad, auspiciada por la Comisi¨®n Europea. Uno de los temas recurrentes en las sesiones fue la necesidad de impulsar la investigaci¨®n b¨¢sica, que ¨²ltimamente ha recibido muy poco apoyo, sobre todo por parte de Europa, a favor de la innovaci¨®n. Esta preocupaci¨®n se relaciona con una reciente comunicaci¨®n de la Comisi¨®n, Europa y la investigaci¨®n fundamental (14-1-2004), hecha a instancias del Consejo de Competitividad de la Uni¨®n Europea.
La investigaci¨®n b¨¢sica se caracteriza por no estar directamente relacionada con una aplicaci¨®n determinada, sino que tiene como finalidad fundamental hacer avanzar el conocimiento.Como tal suele ser una investigaci¨®n a largo plazo y se basa en la libre iniciativa de los investigadores. Se podr¨ªa pensar que esta investigaci¨®n no produce beneficios sociales. La historia nos demuestra justamente lo contrario. Muchos de los grandes avances cient¨ªficos se deben a investigaciones b¨¢sicas que, pasado un tiempo m¨¢s o menos largo, han permitido aplicaciones. As¨ª, los rayos X, el l¨¢ser o la resonancia magn¨¦tica nuclear, que tanta importancia tienen en el campo de la medicina, entre otros, o incluso la inform¨¢tica, tienen su origen en una investigaci¨®n b¨¢sica sin la cual dif¨ªcilmente podr¨ªan haber surgido.
"En Europa se hace menos transferencia de tecnolog¨ªa por la menor inversi¨®n privada"
Pero el informe destaca otro aspecto a menudo olvidado: la investigaci¨®n b¨¢sica tiene un papel primordial en la formaci¨®n de los investigadores. Esta formaci¨®n, que se desarrolla en el seno de las universidades de manera casi exclusiva, juntamente con los resultados de la investigaci¨®n b¨¢sica propiamente dichos son las bases para el progreso del conocimiento -que es, no lo olvidemos, un bien p¨²blico- y tambi¨¦n para el desarrollo y la innovaci¨®n en el ¨¢mbito industrial y, en general, social. Y es que, como dijo Federico Mayor Zaragoza hace a?os, no puede haber investigaci¨®n aplicada si no hay investigaci¨®n (b¨¢sica) que aplicar.
?Qu¨¦ posici¨®n tiene Europa en este panorama y, en concreto, comparada con los Estados Unidos? Los expertos coinciden al decir que Europa tiene un alt¨ªsimo nivel de investigaci¨®n y de formaci¨®n; de hecho, muchos de los investigadores de excelencia, incluyendo diversos premios Nobel, han sido formados en Europa y han participado del fen¨®meno de brain drain o fuga de cerebros como resultado de la falta de oportunidades atractivas para los investigadores: sin una carrera investigadora planificada y asequible y con pocos incentivos, cruzar el Atl¨¢ntico parece la soluci¨®n para los mejores investigadores j¨®venes. A este problema, se suma el que se denomina "la paradoja europea": en Europa se publica m¨¢s (cuenta con el 41,3% de publicaciones, frente al 31,4% de los Estados Unidos), pero se hace menos transferencia de tecnolog¨ªa a causa de una menor inversi¨®n del sector privado en la investigaci¨®n y de mayores dificultades y costes para patentar los resultados de la investigaci¨®n.
En la Uni¨®n Europea, la investigaci¨®n b¨¢sica se financia sobre todo a escala estatal y, en pa¨ªses como el nuestro, a niveles muy bajos y todav¨ªa en dura competencia con la investigaci¨®n aplicada. Esta orientaci¨®n de la pol¨ªtica investigadora olvida que s¨®lo esa clase de investigaci¨®n puede asegurar un crecimiento econ¨®mico a largo plazo. La investigaci¨®n aplicada, tambi¨¦n importante, se ha de vincular a una mayor participaci¨®n de la empresa en la investigaci¨®n, como elemento de calidad y de mejora en un mundo globalizado y m¨¢s competitivo.
Para modificar esta situaci¨®n, el documento y las intervenciones de la reuni¨®n de Lieja proponen, entre otras medidas, aumentar la financiaci¨®n a la investigaci¨®n b¨¢sica, dar m¨¢s apoyo a los recursos humanos, la formaci¨®n de investigadores y el desarrollo de las carreras cient¨ªficas y crear un Consejo de Investigaci¨®n Europeo, a imagen de la National Science Foundation (NSF) de los Estados Unidos, que distribuya fondos a partir de subvenciones a grupos de investigaci¨®n que hacen investigaci¨®n b¨¢sica.
La NSF se fund¨® a partir del informe Ciencia: la frontera sin fin de Vannevar Bush (1945). En el informe, el asesor del presidente Roosevelt afirma: "La manera m¨¢s importante en que el gobierno puede promover la investigaci¨®n industrial es incrementar la creaci¨®n del nuevo conocimiento cient¨ªfico a trav¨¦s del apoyo a la investigaci¨®n b¨¢sica y ayudar en el desarrollo del talento cient¨ªfico". Este informe y esta filosof¨ªa se suelen considerar el punto de partida del liderazgo de los Estados Unidos en el mundo de la investigaci¨®n. Si Europa quiere llegar a ser "la sociedad m¨¢s competitiva basada en el conocimiento" habr¨¢ de tener todo eso muy en cuenta tanto en el nivel de la Uni¨®n como en el de los estados.
M. Josep Cuenca es vicerrectora d'Investigaci¨® i Tercer Cicle de la Universitat de Val¨¨ncia.
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